"La igualdad ha llegado, al menos, a la c¨¢rcel"
Ocho de marzo. Pocas fechas son tan especiales en la vida de Mar¨ªa Escudero, feminista hasta los huesos. Salir en los papeles un d¨ªa como hoy para hablar de igualdad ser¨ªa una enorme alegr¨ªa para ella. Pero esta ex diputada socialista, ahora candidata al Senado, es de l¨¢grima f¨¢cil y hoy tiene sobrados motivos para dejar la alegr¨ªa a un lado. Ayer, como tantos compa?eros en plena campa?a, ella "a¨²n ten¨ªa dos bolos" por la tarde, que silenciaron disparos de pistola. "F¨ªjate, qu¨¦ horror".
Pero ETA no puede alterar las cosas y hoy es 8 de marzo, otro d¨ªa especial para hablar de la lucha de las mujeres.
El d¨ªa del almuerzo con Escudero son necesarios hasta cuatro mensajes de m¨®vil para que asome por el comedor del Congreso de los Diputados, que ya hace un rato que cerr¨® la cocina. Con las mesas desnudas, y los mostradores vac¨ªos, se ve oscuro y desolado. Feo de solemnidad, por m¨¢s que el caf¨¦ est¨¦ a buen precio. La comida, r¨¢pida.
La ex diputada ha acabado con la ¨²ltima discriminaci¨®n p¨²blica de la mujer
Escudero se empe?¨® esta legislatura en acabar con la ¨²ltima discriminaci¨®n que quedaba en la Administraci¨®n: el acceso de las mujeres en igualdad de condiciones a las oposiciones de ayudante de prisiones. Hab¨ªa ex¨¢menes para hombres aspirantes a trabajar en las c¨¢rceles de hombres (m¨¢s numerosas), y ex¨¢menes para mujeres destinadas a m¨®dulos femeninos. Y eso acaba de terminar. La igualdad, al menos, ha llegado a la c¨¢rcel.
Media vida dedicada a los penales y al feminismo, y a la ex portavoz socialista de pol¨ªtica penitenciaria se le hab¨ªa escapado ese detalle. "Me enter¨¦ de esta discriminaci¨®n porque a la vicepresidenta le enviaron una carta unas mujeres afectadas que le ped¨ªan ayuda". Su propuesta le ha costado amenazas y correos electr¨®nicos en los que algunos sindicatos la acusaban de llevar a la perdici¨®n a las funcionarias. "Pas¨¦ hasta miedo", recuerda.
C¨¢rcel y feminismo. No hay una especialidad universitaria y la mezcla no deja de ser curiosa, porque la poblaci¨®n reclusa es, con mucho, mayoritariamente masculina. "La gente no quiere saber de c¨¢rceles, pero all¨ª viven 66.000 personas; son muchas para no querer mirar ah¨ª dentro".
Este singular derrotero de prisiones y mujeres le viene de antiguo, de su Granada, cuando todav¨ªa miraba con ojos inocentes. "Yo trabajaba como psic¨®loga en la Gobernaci¨®n Civil, en un programa de prevenci¨®n de la violencia. All¨ª llegaban los partes de la Guardia Civil. Yo le¨ªa 'reyerta familiar', 'reyerta familiar' y le dec¨ªa al gobernador: 'Oiga, que aqu¨ª cada vez que pone reyerta familiar es que un hombre le ha dado un paliza a su mujer".
Todos los a?os, por el d¨ªa de La Merc¨¦, Escudero visitaba las c¨¢rceles con el gobernador. Y cuando fue directora del Instituto de la Mujer granadino pas¨® una d¨¦cada yendo a las c¨¢rceles cada 8 de marzo para estar con presas. "Las c¨¢rceles est¨¢n pensadas para los hombres, que son muchos m¨¢s all¨ª. Hemos incorporado el enfoque de g¨¦nero en las prisiones: otros cursos formativos, otros deportes, visitas del ginec¨®logo. Esta legislatura, la igualdad ha llegado, desde luego, a las c¨¢rceles", dice. "Fue Victoria Kent la que cre¨® el cuerpo femenino de prisiones en la Rep¨²blica, "porque antes se encargaban de eso las monjas", explica. Felices coincidencias para ella, que ha vivido a?os entre c¨¢rceles y mujeres.
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