Himnos del norte

Muy a su pesar, la pareja de gemelos escoceses siempre ha vivido presa de su falsa apariencia de flor de un d¨ªa. Eso que los anglosajones definen tan bien como one hit wonder, algo as¨ª como banda de un solo ¨¦xito, sambenito que vienen arrastrando desde que a finales de los ochenta irrumpieran en las listas con el c¨¦lebre I'm gonna be (500 miles). Y ah¨ª siguen, conserv¨¢ndose tan bien y manteniendo sus caracter¨ªsticas armon¨ªas vocales tan vigorosas como si no hubieran pasado 20 a?os desde la cima de su popularidad. Y recitando cada palabra con ese gusto norte?o por la consonancia estridente, casi escupiendo las palabras, utilizando cada estrofa con vocaci¨®n de himno popular. Una cualidad que fue celebrada con clamor por la colonia escocesa reunida para la ocasi¨®n, quienes constitu¨ªan el grueso del escaso p¨²blico congregado en una noche de tintes preelectorales. El pulido oficio de su banda afin¨® el tono de un repertorio bien compensado y saludablemente comercial. Un concierto, en resumen, sin m¨¢cula.