Republicanos
John McCain ser¨¢ el candidato del Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos de Am¨¦rica. De ser electo, suceder¨ªa al peor presidente de los ¨²ltimos ochenta a?os: George W. Bush. Suceder al peor puede ser, sin embargo, lo mejor.
La elecci¨®n de noviembre le ofrece a nuestros vecinos la oportunidad de mirar hacia arriba. De all¨ª la atracci¨®n idealista de Barack Obama. McCain no es, por supuesto, un afroamericano de oratoria sagrada. Habla con calma, aunque con ¨¦nfasis. Obama tiene 46 a?os. McCain ya cumpli¨® los 70 y a cada rato evoca a su mam¨¢ de 94. Obama llena un auditorio de veinte mil almas. McCain, apenas un sal¨®n de mil personas.
McCain ha sido un maverick, un caprichoso e inconformista dentro de su propio partido, sobre todo en pol¨ªtica interior. Se opuso a la ley de impuestos de Bush, descaradamente favorable a los grupos de mayores ingresos. Se opuso a las posiciones conservadoras sobre financiamiento de campa?as pol¨ªticas. Le neg¨® apoyo al gobernador de Florida en un plan de viviendas que favorec¨ªa a los ricos a expensas de los pobres. "Molesta a los ricos, vota por McCain", reza una manta de campa?a. Pero la postura m¨¢s radical de McCain concierne a la migraci¨®n.
Moderado en temas internos, McCain se vuelve agresivo en pol¨ªtica exterior
McCain no deber¨ªa confundir Irak con Jap¨®n y Alemania de la II Guerra Mundial
En diciembre de 2005, McCain y su colega, el senador dem¨®crata por Massachussetts, Edward Kennedy, presentaron la iniciativa de ley S-1033, con tres premisas esenciales. Primero, asegurar la frontera y aplicar las leyes sobre migraci¨®n, llegando a acuerdos de cooperaci¨®n con M¨¦xico y Centroam¨¦rica. Segundo, eliminar el hacinamiento existente en el programa de reunificaci¨®n familiar. En seguida, promulgar un "programa esencial de visas laborales" tendente a otorgar 400.000 visas iniciales a trabajadores migratorios. Esta visa conducir¨ªa a la residencia permanente. Esposa e hijos podr¨ªan seguir al trabajador. Se tratar¨ªa, en suma, de contar con una fuerza laboral estable, segura y productiva.
Comp¨¢rese la propuesta McCain-Kennedy con la peor iniciativa de todas, la del senador Sensenbrenner, republicano de Wyoming, que criminaliza la migraci¨®n indocumentada, ordena la construcci¨®n de 700 millas de muro fronterizo adicional y permite a las autoridades locales aplicar las leyes de la intolerancia y la fuerza.
Ninguna de estas iniciativas, ni las que les han seguido, han logrado la aprobaci¨®n plena del Congreso y no es probable que ello ocurra hasta el a?o 2009. El senador Kennedy advierte que en ausencia de la ley, "a?o con a?o seguir¨¢ la explotaci¨®n del obrero". Nancy Pelosi, l¨ªder dem¨®crata de la C¨¢mara de Diputados, se pronuncia por la reunificaci¨®n de las familias y se niega a comprometer los valores familia res. El legislador Harry Reid apoya el derecho a recibir educaci¨®n de los hijos de inmigrantes. Y su colega Luis Guti¨¦rrez exige valorar y honrar el trabajo de todos: el jardinero es tan importante como el cient¨ªfico.
En contra de estas posiciones, el republicano Tancredo pide la deportaci¨®n de todos los inmigrantes ilegales, la gobernadora Napolitano de Arizona exige penalizar a quienes emplean trabajo migratorio y toda una nube de autoridades dispersas, alcaldes, congresistas locales, gobernadores, adoptan a su buen saber y entender medidas contra el trabajador migratorio, apelando a la democracia, la seguridad nacional, el patriotismo y, sin decirlo, al chovinismo y la xenofobia.
Es sobre este conflictivo fondo que se proyecta la candidatura de McCain. Sus posiciones razonables sobre migraci¨®n son conocidas y le valieron sonoras rechiflas de los republicanos conservadores al principio de la campa?a. Pol¨ªtico al cabo, McCain diluy¨® su postura anterior, limit¨¢ndose a declarar que su prioridad es asegurar la frontera y olvid¨¢ndose de su anterior pol¨ªtica de abrirle caminos para la ciudadan¨ªa al inmigrante.
Como dice la anciana madre de McCain, el conservadurismo republicano "se tapar¨¢ las narices" y acabar¨¢ apoyando a quien la convenci¨®n nacional designe como candidato. Por lo dem¨¢s, McCain es el ¨²nico republicano que cuenta con gran parte del voto independiente, decisivo en la elecci¨®n general.
Al final del camino, sin embargo, el gigantesco embrollo en torno al tema migratorio s¨®lo encontrar¨¢ v¨ªa de soluci¨®n mediante el acuerdo entre el presidente mexicano, Felipe Calder¨®n, y el nuevo presidente norteamericano, sea McCain o sea Obama. La posici¨®n mexicana es muy clara. Ernesto Zedillo se ha referido a la contribuci¨®n que el migrante hace al pa¨ªs anfitri¨®n. Felipe Calder¨®n habla de mantener abiertas las puertas de la migraci¨®n legal. Pero tambi¨¦n se refiere a nuestra obligaci¨®n de crear oportunidades de trabajo en M¨¦xico.
Las posiciones moderadas de McCain en asuntos internos y bilaterales, sufren una modificaci¨®n agresiva en cuanto se refiere a temas internacionales. Como todos saben, McCain fue prisionero de guerra en Vietnam durante esa mal llamada contienda colonial que el Gobierno de Francia le endilg¨® al de los Estados Unidos so pretexto de "restauraci¨®n" de una inexistente democracia contra una imaginaria "invasi¨®n" china.
Porque sufri¨® en Vietnam, McCain deber¨ªa saber que no puede amalgamar la ocupaci¨®n de Alemania y Jap¨®n tras la Segunda Guerra Mundial, la guerra de Corea y la guerra de Vietnam con la intervenci¨®n armada en Irak. Para justificar ¨¦sta, McCain invoca aqu¨¦llas. Falso. Alemania y Jap¨®n eran dos fuerzas militares y pol¨ªticas poderos¨ªsimas cuya intenci¨®n era imponer un r¨¦gimen totalitario en Europa y Asia. Vencerlos tom¨® seis a?os y una p¨¦rdida gigantesca de vidas y haciendas. Corea tuvo como prop¨®sito detener el avance de la China comunista en el contexto de la Guerra Fr¨ªa entre Washington y Mosc¨². Vietnam fue una guerra del colonialismo contra la independencia y unificaci¨®n de Indochina. Hoy, en Vietnam el triunfador gobierno comunista preside sobre una econom¨ªa floreciente y tiene las mejores relaciones con el Gobierno (y la empresa) de los Estados Unidos. Los muertos fueron en balde.
Irak es asunto diferente. El Gobierno autoritario de Sadam Husein fue armado y apoyado por los Estados Unidos para combatir al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s iran¨ªes. Husein se creci¨®. La criada result¨® respondona y Husein invadi¨® Kuwait. El Gobierno de Bush padre lo derrot¨® pero mantuvo la cabeza y no se meti¨® al laberinto de la invasi¨®n y ocupaci¨®n de Irak. Siguiendo el buen consejo de Colin Powell, James Baker y Brent Scowcroft, para quienes un ataque a Irak "destruir¨ªa la guerra contra el terrorismo".
Los atentados terroristas del 11 de septiembre le dieron a los Estados Unidos el apoyo y la simpat¨ªa mundiales. Bush hijo no tard¨® en disipar ambos invadiendo Irak so pretexto de que pose¨ªa armas de destrucci¨®n masiva. No hab¨ªa tales armas en Irak. Tampoco hab¨ªa terroristas. S¨®lo la ocupaci¨®n americana le abri¨® las puertas a Al Qaeda. Brillante haza?a.
?De manera que McCain quiere quedarse 100 a?os en Irak? Creo que no se lo permitir¨¢n las fuerzas m¨²ltiples y poderosas, religiosas, tribales, pol¨ªticas y ¨¦tnicas, kurdos, sun¨ªes y chi¨ªes, que se encargar¨¢n de darle un rostro propio a la Mesopotamia.
Hablo como mexicano. Los Estados Unidos intervinieron en el proceso pol¨ªtico de la Revoluci¨®n tres veces entre 1913 y 1917. El embajador de Taft, Lane Wilson, fue co-autor del derrumbe y asesinato del presidente leg¨ªtimo, Francisco Madero. El presidente Woodrow Wilson invadi¨® Veracruz contra el dictador Huerta en 1913, y s¨®lo lo reforz¨®. El general Pershing encabez¨® la "expedici¨®n punitiva" contra Pancho Villa en 1917 y fracas¨® porque Villa ten¨ªa "lo mero principal". Los Gobiernos de Harding y Coolidge hostigaron a los reg¨ªmenes de Obreg¨®n y Calles. S¨®lo en 1938, a ra¨ªz de la expropiaci¨®n petrolera, Franklin Roosevelt lleg¨® a un acuerdo con L¨¢zaro C¨¢rdenas: siempre habr¨¢ problemas entre los Estados Unidos y M¨¦xico y siempre se podr¨¢n resolver en paz, mediante la negociaci¨®n diplom¨¢tica.
Durante los siguientes 60 a?os, los Estados Unidos convivieron con el r¨¦gimen autoritario del PRI. Aprendieron la lecci¨®n. ?Aprender¨¢n, en Irak, la "lecci¨®n mexicana"? As¨ª, confluyen en la campa?a de John McCain, y en su eventual presidencia, lecciones hist¨®ricas que no deben olvidarse: Irak no es Jap¨®n, Alemania, Corea o Vietnam, y la migraci¨®n laboral es responsabilidad social y humana de M¨¦xico y de los Estados Unidos.
Carlos Fuentes es escritor mexicano.
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