La derecha y la democracia paritaria
El reciente varapalo del Tribunal Constitucional al recurso presentado por el PP contra la paridad electoral que se propone en la Ley de Igualdad, nos invita a reflexionar sobre dos cuestiones fundamentales. En primer lugar, sobre la dif¨ªcil, a veces se dir¨ªa que imposible, relaci¨®n entre la derecha y las organizaciones de mujeres y feministas. Y en segundo lugar, sobre el tan tra¨ªdo y llevado concepto de democracia paritaria.
Si se ha definido la relaci¨®n entre la izquierda y el feminismo como la de un matrimonio mal avenido, la relaci¨®n entre la derecha y el feminismo en Espa?a puede explicarse como la de un hondo desencuentro. Quiz¨¢ dos razones expliquen en parte este conflicto: la primera es que la g¨¦nesis hist¨®rica del pensamiento conservador y la del feminismo son profundamente divergentes. El feminismo se fabrica en el coraz¨®n mismo del principio ilustrado de igualdad y es este principio ¨¦tico y pol¨ªtico el que ha alimentado la cultura pol¨ªtica de la izquierda y la del feminismo. La segunda raz¨®n est¨¢ relacionada con la proximidad hist¨®rica de la derecha espa?ola al franquismo, de un lado, y con su cercan¨ªa actual al pensamiento pol¨ªtico m¨¢s conservador y neoliberal, de otro. Ambos hechos separan al PP de las organizaciones feministas y, probablemente, de sectores electorales de mujeres.
Los intereses de las mujeres no pueden ser satisfechos por una derecha ideol¨®gica
Los obst¨¢culos del PP a la Ley contra la Violencia de G¨¦nero o a la Ley de Igualdad nos colocan ante una realidad incontrovertible: de una parte, los intereses de las mujeres no pueden ser satisfechos por una derecha ideol¨®gica que se agarra como un clavo ardiendo a una noci¨®n de igualdad que se revela ciega a la desigualdad de g¨¦nero; de otra, la cultura pol¨ªtica conservadora niega que las mujeres tengamos de facto un d¨¦ficit profundo de recursos pol¨ªticos, econ¨®micos, culturales, de autoridad o de empoderamiento personal en relaci¨®n a los recursos de que disponen los varones. El abismo entre las demandas feministas de desarrollo del principio de igualdad y las pol¨ªticas del PP para las mujeres se torna cada vez m¨¢s profundo.
Ahora bien, este desencuentro entre la derecha conservadora en Espa?a -no as¨ª en otros pa¨ªses europeos- y el feminismo no debe inducirnos a pensar en un encuentro armonioso y feliz entre la izquierda y el feminismo. Nada de eso. Si bien la izquierda en este momento ha apostado por pol¨ªticas de igualdad de g¨¦nero, en otros ha dado la espalda a los intereses de las mujeres. La reivindicaci¨®n de una ley de plazos para la interrupci¨®n de embarazos no deseados es una prueba expl¨ªcita y amarga para las mujeres feministas.
Vayamos ahora a la cuesti¨®n de la paridad. ?Qu¨¦ significa este concepto? La democracia paritaria es una categor¨ªa acu?ada por la teor¨ªa feminista para hacer expl¨ªcita una contradicci¨®n profunda e injusta de nuestras sociedades: las mujeres trabajan activamente en la vida familiar, laboral y comunitaria, pero apenas tienen poder de decisi¨®n en las instituciones de representaci¨®n del Estado, en las c¨²pulas de los poderes f¨¢cticos, en las empresas y sindicatos, en los medios de comunicaci¨®n o en las religiones. Por no mencionar el ingente trabajo gratuito que realizan en el seno del hogar y que apenas es compartido por sus compa?eros o maridos.
La noci¨®n de democracia paritaria da respuesta a los variados e invisibles filtros que expulsan silenciosamente a las mujeres de los espacios en los que existen poder y recursos: de la pol¨ªtica a la empresa, de la cultura a la familia, del partido o sindicato a la ONG... Todas las vindicaciones feministas se pueden resumir en la necesidad de introducir en las sociedades el principio de igualdad entre varones y mujeres en t¨¦rminos de distribuci¨®n de todo tipo de recursos.
La paridad, por tanto, no es un principio de segregaci¨®n entre los sexos, sino una estrategia pol¨ªtica provisional hasta el momento en que se haga efectiva la igualdad en las relaciones sociales y pol¨ªticas entre hombres y mujeres. No es una casualidad que el Informe de Desarrollo Humano que edita el PNUD (Naciones Unidas, 2002) diga expl¨ªcitamente que las cuotas son el ¨²nico camino que ha ampliado la participaci¨®n pol¨ªtica de las mujeres en aquellos pa¨ªses del mundo en que se ha implantado y por ello mismo aconseja su universalizaci¨®n.
Desde este punto de vista, la vindicaci¨®n pol¨ªtica de democracia paritaria se inscribe en la historia de las vindicaciones feministas a favor de la igualdad y por ello es la prolongaci¨®n de la lucha por el voto del movimiento sufragista. En efecto, las cuotas son parte indiscutible de las pol¨ªticas de igualdad, que no son otra cosa que estrategias compensatorias para desactivar zonas oscuras de desigualdad social.
Rechazar las pol¨ªticas p¨²blicas de igualdad para las mujeres, y la filosof¨ªa de acci¨®n afirmativa que las anima, es una de las formas m¨¢s caracter¨ªsticas que ha tenido la derecha espa?ola para mostrar su profundo desapego hacia la igualdad. La paridad es uno de esos hechos pol¨ªticos que se?alan si un partido est¨¢ en la senda de la modernidad y del progreso o si, por el contrario, elige dar la espalda a las mujeres en su forma de organizar las relaciones sociales y de entender la democracia.
Rosa Cobo es profesora titular de Sociolog¨ªa de la Universidad de A Coru?a y directora del M¨¢ster sobre G¨¦nero y Pol¨ªticas de Igualdad de esa universidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.