La OTAN se extiende hasta los Balcanes

La OTAN mantiene vivas sus aspiraciones de crecer en el ¨¢rea euroatl¨¢ntica y espera dar el visto bueno a una nueva ampliaci¨®n a tres pa¨ªses en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno prevista del 2 al 4 de abril en Bucarest. Los invitados ser¨¢n Croacia, Albania -que ser¨¢ el segundo pa¨ªs musulm¨¢n de la Alianza, despu¨¦s de Turqu¨ªa- y Macedonia. Pero todo pende de un hilo: Grecia ha dejado bien claro que vetar¨¢ la admisi¨®n de Macedonia si el pa¨ªs no cambia de aqu¨ª a entonces su nombre. Atenas apoya la ampliaci¨®n, pero acusa al Gobierno macedonio de intransigencia nacionalista y teme que una Macedonia con ese nombre puede plantear alg¨²n d¨ªa reclamaciones territoriales sobre la Macedonia griega. "Si no hay consenso, habr¨¢ un problema", pronostic¨® ayer el secretario general aliado, Jaap de Hoop Scheffer.

Grecia amenaza con vetar a Macedonia si el pa¨ªs no cambia de nombre

"No hay cansancio en la ampliaci¨®n y conf¨ªo en que en la cumbre de Bucarest se pueda decir que la familia de la OTAN ha crecido", anunci¨® Scheffer al concluir la reuni¨®n de ministros de Exteriores aliados dedicada a afinar detalles para Bucarest.

Uno de los previstos hitos de esa cita ser¨¢ la decisi¨®n de extender la Alianza a los Balcanes, tras la admisi¨®n de Eslovenia en 2004. Croacia, Albania y Macedonia est¨¢n inmersas en un plan de reformas pol¨ªticas y militares orientado a esa integraci¨®n, que avanza a satisfacci¨®n de todos en el caso croata, algo menos en el macedonio y bastante menos en el alban¨¦s. Los aliados miran para otro lado ante estos dos retrasos porque pretenden hacer un paquete con los tres aspirantes que env¨ªe a la regi¨®n y al mundo el mensaje de que la OTAN sigue viva, goza de vigor y tiene proyectos.

El gran golpe de efecto de Bucarest de pasar de 26 a 29 aliados ir¨¢ acompa?ado de un reforzamiento en la relaci¨®n con Bosnia Herzegovina y con Montenegro y de un tender la mano a Serbia para establecer v¨ªnculos estrechos en un futuro indeterminado, cuando Belgrado lo considere. Pero todo el plan est¨¢ pendiente de una cuesti¨®n de denominaci¨®n. Grecia exige que Macedonia, oficialmente llamada Antigua Rep¨²blica Yugoslava de Macedonia, cambie su nombre y lo cualifique con una denominaci¨®n geogr¨¢fica o semejante, que la distinga claramente de cualquier otra Macedonia para evitar tentaciones expansionistas. Atenas ha sugerido diversas posibilidades, del tipo Macedonia del Norte o Alta Macedonia, que Skopje rechaza.

"La pol¨ªtica de nuestro vecino no nos permite tener una postura tan positiva como en el caso de Albania y de Croacia", indic¨® ayer una muy firme ministra de Exteriores griega, Dora Bakoyannis. "El veto es algo que no le gusta a nadie, pero no tenemos otra opci¨®n ante la actitud no constructiva" de Macedonia. "En la OTAN no se usa la palabra veto", tuvo que reconvenirle Scheffer. "Hay un pa¨ªs que aspira a ser miembro y otro que lo es desde hace tiempo. La OTAN decide por consenso. Si no hay consenso, habr¨¢ un problema". El problema est¨¢ ah¨ª y todas las partes ya cuentan los d¨ªas para la fecha l¨ªmite del 3 de abril en que est¨¢ previsto que los l¨ªderes adopten la solemne decisi¨®n. Condoleezza Rice meti¨® presi¨®n a griegos y macedonios. Washington no quiere espect¨¢culos y la secretaria de Estado estadounidense lo dej¨® claro: "Confiamos en que acepten una soluci¨®n porque hay que admitir a Macedonia".

La ampliaci¨®n es una decisi¨®n estrat¨¦gica que da profundidad a la Alianza, pero que tambi¨¦n rinde beneficios a la regi¨®n, a juicio de los aliados. "La integraci¨®n euroatl¨¢ntica es b¨¢sica para los Balcanes si no queremos ver repetidos los horrores de los a?os noventa", apunt¨® Scheffer. De ah¨ª el plan para elevar un escal¨®n la relaci¨®n con Bosnia, Montenegro y Serbia, hoy integrados en la Asociaci¨®n para la Paz, el nivel m¨¢s bajo de nexo estructurado con la OTAN, y a los que se va a ofrecer un Di¨¢logo Intensificado, antesala del Plan de Acci¨®n para la Integraci¨®n que tienen Croacia, Albania y Macedonia y que desemboca en el club. Serbia rechaza, por razones de peso (pol¨ªtica interna y escisi¨®n de Kosovo), este gesto, pero los aliados comprenden a Belgrado. "La mayor¨ªa no quiere cerrar puertas y se les va a invitar, siempre que cumplan las condiciones", apunta una fuente diplom¨¢tica.