Buteflika se aferra al poder
El presidente argelino maniobra para lograr un tercer mandato
Raro es el telediario del ¨²nico canal de la televisi¨®n argelina que no empieza con la declamaci¨®n del responsable de una asociaci¨®n laica o de una zaouia (cofrad¨ªa religiosa) sobre la necesidad de reformar la Constituci¨®n para que el actual presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, de 71 a?os, pueda presentarse el a?o pr¨®ximo a un tercer mandato y, de paso, goce de mayores poderes. "Las escenas son tan burlescas que resulta dif¨ªcil no compararlas con el universo novelesco de Garc¨ªa M¨¢rquez", asegura el diario El Watan.
Todos los argumentos valen. Abdelaziz Ziari, el presidente del Parlamento, lleg¨® a afirmar que la actual limitaci¨®n a dos mandatos de cinco a?os de la presidencia fue una "imposici¨®n" del imperialismo para entorpecer el desarrollo de las sociedades africanas. En realidad fue una enmienda, introducida en 1995, bajo la presidencia del general Liamin Zeroual.
El mandatario sufre problemas de salud y su actividad ha menguado
Primero fue el Frente de Liberaci¨®n Nacional, el antiguo partido ¨²nico, del que Buteflika es presidente honor¨ªfico, el que lanz¨® la idea de la imperiosa revisi¨®n para fomentar la estabilidad institucional y permitir al presidente concluir la obra empezada. El Reagrupamiento Nacional Democr¨¢tico, su principal socio gubernamental, no tard¨® en sumarse a la iniciativa convertida en eje de la vida pol¨ªtica.
El principal interesado, Buteflika, no se ha pronunciado a¨²n sobre la necesidad de esa reforma -lo har¨¢ probablemente este mes- pero en enero, en Tamanrasset (sur del pa¨ªs), pregunt¨® p¨²blicamente: "?Alguien est¨¢ en contra?" Los aplausos contestaron all¨ª mismo a la pregunta.
"La respuesta es s¨ª, nos oponemos", se atrevi¨®, en cambio, a proclamar medio centenar de intelectuales en un manifiesto "pr¨¢cticamente ignorado por la prensa", se lamenta Al¨ª Boudoukha, uno de los firmantes de ese texto contra la revisi¨®n constitucional. Atribuye el silencio de los medios al temor a posibles represalias priv¨¢ndoles de la publicidad de empresas estatales.
"La Constituci¨®n de 1989 fue adquirida al precio de la muerte de cientos de j¨®venes", recuerda el texto. "?No tiene otras prioridades, la Argelia de 2008, m¨¢s que preservar el status quo pese a los emigrantes clandestinos, la carest¨ªa de la vida, el paro y los terroristas kamikazes?".
"S¨ª las tiene, pero el objetivo es distraer a todo el mundo con este asunto subsidiario para no plantear a los argelinos los verdaderos problemas del pa¨ªs", sostiene Abdelaziz Rahabi, que fue ministro portavoz en el primer Gobierno de Buteflika. "El objetivo es disimular un balance desastroso", recalca un comunicado del Reagrupamiento para la Cultura y la Democracia, un peque?o partido laico de los pocos que osan criticar la propuesta.
El balance de casi nueve a?os de presidencia no parece de los m¨¢s halag¨¹e?os. Las reservas de divisas alcanzaron un nuevo r¨¦cord (73.500 millones de euros), gracias al precio de los hidrocarburos, pero el hombre de la calle asegura que no nota esa bonanza. El 75% de los j¨®venes est¨¢ en paro y muchos intentan emigrar. La pol¨ªtica de mano tendida a los radicales islamistas ya no da frutos y en 2007 el terrorismo caus¨® 500 muertos.
"Cuanta m¨¢s inseguridad, m¨¢s tiende el poder a ser autoritario; y cuanto m¨¢s autoritario es, m¨¢s desesperanza genera" con su lote de chavales que emigran a escondidas o que se largan al monte, resume un catedr¨¢tico que prefiere no dar su nombre. "?se es el c¨ªrculo vicioso en el que estamos sumidos".
La pol¨¦mica sobre la revisi¨®n constitucional, mediante refer¨¦ndum o votaci¨®n parlamentaria, ignora un tema p¨²blicamente tab¨², pero recurrente en todas las conversaciones privadas: ?podr¨¢ Buteflika seguir en el poder hasta 2014?
Buteflika ya no es el presidente hiperactivo que fue hasta noviembre de 2005 cuando fue operado en el hospital militar de Val de Gr?ce (Par¨ªs) de una ¨²lcera hemorr¨¢gica, seg¨²n la versi¨®n oficial. Tras una larga convalecencia reasumi¨® sus funciones, pero en p¨²blico aparece p¨¢lido y cansado.
Otros datos confirman la disminuci¨®n de su actividad. Viaja menos dentro y fuera del pa¨ªs, los largu¨ªsimos discursos a los que era tan aficionado no rebasan ahora los 10 minutos; y desde hace cinco meses no ha presidido ning¨²n Consejo de Ministros. En determinadas fechas clave, como el 11 de diciembre, cuando un doble atentado golpe¨® Argel, deb¨ªa de estar fuera, acaso recibiendo tratamiento m¨¦dico, porque no apareci¨®.
De ah¨ª que la reforma en ciernes incluya, probablemente, un cargo de vicepresidente que se har¨ªa cargo del poder si, por razones de salud, el primer mandatario no pudiera ejercerlo.
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