Cruyff s¨®lo aguanta un mes

Aunque a menudo no lo parezca, Johan Cruyff es un tipo bastante simple. Sorprendente muchas veces, pero simple en sus razonamientos. En consecuencia, ayer abandon¨® las funciones de asesor t¨¦cnico del Ajax, cargo sin remuneraci¨®n ni contrato al que lleg¨® hace apenas un mes. En las ¨²ltimas cuatro semanas, Cruyff hizo dos cosas: dio por bueno el fichaje del t¨¦cnico Marco van Basten, que fue presentado el pasado jueves, y aconsej¨® una limpieza a fondo en los cargos de m¨¢xima responsabilidad del f¨²tbol base.

Con lo de Van Basten no ha surgido ning¨²n problema. El Ajax ya ten¨ªa un acuerdo cerrado con el seleccionador holand¨¦s para que se hiciera cargo del equipo al t¨¦rmino de la Eurocopa de Austria y Suiza, un pacto anterior a que Cruyff accediera a marcar la l¨ªnea deportiva del club que le vio nacer. Preguntado al respecto, Cruyff no puso ning¨²n reparo. Al contrario. Pero con el tema de la cantera se rompi¨® el amor.

"Hay una divergencia en cuanto a opiniones profesionales. No se trata de un conflicto personal", se apresur¨® a escampar Cruyff, tratando de evitar interpretaciones, pretendiendo aclarar que su decisi¨®n no encubre un enfrentamiento con Van Basten. "Marco y yo somos amigos y sabe que puede seguir llam¨¢ndome cuando quiera", explic¨® Johan, que a?adi¨®: "Hacen falta medidas dr¨¢sticas para reactivar la cantera. Hice un plan claro, pero mi visi¨®n no es compartida por quienes deber¨ªan ejecutarlo". O sea, por Van Basten, que pretende modificar la l¨ªnea sin cortar cabezas. Cruyff, mucho m¨¢s simple, hab¨ªa aconsejado recuperar la vieja filosof¨ªa sustituyendo a los responsables de la actual estructura.

Adi¨®s, muy buenas. Cruyff ya no asesora al Ajax. Todo muy sencillo: quien se juega la cabeza es Van Basten. Cruyff entiende que, si no coinciden los criterios, toca desmarcarse. Es Van Basten quien cobra por tomar las decisiones y quien recibir¨¢ las cr¨ªticas si no acierta.

En el entorno de Cruyff lo celebran. M¨¢s que nada, porque hasta que le reclamaron desde Amsterdam viv¨ªa muy tranquilo en su casa de Pedralbes, al norte de Barcelona. "No me pod¨ªa negar", explic¨® Cruyff. Sin embargo, ya no le gust¨® la idea de que se hiciera p¨²blico que aceptaba dar consejos. Pero trag¨® cuando se le argument¨® que, econ¨®micamente, era bueno anunciarlo. Al saberse que volv¨ªa, subieron las acciones del Ajax. Al irse, la bolsa estaba cerrada.