Los usuarios de los autobuses viven la huelga resignados y enfadados

Resignaci¨®n, desinformaci¨®n y gotas de indignaci¨®n podr¨ªan ser las palabras que mejor describir¨ªan el ¨¢nimo de los usuarios que sufrieron ayer la huelga de autobuses de Barcelona. Muchos de ellos se vieron forzados a buscar alternativas de transporte para llegar a sus destinos. Algunos optaron por el metro, que iba bastante m¨¢s lleno de lo habitual, y no pocos por recurrir al veh¨ªculo propio, lo que se evidenci¨® en el tr¨¢fico del centro de la ciudad, que se increment¨® el 3%, seg¨²n reconocieron los responsables del ?rea de Circulaci¨®n del Consistorio.

M¨¢s viajeros en el metro y m¨¢s coches por el paro de los autobuses

Tras los altercados de la madrugada, la huelga transcurri¨® con tranquilidad durante el resto del d¨ªa, aunque con las inevitables molestias para los usuarios. Las paradas de autobuses manten¨ªan a primera hora de la ma?ana una apariencia de normalidad. Sin embargo, la alteraci¨®n de la frecuencia de paso de los autobuses caus¨® importantes acumulaciones de viajeros en algunos puntos concretos.

Numerosos usuarios no pudieron coger su autob¨²s en un primer intento porque llegaban repletos. Estas esperas incrementaron el retraso en la llegada a sus destinos. Era el caso de Galo Moya, de 39 a?os, al que se le cerr¨® la puerta del autob¨²s ante sus narices. "Con esta huelga, uno llega tarde al trabajo. Y adem¨¢s, los servicios m¨ªnimos son insuficientes, ya ve c¨®mo van de llenos los autobuses, me he tenido que quedar fuera", afirmaba. Otros, como el jubilado Jos¨¦ Frago, de 75 a?os, en cambio, tuvieron que esperar en las paradas "m¨¢s de media hora", aunque se hab¨ªa establecido que los intervalos de paso no superar¨ªan los 30 minutos.

Los usuarios m¨¢s afectados fueron aquellos que no ten¨ªan alternativa. Marta Pomar, estudiante de 17 a?os, se quejaba de que depende exclusivamente del bus, que debe coger cada d¨ªa "por la ma?ana, al mediod¨ªa y por la tarde", ya que con el metro tarda "demasiado".

La mayor¨ªa de los pasajeros se lamentaban de que siempre son los perjudicados, aunque algunos desconoc¨ªan la convocatoria y sus motivos. Resurrecci¨®n Albaladejo, de 52 a?os, afirmaba: "Los usuarios somos quienes lo pagamos. Yo s¨®lo tengo un d¨ªa de fiesta y no me quejo. Si consiguen los dos d¨ªas, tambi¨¦n saldremos perjudicados porque habr¨¢ incrementos de tarifas".

Otra de las exigencias de los huelguistas es cobrar los 30 minutos de descanso establecidospor cada seis horas de conducci¨®n. Javier Panisey, conductor de 46 a?os, justifica la reivindicaci¨®n: "Durante el descanso seguimos a disposici¨®n de la empresa y apenas podemos bajar del bus".