De pi?¨®n fijo

Hacer referencia en un debate a un Libro Blanco donde viene todo, es equivalente a reconocer con Don Juan de Mairena que nadie sabe ya lo que se sabe, aunque todos sepamos que de todo hay quien sepa. ZP se refugi¨® el lunes en ese recurso que vuelve inservibles a la vez la iron¨ªa y la may¨¦utica socr¨¢tica.

En un debate serio todo est¨¢ dentro y nada hay fuera. Lo que no se debate no existe. Dicho esto, qued¨® claro que Rajoy se deslegitim¨®, como m¨ªnimo, en dos ocasiones: al repetir, con machaconer¨ªa de la Cope, que ZP miente siempre. Eso no es verdad. Y al enfatizar demasiado los problemas de la inmigraci¨®n -muy serios pero inevitables- sin considerar ninguno de sus lados positivos. Lo que ocurre es que Rajoy sabe que la inmigraci¨®n asusta sobre todo al electorado obrero, que vive la competencia en sus carnes y sabe que votar¨¢n a favor de quien tenga, con la inmigraci¨®n, mano dura.

Es posible que Zapatero estuviera m¨¢s ¨¢gil, aunque no m¨¢s profundo que de costumbre. ZP es un comunicador superficial que quiz¨¢ encante a una juventud-SMS, muy poco articulada. Es f¨ªsicamente muy Mr Bean, con su cara relavada de pepona masculina, ?es eso lo que gusta a las mujeres?

Rajoy, en cambio, tiene la ventaja de ser feo y parecer realista, cosa que nos gusta a los sexagenarios que estamos, sin embargo, desmovilizados. Ambos dieron la impresi¨®n de hallarse inc¨®modos. Cuesta creer que ZP vaya ganando, aunque el lunes estuvo m¨¢s flexible que Rajoy. Y cuesta creer que Rajoy llegue a superar a ZP por m¨¢s de un par de puntos. Empate.

?lvaro Pombo es escritor y candidato de Uni¨®n, Progreso y Democracia al Senado por Madrid.