Unos comicios cruciales para dos 'no candidatos'

Acudieron a votar como si se tratase de una elecci¨®n cualquiera, sin m¨¢s. Pero la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, sab¨ªan que del resultado de esas votaciones depend¨ªa su futuro, la posibilidad de realizar sus sue?os, rotos despu¨¦s de que el presidente de su partido, Mariano Rajoy, decidiera no incluir a ninguno de ellos en la lista del PP a las generales. Gallard¨®n dijo incluso que se replantear¨ªa su continuidad en la pol¨ªtica tras estos comicios.

La presidenta vot¨® despu¨¦s de unas monjas y antes que un motero con 'chupa'

Lleg¨® ella puntual a su cita electoral, vestida de gris perla. A las 10.30, en su colegio de siempre, el Pi y Margall, en la plaza del Dos de Mayo. Acompa?ada de amigos y del concejal de centro, Jos¨¦ Enrique N¨²?ez.

Lleg¨® ¨¦l, menos puntual y con traje verde. A las 11.15 (la cita era a las 11.00). Tambi¨¦n a su colegio de siempre, el San Mateo, a escasos metros de donde se encontraba su compa?era de partido (y rival, tras haber mostrado sin complejos sus coincidentes ambiciones en la pol¨ªtica nacional del PP). Acompa?aban al alcalde, aparte del s¨¦quito de escoltas, su mujer, Mar Utrera, y dos de sus tres hijos.

A la presidenta la esperaban, aparte de los medios de comunicaci¨®n, los padres y los ni?os del colegio Barcel¨®, ataviados con camisetas para protestar por la situaci¨®n del patio del centro. Escuch¨® sus reclamaciones, salud¨® y habl¨® con todo aquel que se le puso por delante (se?oras, ni?os, j¨®venes...), mientras hac¨ªa tiempo para esperar a sus hijos, Fernando y ?lvaro. Menos madrugadores, los v¨¢stagos de Aguirre llegaron con prisa, cara de sue?o y hasta con el pelo a¨²n pegado de la almohada.

A Gallard¨®n le esperaban decenas de fot¨®grafos y periodistas tambi¨¦n, pero apenas se detuvo. Dio un par de manos fugaces y fue directo a la urna. El primero. Exhibi¨® su papeleta popular, al sobre y... ?adentro!, entre destellos de flases. Despu¨¦s votaron su mujer y sus hijos.

Aguirre emiti¨® su voto justo despu¨¦s de unas monjas y antes que un motero con chupa de cuero que exhib¨ªa la pegatina del partido Rosa D¨ªez (UPyD). Malasa?a es lo que tiene. Con discreci¨®n, cogi¨® sus papeletas, al sobre y... ?tambi¨¦n adentro! M¨¢s destellos de flases. Y despu¨¦s vot¨® su hijo ?lvaro. Fernando (el del pelo pegado) se abstuvo, al menos en ese momento.

Gallard¨®n dijo: "Est¨¢n el dolor y la tristeza en todos los ciudadanos, tenemos que seguir el camino del ejercicio democr¨¢tico".

Y ella afirm¨®: "Por desgracia, en lugares como el Pa¨ªs Vasco, no se vota a¨²n con libertad".

Despu¨¦s, el alcalde se fue a tomar un caldito. Y la presidenta, un caf¨¦. Cada uno con los suyos. Gallard¨®n se fue a su casa y ella tambi¨¦n, aunque antes se dio una vuelta por Villaverde. Anoche volvieron a encontrarse en G¨¦nova, a la espera de unos resultados que, sin haber sido candidatos, determinar¨¢n su futuro. Ninguno de los dos se dej¨® ver en p¨²blico en la sede de los populares. No trascendi¨® lo que tramaban en los despachos.