El Che como icono capitalista
A Coru?a expone objetos y obras curiosas protagonizadas por Guevara
?Qu¨¦ rayos pueden tener en com¨²n la agitaci¨®n estudiantil de 1968, un billete de 5 d¨®lares, el actor Omar Sharif, Cristo, la cantante Madonna y hasta una loncha de jam¨®n? Sencillamente la imagen del Che Guevara, aquel retrato fruto del azar que dispar¨® el fot¨®grafo cubano Alberto Korda en 1960 y es hoy considerado como el m¨¢s ampliamente reproducido, copiado y utilizado de la historia de la fotograf¨ªa.
No s¨®lo es un s¨ªmbolo planetario de movimientos pol¨ªticos, publicitarios, pl¨¢sticos o fetichistas. La cara del Che adorna todo tipo de artilugios o situaciones desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. Una imagen que nunca pas¨® de moda ni deja de estar rodeada del halo de la controversia, como pretende subrayar la exposici¨®n ?CH€! Revoluci¨®n y mercado que inaugur¨® anoche la Fundaci¨®n Lu¨ªs Seoane en A Coru?a.
El revolucionario aparece en una loncha de jam¨®n o emulando a Cristo
Unas camisetas destapan su parecido f¨ªsico con Aznar
Toda clase de artilugios, ropa, fotograf¨ªas, carteles, sonidos o pel¨ªculas inspirados en la c¨¦lebre fotograf¨ªa fueron recopilados en 30 pa¨ªses para esta muestra que ofrece un recorrido por mensajes y soportes de lo m¨¢s dispares y contradictorios. No importa que el Che fuese marxista, el capitalismo y las reglas del mercado se han apoderado de su imagen y la han explotado hasta la saciedad. Que m¨¢s da que el revolucionario cubano asegurase que es "todo lo contrario de Cristo" porque siempre luchar¨ªa con todas las armas a su alcance antes que ser clavado en una cruz. Su rostro barbudo es incluido en reproducciones pl¨¢sticas del Cristo crucificado o sentado junto a los disc¨ªpulos en la ¨²ltima cena.
La estampa del Che "es asimilada a la iconograf¨ªa cristiana" y aquella fotograf¨ªa suya "abri¨® la guerra de la imagen en el mundo", afirmaron ayer el director de la fundaci¨®n, Alberto Ruiz de Samaniego, y el responsable de exposiciones del Palau de la Virreina de Barcelona, Iv¨¢n de la Nuez, dos de las instituciones que coproducen en Espa?a esta muestra comisariada por la norteamericana Trisha Ziff en colaboraci¨®n con museos y universidades de California, Berl¨ªn y M¨¦xico.
La inclusi¨®n del s¨ªmbolo del euro en el nombre del guerrillero que encabeza el t¨ªtulo de la exposici¨®n subraya el formidable merchandising que genera la imagen. "Fue pura suerte", afirma Korda, un fotogr¨¢fo de moda reconvertido en retratrista oficial de Fidel Castro en los inicios de la revoluci¨®n, al relatar, en una entrevista filmada, c¨®mo, en un funeral en La Habana de 136 compatriotas muertos durante un ataque, dispar¨® el retrato al Che. Aquel d¨ªa la atenci¨®n de Korda estaba centrada en tomar im¨¢genes de Castro, Jean-Paul Sartre o Simone de Beauvoir. Fue a la muerte del Che, cuando el retrato, de expresi¨®n "encabronada y dolida", dice Korda, dio la vuelta al mundo.
En la exposici¨®n, que permanecer¨¢ en A Coru?a hasta el 18 de mayo, hay fotograf¨ªas de Annie Lebovitz, el cuadro del brasileiro Vik Muniz que reproduce la cara del Che con una lata de frijoles, la obra del mexicano Pedro Meyer que en un billete de cinco d¨®lares sustituye la efigie de Lincoln por el icono de Ernesto Guevara. Hay tambi¨¦n objetos populares y kitsch, como botellas de cervezas o licores que incorporan como emblema un Che que aborrec¨ªa el alcohol. Un revolucionario cuyo rostro aparece incluso en una anodina loncha de jam¨®n. El artista Joan Fontcuberta se puso un d¨ªa a recortar jam¨®n hasta que apareci¨® su semblanza.
En Nueva York la exposici¨®n fue boicoteada por la comunidad cubana. En Londres, al l¨ªder del Sin Feinn Gerry Adams se le prohibi¨® entrar. En Barcelona, el PP protest¨® porque el ayuntamiento financiara la muestra. Entre los objetos expuestos, hay camisetas en las que el rostro del Che presenta un asombroso parecido a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. La marca Converse utiliz¨® las semejanzas f¨ªsicas entre estos dos pol¨ªticos radicalmente opuestos para una publicidad realizada en Polonia. Pero no fue posible incorporar ese ejemplo a la exposici¨®n. "Nos dijeron que eso en Espa?a estaba prohibido", cuenta Iv¨¢n de la Nuez.
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