"Quiero desapuntarme del club"
Julia Ant¨®n, de 77 a?os, es la primera en iniciar los tr¨¢mites para apostatar en Rivas
"Quiero ser la primera en apostatar por si me muero y no me da tiempo", aseguraba ayer con la voz cansada Julia Ant¨®n Maeso, vecina de Rivas. Esta mujer de 77 a?os acumula muchas heridas en su vida, pero no guarda ning¨²n rencor. "Crec¨ª casi hu¨¦rfana porque a mis padres los encarcelaron despu¨¦s de la Guerra Civil", cuenta con serenidad esta luchadora. "Me educaron como hija de presos. En el colegio me contaban que mis padres eran malos, que mataban a monjas y quemaban conventos", agrega con escepticismo. Esta mujer ser¨¢ la primera en beneficiarse del nuevo servicio que el Ayuntamiento de Rivas, a 19 kil¨®metros al sureste de Madrid, ha puesto a disposici¨®n de sus vecinos (unos 55.000): financia gratis los tr¨¢mites para apostatar.
"No creo que lo logre... Me tienen que borrar de dos listas", dice Julia
Julia Ant¨®n explica con incredulidad c¨®mo ha sido bautizada dos veces: "En 1931 nos bautizaban a todos al nacer. Aunque mis padres no eran creyentes. Pero en la ¨¦poca... ?imagina!". "La otra", desliza con cierta iron¨ªa, "fue cuando ten¨ªa siete a?os, estaba en una casa de Auxilio Social y como no sab¨ªa nada de religi¨®n nos llevaron a bautizar al castillo de Torrelodones. ?ramos decenas de ni?as y a todas nos pusieron Carmen". La madrina de la ceremonia religiosa fue Carmen Polo, esposa del dictador Francisco Franco, recuerda sentada en un sill¨®n de su casa. "Ahora me da rabia que me cuenten entre los cat¨®licos porque no lo soy. Es como si de peque?a me hicieran socia de un club, del Betis, y ahora no quiero seguir si¨¦ndolo", remarca. Su voz suena con decisi¨®n. Aunque tiene las cosas muy claras, no esconde sus dudas: "No estoy muy convencida, pero por coherencia, como no creo en nada, no quiero seguir formando parte. Me da igual".
Los a?os que siguieron a la guerra fueron dif¨ªciles en la vida de Julia. "En el colegio, que era de la Falange, me ense?aron bien. Termin¨¦ siendo muy creyente", recuerda sin atisbo de arrepentimiento. Ahora Julia no cree en nada, y por eso no tiene nada de lo que arrepentirse. "Cuando ten¨ªa 17 a?os comenc¨¦ a trabajar en una f¨¢brica de tapices y all¨ª empec¨¦ a pensar por m¨ª misma", evoca.
Los padres de Julia hab¨ªan estado en la c¨¢rcel durante la Guerra Civil y fueron represaliados. Su padre estuvo en un campo de concentraci¨®n en Alicante. "Pens¨¢bamos que estaba muerto hasta que lo soltaron. Por eso no quer¨ªan que sus hijos se metieran en pol¨ªtica. Mi madre ten¨ªa mucho miedo", recuerda. Pero Julia no les hizo mucho caso. "En la f¨¢brica me cogieron como enlace sindical de la secci¨®n textil. Era la m¨¢s culta. De algo me sirvi¨® la educaci¨®n en el colegio", a?ade. Esta mujer ha sido activista pol¨ªtica, ha defendido los derechos de los presos pol¨ªticos por la guerra y pertenece a la Asociaci¨®n por la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica.
Julia Ant¨®n tiene dos hijos que han sido bautizados. Tambi¨¦n una nieta que no ha entrado en ninguna iglesia. "Mi hijo tambi¨¦n quiere apostatar", desvela con orgullo. Luis Miguel Sanguino, uno de los dos abogados que ha contratado el Consistorio para que agilicen los tr¨¢mites, explica que el proceso es complicado. "Enviamos formularios a la parroquia de nacimiento y al arzobispado. Pero ¨¦stos intentan dar capotazos y escabullirse", explica.
En el Ayuntamiento estiman que antes de que termine el mes habr¨¢ unas 300 personas que se habr¨¢n acogido a este servicio, asegura Pedro del Cura, concejal de Rivas (IU). A pesar de las buenas intenciones, Julia se muestra esc¨¦ptica: "No creo que lo logre... Es que a m¨ª me tienen que borrar de dos listas".
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