Nadie intent¨® rehabilitar al maltratador

A Antonio Urban, el hombre que mat¨® a su ex mujer el martes en Cullera (Valencia), un juez de Sueca le cambi¨® la condena de cuatro meses de prisi¨®n por la asistencia a un curso de rehabilitaci¨®n para agresores machistas. O, en realidad, por nada, porque en esta provincia, a diferencia de Alicante y Castell¨®n, no se imparten. Lo reconoci¨® ayer el consejero auton¨®mico de Justicia, Fernando de Rosa, que se justific¨® diciendo que la Audiencia de Valencia no los ha pedido. "Son los jueces quienes tienen que solicitarlo, nosotros ponemos a su disposici¨®n el dinero para ello, pero no podemos inmiscuirnos en lo que tienen que hacer". Hasta ahora. De Rosa anunci¨® una pr¨®xima reuni¨®n con la c¨²pula judicial auton¨®mica para activar esos cursos en Valencia.

Caldera promete campa?as de sensibilizaci¨®n permanentes

Comas: "Culpabilizar a los jueces de las muertes violentas es irresponsable"

El consejero de Justicia se justifica: "La Audiencia no ha pedido esas clases"

"Maltrato a mi mujer sin motivo. Soy un enfermo", dice un arrepentido

Casi dos meses despu¨¦s de la sentencia, Urban no hab¨ªa participado en ning¨²n programa de rehabilitaci¨®n, pero s¨ª se hab¨ªa movido libremente por Cullera. No estaba cumpliendo as¨ª ninguna de las dos condiciones fijadas por el tribunal al sustituir la pena de c¨¢rcel por el plan de rehabilitaci¨®n. Tampoco la del alejamiento de la v¨ªctima. La Guardia Civil ten¨ªa constancia de ello, porque de tanto en tanto llamaba a su ex mujer para preguntarle si estaba bien, y ella respond¨ªa que s¨ª, pero que su ex marido segu¨ªa abajo, merodeando alrededor de su puerta.

Entre copa y copa -Antonio ten¨ªa problemas con el alcohol-, preguntaba a sus amigos d¨®nde pod¨ªa hacerse con un arma para atracar un bar. O alguien se lo dijo o ¨¦l lo averigu¨® solo. Mat¨® a su ex mujer de un tiro en el pecho. Nadie le hab¨ªa llamado para que hiciera un curso de rehabilitaci¨®n como el que estren¨® la Audiencia de Alicante en 2004 para la reeducaci¨®n y reinserci¨®n de maltratadores. En sus aulas se escuchan testimonios como el de R. P. G., de 37 a?os: "Maltrato a mi mujer f¨ªsica y psicol¨®gicamente desde hace ocho a?os y sin ning¨²n motivo. Soy un enfermo y no quiero vivir as¨ª".

La experiencia est¨¢ supervisada por los servicios sociales penitenciarios. De esa forma, aunque de media suelen durar un trimestre, se individualiza la efectividad del plan formativo. Psic¨®logos, juristas, forenses, soci¨®logos, tratan de enderezar la conducta de los agresores. El resultado, seg¨²n el presidente de la Audiencia de Alicante, Vicente Magro, es que "no reinciden", informa Rebeca Llorente.

?Antonio Urban lo hubiese hecho? Hoy su ex mujer Virma Gimeno, de 44 a?os, ser¨¢ enterrada en Cullera. El martes tomaba un caf¨¦ con sus amigas en un bar cuando Antonio se acerc¨®: "No te voy a dar nada. Sabes que no puedes estar aqu¨ª. Vete o llamar¨¦ a la Guardia Civil", le dijo. ?l apret¨® el gatillo y sali¨® caminando tan pancho.

Antes de eso, se hab¨ªa parado en el Vendetta, pero no entr¨® porque estaban en pleno zafarrancho con la pulidora, dijo que se iba a tomar una cerveza. Lola, la due?a, ten¨ªa puesto un pasodoble fallero. "Y al poco escuch¨¦ algo que me pareci¨® un masclet (petardo). Me gir¨¦ y lo vi pasar con la pistola en la mano, tranquilo, como si nada".

La tr¨¢gica historia de Virma ilustra a la perfecci¨®n la senda por la que transitan las maltratadas hasta que salen del infierno, o hasta que las matan. Vivieron en pareja durante m¨¢s de 15 a?os. ?l convirti¨® su vida en un calvario, le pegaba continuamente. Cuando por fin ella decidi¨® separarse intent¨® rehacer su vida con una sombra pegada a su casa, a su espalda. A pesar de eso, sal¨ªa con las amigas. "?Me veis muy desatada?", les preguntaba cuando sal¨ªa a tomar algo.

El padre de Virma, don Enrique, supo del dolor de la hija que hoy entierra, siente que ella estuvo desprotegida, que todo el mundo sab¨ªa qu¨¦ pasaba. "No cre¨ª que fuera capaz de matarla, pens¨¦ que no se atrever¨ªa".

La v¨ªctima pertenec¨ªa a una familia muy conocida en Cullera, de buena posici¨®n. Hab¨ªa tenido un primer matrimonio del que nacieron dos hijos. La casa familiar est¨¢ a tres manzanas del lugar donde muri¨®. El padre lleg¨® al bar cuando a¨²n los servicios sanitarios trataban de reanimarla. Vio como se le escapaba la vida en plena calle a manos del hombre al que ella hab¨ªa denunciado en varias ocasiones.

Las amigas cuentan que "cuando ella dijo basta, ¨¦l se volvi¨® loco, se qued¨® sin nada, y no la dejaba en paz". Antonio se qued¨® sin casa, no ten¨ªa dinero. Dorm¨ªa desde la separaci¨®n en un coche que era, en realidad, de ella. Hac¨ªa semanas que iba preguntando a sus amigos d¨®nde pod¨ªa conseguir un arma. Quer¨ªa, dicen, atracar un bar.

El crimen de Virma y el de otras tres mujeres el martes, han desencadenado una riada de reacciones que a¨²n perduran. Pero los pol¨ªticos han vuelto a la gre?a. Los presidentes auton¨®micos del PSOE ya han apoyado la reuni¨®n que propuso Zapatero si gana las elecciones. Sin embargo, los responsables regionales del PP dijeron ayer que esta convocatoria es "oportunista", a pesar de que el mi¨¦rcoles la secretaria de Pol¨ªticas Sociales del PP, Ana Pastor, abog¨® por "un gran pacto de Estado" para acabar con esta violencia.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jes¨²s Caldera, reconoci¨® ayer que la ley es insuficiente y que, de gobernar de nuevo, la completar¨¢n con campa?as permanentes de sensibilizaci¨®n, como las de Tr¨¢fico y se "profundizar¨¢" en las medidas que ya se contemplan.

IU defendi¨® ayer la creaci¨®n de un Ministerio de la Mujer para coordinar todas las pol¨ªticas de igualdad.

La presidenta del Observatorio de Violencia Dom¨¦stica del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Montserrat Comas, considera que "culpabilizar a los jueces de estas muertes es una absoluta irresponsabilidad". Y la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura a?adi¨® que la ley se est¨¢ aplicando con "firmeza, rigidez e incluso dureza".