Otra Thyssen reina en el arte
Francesca, hija del bar¨®n, presenta en Austria su 'tesoro' de obras contempor¨¢neas
Todo empez¨® como una obsesi¨®n. Fue hace siete a?os, en una exposici¨®n de la artista Janet Cardiff en el PS1 de Nueva York. A Francesca von Habsburg-Lothringen, hija del bar¨®n Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza y esposa del archiduque Karl Habsburg-Lothringen, le fascin¨® lo que vio. Y quiso hacerse con una pieza de la artista. Concert¨® una cita con los galeristas y les cont¨® su intenci¨®n de adquirir una obra. "Me preguntaron qu¨¦ m¨¢s obra ten¨ªa, y cuando les respond¨ª casi me echaron a la calle", recuerda. "Pas¨¦ un a?o entero intentando comprar una pieza de Cardiff, hasta que un d¨ªa, hablando con ella, me lo aclar¨® todo. 'Mira', me dijo, 'yo produzco tan poca obra que necesito que sea un centro de arte o una fundaci¨®n la que la adquiera, para que tenga visibilidad'. Dos meses despu¨¦s estaba en su estudio con una fundaci¨®n creada y una propuesta de exposici¨®n".
As¨ª naci¨® una de las colecciones privadas de arte contempor¨¢neo m¨¢s importantes de Europa, la Thyssen-Bornemisza Art Contemporary. Lo contaba ayer Francesca von Habsburg-Lothringen a EL PA?S en el Museo Kunsthaus de Graz (Austria), durante la presentaci¨®n de una exposici¨®n de obras de su colecci¨®n, montada en torno al concepto borgiano del aleph, aquel peque?o punto que conten¨ªa todos los tiempos y todos los lugares del universo. Una met¨¢fora, en cierto modo, de la ambici¨®n de una colecci¨®n de arte de ser un microcosmos de todo el arte del mundo. La exposici¨®n Collection as aleph cuenta con obras de Olafur Eliasson, Paul McCarthy, Sarah Lucas, Tracey Emin, Douglas Gordon o los cubanos Los Carpinteros.
La Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, con cerca de 400 obras de los m¨¢s destacados artistas de estos inicios del siglo XXI, es una colecci¨®n errante. No tiene un centro permanente de exposici¨®n, m¨¢s all¨¢ del local que sirve de sede de la fundaci¨®n en Viena. Las obras se ven en muestras que montan espor¨¢dicamente, se prestan a museos y se mueven en originales proyectos de itinerancia.
Francesca, de 49 a?os, asegura que tiene planes de presentar la colecci¨®n en Espa?a, en el Museo Thyssen-Bornemisza, a cuyo patronato pertenece desde 2002. Guillermo Solana, conservador jefe del museo madrile?o, confirma que pronto expondr¨¢n parte de la colecci¨®n de Francesca. No dan fechas concretas, pero se habla de un par de a?os.
"Quiero jugar un papel importante en el museo de Madrid", admite. Pero no se trata de depositar su colecci¨®n en Madrid permanentemente. "Soy al¨¦rgica a que haya un sitio ¨²nico para mi colecci¨®n", explica.
Francesca, que se opuso en su d¨ªa a que la colecci¨®n de la baronesa Thyssen se fusionara con la familiar, considera que la actividad de su fundaci¨®n contin¨²a y engrandece la colecci¨®n de su padre. "Para m¨ª es importante recordar la enorme contribuci¨®n que ha hecho mi familia", dice, en referencia a la cesi¨®n que realizaron ella y sus hermanos de parte de su herencia para que pudiera hacerse realidad el Museo Thyssen de Madrid. "Mi padre dej¨® dicho que s¨®lo los miembros de la familia pueden continuar la colecci¨®n. Hasta ahora el museo se ha centrado en la gesti¨®n de la colecci¨®n existente, pero creo que nada debe parar esa continuidad de la colecci¨®n".
La vida de la archiduquesa Francesca dio muchas vueltas antes de convertirse en una influyente figura del mundo del arte. Hija del bar¨®n Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza y su segunda mujer, la modelo brit¨¢nica Fiona Campbell, fue educada en Suiza y luego en la escuela de arte de Saint Martins, en Londres, que abandon¨® para dedicarse intensamente a la vida nocturna. Fue una famosa fiestera en el Londres de los ochenta. Prob¨® suerte en el cine, trabaj¨® de modelo, asisti¨® al primer concierto de los Sex Pistols y tuvo una larga relaci¨®n con el cantante Steve Strange, de los nuevos rom¨¢nticos Visage. Hay documentos (ver YouTube) de Francesca haciendo coros con el grupo. Rompi¨® la relaci¨®n, pero no la vida hedonista, que comparti¨® un tiempo con Dodi Al Fayed.
En 1993 se cas¨® con el archiduque Karl Habsburg-Lothringen, que ser¨ªa algo as¨ª como heredero del imperio austroh¨²ngaro si existiera, con quien tiene tres hijos. Por esa ¨¦poca se involucr¨® como conservadora de la colecci¨®n de su padre. "Yo siempre quise ser artista", asegura.
Quiz¨¢ con un ojo puesto en Madrid, pero sobre todo para abrirse puertas en el mercado latinoamericano, las chicas (y el chico) de la fundaci¨®n tienen ante s¨ª una nueva tarea. "El mes que viene", anuncia Francesca, "empezamos clases de espa?ol".
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