Resistir es ganar
Es curioso que de todas las campa?as que ha protagonizado (y ¨¦stas son sus sextas), en la que m¨¢s ha disfrutado fue la de las elecciones de 1996. Curioso porque en esa ocasi¨®n, por primera y ¨²nica vez, Manuel Chaves no sal¨ªa como caballo ganador. Las las encuestas pronosticaban el triunfo del PP con Javier Arenas al frente y el fin de la hegemon¨ªa socialista. La de su partido dec¨ªa todo lo contrario, pero dio m¨¢s cr¨¦dito a la que public¨® este peri¨®dico. "?Vamos a darle la vuelta a las encuestas!", bram¨® en el mitin de cierre en Puerto Real. Y lo hizo. Esta confesi¨®n la cont¨® Chaves hace unos d¨ªas, en Granada, durante una sobremesa nocturna tras ver en televisi¨®n el segundo cara a cara entre Zapatero y Rajoy.
Y es que si hay un lema que le viene como un guante a este superviviente de la pol¨ªtica es el de resistir es ganar. Nadie pens¨® cuando lleg¨® obligado a Andaluc¨ªa con 44 a?os en 1990 que Manuel Chaves va camino, si gana hoy, de cumplir 22 a?os seguidos como presidente de la Junta de Andaluc¨ªa. Cuando aterriz¨®, la oposici¨®n lo bautiz¨® como el candidato a palos, el forastero, alguien a quien hab¨ªan se?alado con el dedo desde Madrid. Pas¨® su primera legislatura (1990-1994), que gan¨® con mayor¨ªa absoluta, semiencerrado en el palacio de San Telmo, sin bregarse con sus adversarios. El bofet¨®n que recibi¨® el PSOE en 1994, donde gobern¨® sin mayor¨ªa parlamentaria, lo oblig¨® a meterse en el barro y a fajarse duramente durante los 18 meses de esa legislatura, que acort¨® ante el bloqueo de los presupuestos auton¨®micos por la pinza PP-IU.
Las dos legislaturas siguientes, Chaves cogi¨® cuerpo tanto en Andaluc¨ªa como en Madrid. Desde aqu¨ª marc¨® la agenda de su partido a nivel federal en los ocho a?os de gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, poniendo en marcha pol¨ªticas sociales claramente diferenciadas del PP. Pero adem¨¢s empez¨® a envolverse en la bandera andaluza, una decisi¨®n que no es s¨®lo atribuible a ¨¦l, sino a la torpeza del PP. El Gobierno de Aznar contribuy¨® de manera impagable a subrayar el perfil de Chaves como el mejor defensor de Andaluc¨ªa, al poner en marcha una estrategia de ninguneo y hostilidad hacia Andaluc¨ªa -dej¨® fuera del censo de la financiaci¨®n a 400.000 andaluces, combati¨® en el Tribunal Constitucional medidas muy aceptadas como el complemento de pensiones- que los socialistas amplificaron por todos los rincones y hasta el m¨¢s all¨¢.
A diferencia de otros pol¨ªticos, Chaves nunca se ha ofrecido para un cargo: no se postul¨® como candidato a la Junta, ni como secretario general del PSOE andaluz, ni como presidente de la gestora del PSOE, ni como presidente federal socialista. Pero sigue siendo candidato a la Junta, secretario general del PSOE andaluz y presidente federal de su partido.
A Chaves siempre se le ha buscado como soluci¨®n, dicen en el PSOE, y ah¨ª sigue sin dejar cad¨¢veres en el camino ni crear corrientes internas de adhesi¨®n al l¨ªder. Aunque Chaves lleva 18 a?os, el chavismo no existe.
Ahora va a por su sexta victoria que ser¨¢ tambi¨¦n, seg¨²n las encuestas, la octava del PSOE en Andaluc¨ªa. Aunque dice que la mayor¨ªa absoluta es dif¨ªcil, todos los datos (los suyos tambi¨¦n) as¨ª lo pronostican. Es, sobre todo, un hombre de partido y si Zapatero malogra resultados, Chaves pasar¨¢ hoy muy mala noche aunque ¨¦l levante su sexta copa.
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