?Por qu¨¦ asesinaron a Elena Garro?
No existe un libro si no hay alguien detr¨¢s, que sea una mujer o un hombre. En este caso se trata de una mujer, Elena Garro (Puebla, 1920-1998), una de las historias personales de la literatura mexicana, en la que se mezclan la pol¨ªtica, el drama emocional, y un cierto poder de autodestrucci¨®n. Elena Garro es el equivalente de Juan Rulfo en la novela, pero sin su reconocimiento y sin su presencia, olvidada, renegada, por una parte de la oficialidad mexicana; su vida y sus libros despiertan una serie de sentimientos contradictorios, entre el odio y la pasi¨®n, la veneraci¨®n o el olvido. Pero adem¨¢s, "la Garro", como se le llama, fue la primera esposa de Octavio Paz, su espada de Damocles, y hasta podr¨ªa decirse, su perseguidora. Pero ?hasta qu¨¦ punto podemos atribuirle poderes tan grandes a un escritor que siempre ha gozado de un prestigio internacional? Dos libros lanzan el debate sobre la vida de esta escritora, el primero, El asesinato de Elena Garro, de Patricia Rosas Lop¨¢tegui, Porr¨²a, M¨¦xico, 2007, y Yo, Elena Garro, de Carlos Landeros, Grijalbo, M¨¦xico 2007. El primero es una recopilaci¨®n rigurosa de documentos sobre la autora (entrevistas, testimonios), incluyendo reportajes y art¨ªculos por ella misma sobre diferentes personas, desde Carlos Fuentes (a quien Elena no estimaba), hasta Regis Debray y Frida Kahlo, adem¨¢s de personajes de la pol¨ªtica muy cercanos de la historia de M¨¦xico y de la autora, como Carlos Madrazo Becerra.
Imposible desenredar la madeja, para empezar por el pr¨®logo de otra autora mexicana, Elena Poniatowska, quien desautoriza ciertas versiones sobre un Octavio Paz odioso que habr¨ªa hecho todo lo posible para hacer desaparecer a Elena Garro del panorama literario, incluso, dej¨¢ndolas, a ella y a la hija de ellos dos, Helena, m¨¢s conocida como "la Chata", en la miseria, o peor, neg¨¢ndose a pagar una operaci¨®n importante a su hija (Carlos Landeros, Yo, Elena Garro). Imagino un poco al personaje, una joven mujer que conoce a Octavio Paz a los diecis¨¦is a?os, que se casa con ¨¦l a los dieciocho y abandona la universidad, una mujer atractiva, rubia, parecida a Tippi Hedren, sobria y elegante, ambos brillantes, ambos ambiciosos, ella misma lo dice: "Nuestra historia fue una historia de amor y de envidia" (PRL). Hasta ah¨ª su historia posee de entrada elementos dram¨¢ticos, pero cuando afirma, "yo vivo contra ¨¦l (Octavio Paz), estudi¨¦ contra ¨¦l, habl¨¦ contra ¨¦l, tuve amantes contra ¨¦l, escrib¨ª contra ¨¦l y defend¨ª a los indios contra ¨¦l, escrib¨ª pol¨ªtica contra ¨¦l, en fin, todo, todo, todo lo que soy contra ¨¦l", me pregunto si alguien puede construir una vida en contra de una sola la persona y qu¨¦ puede haberla empujado a decirlo p¨²blicamente.
Sin embargo, hay que tener en cuenta ciertos elementos, tal vez su historia personal apasione porque se parece mucho a una novela sentimental, y eso puede seducir, pero ?qu¨¦ hubo realmente de su trabajo como autora, de sus novelas y sus piezas de teatro, de sus textos cortos, uno de los cuales es elogiado por Sergio Pitol como una joyita, La culpa es de los Tlaxcaltecas, qu¨¦ hubo de su novela Recuerdos del porvenir, o de los Testimonios de Mariana? "La Tolst¨®i de M¨¦xico", como la llam¨® Borges, s¨ª produjo una obra importante, a tono con su tiempo, con la situaci¨®n social y pol¨ªtica que ella ve¨ªa de cerca y que despert¨® sus ganas de ser un personaje de novela, activo, importante en la historia de su pa¨ªs. Porque M¨¦xico, igual que Per¨², ten¨ªan, y tienen, historias no resueltas y toda toma de palabra significa un acto pol¨ªtico; de alienaci¨®n o de rebeld¨ªa, por lo que presiento que la Garro al asumir la palabra se vio obligada a asumir el personaje que su pa¨ªs vio en ella y que retrat¨® en Testimonios de Mariana, un personaje mundano, autodestructivo, consciente de su situaci¨®n de minor¨ªa en el mundo. Y sin poder trascenderla. Una persona con mucha c¨®lera, con mucha frustraci¨®n, s¨®lo as¨ª se entiende la denuncia que hizo de una serie de intelectuales (entre los cuales hab¨ªa muchos amigos de Octavio Paz, Leonora Carrington, por ejemplo) durante el levantamiento de estudiantes en Tlatelolco (1968) que el presidente de turno, Gustavo D¨ªaz Ordaz, orden¨® masacrar. A la cabeza de todo esto, un personaje que marc¨® la vida de la Garro, dirigente del partido m¨¢s importante, el PRI (Partido Revolucionario Institucional), Carlos Madrazo Becerra. Se supone que Madrazo quer¨ªa modernizar el PRI y acabar con los a?os de tiran¨ªa, se supone que pose¨ªa los instrumentos, idealista, inteligente, sensible, pero muere en un accidente de helic¨®ptero que todo el mundo sospecha como un asesinato. Esto pertenece a un cap¨ªtulo negro de la historia de M¨¦xico; la Garro, es otro, en la literatura hecha por mujeres. Dice Garro: "En M¨¦xico, por el simple hecho de ser mujer, todo queda invalidado... En M¨¦xico, apenas una mujer es un poco inteligente, tiene otras aspiraciones, quiere hablar, escribir, hacer algo, todos se confabulan para ver qu¨¦ le hacen, c¨®mo la destruyen, c¨®mo la da?an".
La Garro, entonces, se sit¨²a del lado de mujeres fuertes, activas, inquisidoras, como Nahui Olin, como Sor Juana In¨¦s de la Cruz, atrapadas en el drama de la reacci¨®n, sin tiempo para procesar estrategias para salir de su aprisionamiento, sin tiempo para dar forma a un discurso sereno, menos belicoso: "Mi padre me ense?¨® a ser independiente. Desde ni?a supe por ¨¦l que la ¨²nica manera de ser independiente era logrando la independencia econ¨®mica, por eso fue a la universidad en un tiempo en que era un deshonor que una joven bien educada frecuentara ese lugar...". Elena Garro obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia, en 1963, por su novela Recuerdos del porvenir, Octavio Paz era miembro del jurado. Si ella construy¨® su trabajo en contra de quien fue su compa?ero de varios a?os, su obra pudo sostenerse sola y llegar hasta nosotros.
Patricia de Souza (Cora-Cora, Ayacucho, Per¨², 1964) es autora de seis novelas, entre ellas, La mentira de un fauno (Lengua de Trapo, 1999); Electra en la ciudad (Alfaguara, 2006) y Ellos dos (Lima, Editorial San Marcos, 2007). Blog: http://palincestos.blogspot.com/
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