Robinho es esencial
El brasile?o devuelve a la vida al Madrid ante un Recreativo que s¨®lo cedi¨® al verse en inferioridad num¨¦rica
Robinho reapareci¨® para confirmar su condici¨®n de esencial en el Madrid. Sali¨® a escena con el impacto de los jugadores se?alados en una de las noches m¨¢s sombr¨ªas de su equipo. Al cabo de un partido miserable, Schuster le hizo entrar para resolver lo que parec¨ªa condenado al fracaso. Hab¨ªa sido un intercambio desbocado, un duelo que el Madrid sufri¨® con la ineptitud propia de los que no encuentran respuestas. El Recreativo lo hab¨ªa metido en un problema. Estaba en los huesos y Robinho le devolvi¨® a la vida. Apenas entr¨® en contacto con la pelota, su primer remate vali¨® el triunfo. Su segundo tiro lo certific¨®. Dos golpes, dos goles.
El Madrid se jugaba el liderato, pero el que tom¨® la iniciativa fue el Recre. Lo hizo con la convicci¨®n de un equipo importante, atento en la defensa, casi suficiente, y profundo en el ataque. Martins, Varela, Camu?as y Sinama hicieron un ejercicio de asociaci¨®n que desconcert¨® al Madrid. El blanco es un equipo sin demasiado f¨²tbol por parad¨®jico que pueda parecer. Sus t¨¦cnicos lo saben y sus jugadores lo empiezan a sospechar. El car¨¢cter que alienta a los iluminados ha dado paso a cierta toma de conciencia que en ocasiones resulta perniciosa. No es bueno saberse limitado si ese conocimiento inspira inseguridad. Ayer, al verse apretado, se dej¨® intimidar. Si no dimiti¨® fue gracias a la intervenci¨®n de Ramos y Diarra, que, en situaciones de angustia, se convierten en imprescindibles.
RECREATIVO 2 - REAL MADRID 3
Recreativo: Sorrentino; Bouz¨®n, C¨¢ceres, Beto, Poli (Martin, m. 77); Barber, Martins; Varela, Camu?as (Zah¨ªnos, m. 69), Aitor (?lvarez, m. 63); y Sinama. No utilizados: Barbosa; Bautista, Gerard y Rub¨¦n.
Real Madrid: Casillas; S. Ramos, Cannavaro (Robinho, m. 73), Heinze, Torres; Gago, Diarra; Robben (Higua¨ªn, m. 77), Baptista, Drenthe (Pepe, m.58); y Ra¨²l. No utilizados: Dudek; Marcelo, Balboa y Soldado.
?rbitro: Iturralde Gonz¨¢lez. Expuls¨® a Jordi Garc¨ªa (m. 46), preparador f¨ªsico del Madrid, a Beto (m. 51) y a ?lvarez (m. 68) con roja directa, y a Ramos (m. 55) por doble amarilla. Tambi¨¦n amonest¨® a Bouz¨®n, Robben, Cannavaro, C¨¢ceres y Sinama.
Goles: 1-o. M. 17. C¨¢ceres remata solo en el ¨¢rea. 1-1. M. 28. Ra¨²l, de cabeza, tras chocar con Sorrentino. 1-2. M. 74. Robinho, tras un rechace en la frontal. 1-3. M. 91. Robinho, de vaselina. 2-3. M. 93. Martins, de falta.
Nuevo Colombino: 20.000 espectadores.
Martins someti¨® a la defensa del Madrid a un proceso de desgaste. El portugu¨¦s, meritorio de Scolari, hizo todo lo necesario para ir a la Eurocopa. Su repertorio de pases a Varela y Camu?as mantuvo en constante alerta a la defensa del Madrid. No hubo respiro para Heinze y Cannavaro. Ni la colaboraci¨®n de Ramos y Diarra result¨® suficiente para sellar las v¨ªas de agua. El Madrid pas¨® de la tensi¨®n a la angustia. El remate parec¨ªa inminente y Casillas lo esperaba agazapado. Lleg¨® antes del segundo cuarto, en una jugada a bal¨®n parado. Una falta lateral, lanzada por Martins. El Madrid puso todas las condiciones para dejar expuesta su porter¨ªa. Fue un monumento a la falta de atenci¨®n. C¨¢ceres, imprescindible en el juego a¨¦reo del Recre, se vio solo. Libre en el segundo palo. Nadie le tap¨®. Nadie le impidi¨® poner el pie y empalmar el bal¨®n seg¨²n bajaba, llovido, desde 40 metros. Fue el primer tiro del Recre entre los tres palos. Y fue a la red.
No parec¨ªa la mejor noche de Casillas. Pero estaba llamado a salvar al Madrid con tres intervenciones decisivas. La primera, en la ¨²ltima jugada de la primera parte, cuando, solo ante Sinama, desvi¨® el tiro. Las otras dos, en la segunda mitad, cuando desbarat¨® dos remates de Sinama y Martins en la fase m¨¢s caliente. Porque el partido, que el Recre empez¨® dominando con solvencia, se torn¨® ¨¢spero, vertiginoso. El Recre no supo administrar su ventaja y se dej¨® llevar por las emociones. Perdi¨® un poco de energ¨ªa, baj¨® la guardia y cedi¨® metros. Drenthe culmin¨® entonces lo que hab¨ªa anunciado. El holand¨¦s, que hab¨ªa probado los tacos de Bouz¨®n, no se achic¨®. Encar¨® siempre. Hasta que se fue. Su determinaci¨®n y su potencia contrastaron con las vacilaciones de Robben. Cuando pudo, meti¨® el centro. No fue un buen centro, pero Sorrentino midi¨® mal. Ra¨²l meti¨® la cabeza. Tal vez en fuera de juego. Hubo un choque, el delantero y el meta se desplomaron aturdidos y el bal¨®n termin¨® en la porter¨ªa. En su primer disparo, el Madrid empat¨®.
El gol aceler¨® el partido. Se aceleraron las pulsaciones de los jugadores. De la confusi¨®n se pas¨® a la violencia. Sergio Ramos, tan valioso en la primera parte, fue expulsado en la segunda por una entrada dura. El mismo camino transit¨® Beto por agredir a Heinze. El ¨¢rbitro reparti¨® justicia. Pero el duelo no tard¨® en volverse a desequilibrar. Quique ?lvarez dej¨® a su equipo con nueve jugadores despu¨¦s de lesionar a Robben. El holand¨¦s intent¨® seguir, pero no pudo. La velada se hab¨ªa convertido en una escaramuza. Todo derivaba hacia una conclusi¨®n inevitable. En la agitaci¨®n perdi¨® el Recre, desfigurado, convertido en un equipo vulgar. En ese ¨¢mbito, los tipos como Robinho hacen estragos.
Ra¨²l y su gol 199
Delantero centro. Su posici¨®n en los cadetes del Atl¨¦tico; el lugar que ocup¨® en Zaragoza, con 17 a?os, cuando Valdano le dio la alternativa en octubre de 1994. Ra¨²l, de vuelta a sus ra¨ªces con 30 a?os, ocup¨® ayer en solitario el ataque por la lesi¨®n de Van Nistelrooy. Y cumpli¨® su funci¨®n: la del gol.Con el de ayer ya son 12 esta temporada. M¨¢s que los tres a?os anteriores (7, 5 y 9), en los que retras¨® su posici¨®n en el campo para dejar hueco a otros. Ayer no celebr¨® su tanto, el 199 que marca en Liga, como suele ser habitual, con los pulgares reivindicando el 7 de su espalda. Noqueado en el suelo tras chocar con Sorrentino en la acci¨®n, tampoco estar¨ªa pensando en que su tanto se produc¨ªa en el partido 643 que jugaba con la el¨¢stica blanca, igualando as¨ª a Santillana. El c¨¢ntabro era hasta ayer en solitario el segundo jugador del Madrid con m¨¢s partidos jugados.Hasta ayer. Porque ese goleador del que presum¨ªa Jes¨²s Gil en las televisiones est¨¢ a 65 partidos de igualar a Sanchis, que con 712 es el ¨²nico que aguanta el envite de Ra¨²l. "Un Ferrari que nos pasar¨¢ a todos", sol¨ªa decir Hierro cuando le preguntaban por su compa?ero de equipo. Profec¨ªas aparte del actual director deportivo de la selecci¨®n espa?ola, lo cierto es que pocos r¨¦cords le quedan por batir a Ra¨²l. El capit¨¢n madridista es, con 44 goles, el m¨¢ximo anotador hist¨®rico de la selecci¨®n y m¨¢ximo goleador de la Champions.Pero Ra¨²l, en su 14? temporada de blanco, a¨²n se marca retos. El siguiente es superar a Di Stefano que, con 216 goles, es el m¨¢ximo goleador blanco en Liga. Tiempo tendr¨¢ despu¨¦s de su reciente renovaci¨®n vitalicia.
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