Los psiquiatras piden a la Administraci¨®n mayor atenci¨®n a los paranoicos
M¨¢s all¨¢ del uso banal del t¨¦rmino, lo paranoico supone un fen¨®meno ps¨ªquico de considerable entidad, que afecta a un 0,7 % de la poblaci¨®n de forma permanente, con una aparici¨®n notable temporalmente en el caso de los consumidores de ciertas drogas, como la coca¨ªna. M¨¢s de 600 profesionales se re¨²nen desde ayer en Vitoria en el 16? Congreso de Actualizaci¨®n en Psiquiatr¨ªa para estudiar los ¨²ltimos avances sobre esta enfermedad mental y su tratamiento.
El paranoico no admite la cr¨ªtica. El mundo est¨¢ en su contra y su vida supone un continuo asedio de los otros para hacerle la existencia imposible. Este podr¨ªa ser el retrato m¨¢ximo de quien sufre paranoia, pero sus s¨ªntomas tambi¨¦n pueden aparecer ligados a otras patolog¨ªas.
Miguel Guti¨¦rrez, codirector del congreso y catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa de la UPV, considera que "los trastornos paranoides se pueden presentar en el contexto de muchas otras patolog¨ªas psiqui¨¢tricas, como en los trastornos de personalidad, depresiones, casos de ansiedad, en el trastorno bipolar, en demencias, en los problemas con drogas, etc¨¦tera".
El congreso servir¨¢ en parte para reclamar una mayor y mejor atenci¨®n por las administraciones p¨²blicas. "Son enfermos mentales graves que se encuentran tras muchas actuaciones violentas en el ¨¢mbito familiar. 'Agredo porque me quieren agredir a m¨ª', podr¨ªa ser su argumento", dice Julio Bobes, catedr¨¢tico de la Universidad de Oviedo.
Diagn¨®stico dif¨ªcil
Bobes destaca las dificultades en el diagn¨®stico de estos pacientes, que se niegan a hablar con nadie de sus percepciones, "hasta el punto de desconfiar del psiquiatra, pero tambi¨¦n del m¨¦dico de cabecera y de la familia". As¨ª, es muy dif¨ªcil que un paranoico acceda a la terapia. "Si piensa que quieren atacarle, el enfermo siempre recelar¨¢ de cualquier tratamiento, sobre todo si es a base de f¨¢rmacos", comenta el catedr¨¢tico de la Universidad de Sevilla Jos¨¦ Giner.
"Son enfermos que sufren much¨ªsimo y cuya curaci¨®n es dolorosa tambi¨¦n para nosotros, no cabe duda", apunta Guti¨¦rrez. Jos¨¦ Giner apunta a una v¨ªa de trabajo imprescindible con estas personas, entre las que se encuentran los que sufren delirios de celos y de persecuci¨®n, vinculados con el consumo de alcohol y coca¨ªna: "Adem¨¢s de la desintoxicaci¨®n imprescindible, luego hay que seguir con la desconexi¨®n afectiva del mundo paranoide; es decir, que si alguien piensa que su mujer le enga?a, que se olvide de esa persona, que la deje en paz. Hay que conseguir que no se toque el tema del delirio".
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