?Viva Rouco!
No creo en las conspiraciones, pero haberlas haylas. Ahora descubrimos que no hubo confabulaci¨®n del 11-M, que no se intent¨® reventar la instrucci¨®n de la causa y con ella al gobierno leg¨ªtimo. En realidad, se trat¨® de una conspiraci¨®n contra el humor. Ha sido un golpe de la Espa?a macabra contra la Espa?a cervantina. Y ha triunfado. He ah¨ª las pompas tristes de los debates, donde los moderadores bien pudieron decir como Tem¨ªstocles al que enarbolaba el bast¨®n: "Pega, pero escucha". He ah¨ª tambi¨¦n las apariciones neog¨®ticas en los m¨ªtines. Cada vez hay m¨¢s personajes que se parecen al cascarrabias que acude todas las ma?anas al centro m¨¦dico; un d¨ªa falta, y cuando le preguntan por la raz¨®n de la ausencia, responde cabreado: "?No fui al m¨¦dico porque me encontraba enfermo!". Ni una iron¨ªa, ni una sutileza, ni una s¨¢tira, ni un eufemismo ni un disfemismo. Nada. Hab¨ªamos comenzado la campa?a con 500 millones de ¨¢rboles y ya no se ve ni un plant¨®n de alcornoque. Eso es culpa de los exterminadores del humor, que se llevan todo por delante. ?Hubo, al menos, perd¨®n? Rajoy llam¨® a Zapatero 62 veces mentiroso, pero nadie le blandi¨® la fotograf¨ªa de los "peque?os hilillos de plastilina", un hito humor¨ªstico en la pol¨ªtica mundial que se encarg¨® de recordar la prensa brit¨¢nica y que en ingl¨¦s suena al mejor Falstaff de Shakespeare: "As little threads of Plasticine that will solidify as they rise" (The Independent, 5.3.2008). No sabemos si la compasi¨®n da votos. Habr¨ªa que pregunt¨¢rselo a monse?or Rouco, nuevo presidente episcopal. Ah¨ª s¨ª que la Iglesia ha apostado por el humor. Dec¨ªa Santa Teresa que un "santo triste es un triste santo". Nuestro hombre, en cambio, encarna la risa pascual. No s¨¦ por qu¨¦, pero con Rouco me ha venido a la memoria un p¨¢rroco que, harto de despotricar contra la Espa?a pecaminosa, resumi¨® en confianza: "?Esto ya parece Sodoma y Gomera!".
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