Los tres 'booms' del mundo ¨¢rabe
El mundo ¨¢rabe vive tres booms: uno demogr¨¢fico, otro de terrorismo y otro econ¨®mico. En el norte de ?frica y en Oriente Pr¨®ximo la poblaci¨®n, especialmente los j¨®venes, crece aceleradamente; el radicalismo pol¨ªtico y religioso que conduce al terrorismo, tambi¨¦n. Estos dos primeros no son novedad. Pero el boom econ¨®mico del mundo ¨¢rabe abarca ahora a los pa¨ªses sin petr¨®leo, lo cual es nuevo. Estamos acostumbrados a ver c¨®mo los pa¨ªses que exportan petr¨®leo tienen un boom cada vez que sube el precio del barril. Lo que no hab¨ªamos visto desde hace d¨¦cadas es que pa¨ªses como Egipto, Jordania y otros que no son exportadores experimenten una sustancial y prolongada expansi¨®n econ¨®mica. Y esto es lo que est¨¢ sucediendo.
Una mejor calidad de vida no elimina el terrorismo, pero disminuye el n¨²mero de desesperados
Desde 2001, las econom¨ªas del norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo se han venido expandiendo a un ritmo del 5% anual. Durante la d¨¦cada de los noventa, su crecimiento fue de un magro 2,7% al a?o.
Con una poblaci¨®n que crece muy r¨¢pido, las econom¨ªas deben crecer a¨²n m¨¢s r¨¢pido para que la pobreza no aumente. En los pa¨ªses ¨¢rabes esto llevaba m¨¢s de 20 a?os sin suceder. Pero el a?o pasado el ingreso promedio por persona en toda la regi¨®n creci¨® m¨¢s del 4%, un r¨¦cord hist¨®rico (durante la d¨¦cada de los noventa el promedio anual fue del 1,7%). El aumento de los ingresos personales se debe principalmente a la aparici¨®n de nuevos puestos de trabajo.
Las causas del actual boom econ¨®mico ¨¢rabe son muchas y var¨ªan en cada pa¨ªs. Obviamente el petr¨®leo es un factor importante. Pero hay otros. Los pa¨ªses exportadores de productos agr¨ªcolas, minerales y otras materias primas se est¨¢n beneficiando de la gran demanda mundial. El auge del turismo y de las remesas de los emigrantes y el aumento en las inversiones tanto de los pa¨ªses petroleros vecinos como de China, Europa y Estados Unidos han ayudado a la reactivaci¨®n econ¨®mica. Al igual que lo han hecho los mayores intercambios comerciales y financieros con Europa. En menor medida, tambi¨¦n han ayudado las reformas gubernamentales que han reducido en algo las asfixiantes reglas que articulan y corrompen al sector privado.
Este boom econ¨®mico es una muy buena noticia. M¨¢s que nada porque muestra que el mundo ¨¢rabe es perfectamente capaz de acelerar su hasta ahora lento ritmo de progreso. Y este ritmo hay que acelerarlo a¨²n m¨¢s si se quiere impedir que los dos otros dos booms conduzcan a situaciones catastr¨®ficas.
Tener en el norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo econom¨ªas m¨¢s capaces de generar empleos a gran velocidad no es tan s¨®lo una posibilidad interesante, es un requisito cr¨ªtico para la estabilidad de estos pa¨ªses y hasta del resto del mundo.
Los pa¨ªses ¨¢rabes tienen el mayor n¨²mero de j¨®venes, y de j¨®venes desempleados, del planeta. Esta regi¨®n -donde dos tercios de la poblaci¨®n vive en pa¨ªses sin petr¨®leo- deber¨¢ generar 55 millones de nuevos empleos en los pr¨®ximos 12 a?os, adem¨¢s de los 15 millones de empleos necesarios para darle trabajo a quienes ya hoy est¨¢n en paro. Este boom de poblaci¨®n joven y desempleada es una fuente importante de peligros para ellos y para todos nosotros. Y este peligro obviamente tiene que ver con el otro boom que viven los pa¨ªses ¨¢rabes: radicalismo y violencia pol¨ªtica y religiosa. Si bien el autoritarismo, la represi¨®n pol¨ªtica y el control policial de los grupos opositores a los gobiernos de esa regi¨®n son la norma, tambi¨¦n lo es que el extremismo isl¨¢mico parece no s¨®lo inmune a la represi¨®n, sino que parece estarse beneficiando de ella, ya que le hace ganar adeptos.
La otra fuente del radicalismo pol¨ªtico es la desesperanza. Una econom¨ªa que produzca m¨¢s empleos y mejor calidad de vida no elimina el terrorismo, pero disminuye el n¨²mero de desesperados que prefiere el asesinato y el suicidio como estilo de vida. Y ya sabemos que el paro, la miseria cr¨®nica y la ignorancia son f¨¢ciles de aprovechar por quienes saben c¨®mo transformar la desesperanza en fanatismo criminal.
Los gobernantes ¨¢rabes har¨ªan bien en entender que el coste de reformar sus econom¨ªas, hacerlas m¨¢s competitivas y menos monopolizadas por sus familiares y amigos es mucho menor que el coste de seguir teniendo millones de j¨®venes desesperados y sin empleo.
mnaim@elpais.es
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