El nuevo poder del autor
Blogs, webs o foros modifican la relaci¨®n de los escritores con su p¨²blico. Autores y lectores dialogan e intercambian ideas.
Hola: soy el autor del libro que has empezado a leer, o que empezar¨¢s a leer, o que tal vez no leas nunca". ?ste es, cada vez m¨¢s, el saludo que puede contener la web de un escritor.
"Has llegado hasta aqu¨ª porque le¨ªste la direcci¨®n en la solapa de mi libro, o a lo mejor has venido a trav¨¦s de un buscador. En cualquier caso, voy a contarte algunas cosas. Sobre m¨ª, sobre lo que he escrito, y lo que estoy escribiendo. Si ya eres lector de mis obras, podr¨¢s hacerme sugerencias: a lo mejor colaboramos en el pr¨®ximo libro que escriba. O podr¨¢s conocer la obra en la que estoy trabajando. Si te interesa la forma en que redacto un p¨¢rrafo o creo un personaje, te dejar¨¦ echar una ojeada por encima de mi hombro. Si quieres saber c¨®mo me document¨¦ sobre tal o cual tema, te contar¨¦ qu¨¦ libros y revistas he manejado. Ah: y si a¨²n no me has le¨ªdo, te dir¨¦ por qu¨¦ podr¨ªa gustarte hacerlo. ?ste puede ser el comienzo de una larga amistad
Por encima de todo, el autor puede ahora poner nombre y deseos a los lectores de sus libros
El contacto de los autores con su p¨²blico, y muy espec¨ªficamente el ¨¢gil contacto que propicia la red est¨¢ lleno de ventajas para ambas partes. Y pienso tanto en los escritores de ficci¨®n como en los de ensayo. Los autores pueden recibir nuevas ideas y bibliograf¨ªa, o ver corregidas las erratas o datos inexactos de los libros. Los lectores pueden recibir adelantos de una obra, materiales complementarios y secretos de la cocina del escritor. Autor y lector pueden tambi¨¦n jugar juntos. Por poner dos ejemplos propios: un grupo de lectores est¨¢ a?adiendo en Flickr (sitio gratuito de im¨¢genes) nuevas p¨¢ginas a mi libro Quasibolo. Y a lo largo de varias semanas estuve debatiendo con mis lectores las posibles puntuaciones de distintos p¨¢rrafos, como complemento de un libro sobre el tema.
Pero, por encima de todo, el autor puede ahora poner nombre y deseos a los lectores de sus libros. Al otro lado de la mesa de la librer¨ªa ya no se extiende un abismo negro en el que los autores ven desaparecer sus obras: ahora brillan, aqu¨ª y all¨¢, peque?as estrellas que nos devuelven sus mensajes...
Fij¨¦monos en dos cosas muy importantes. La primera es que en su mayor parte los recursos de la web que un autor puede usar para estos prop¨®sitos son gratuitos: blogs, YouTube...: s¨®lo necesitar¨¢ invertir su tiempo. La segunda es que para este contacto con su p¨²blico, real o potencial, el autor no tiene que pasar necesariamente por su editorial. S¨ª; el editor tiene m¨¢s poder econ¨®mico, y a veces cuenta con mejor infraestructura que una web personal o un blog: podr¨¢ hacer la web de un libro llena de animaciones, o crear un booktrailer (peque?o anuncio en v¨ªdeo). Pero, insisto: el autor solo tambi¨¦n puede hacer mucho, porque lo m¨¢s importante aqu¨ª no son los medios, sino la comunicaci¨®n.
Y esto es revolucionario, porque replantea muchas cosas sobre autores y editores. Los primeros han visto notablemente aumentado su poder: para darse a conocer ya no est¨¢n confinados a la voluntad (o el poder) del editor. S¨ª: el autor sigue necesitando al editor para crear el libro, y colocarlo en la librer¨ªa, porque la tarea de editarse su propia obra y ponerla a la venta sigue siendo excesiva para la mayor¨ªa de las personas, aunque sea con ayuda de sitios especializados, como Lulu. Pero la promoci¨®n y la difusi¨®n de su obra puede estar en sus manos.
?A qu¨¦ llevar¨¢ todo esto? Quiz¨¢s a editoriales que mimen a sus autores y les creen un sitio web. Aunque para un autor que ya lo tenga o pueda hac¨¦rselo ¨¦l mismo esto no ser¨¢ necesario. ?Tal vez a autores que gestionen su difusi¨®n para su editor, a cambio, por ejemplo, de una mejora en sus condiciones? ?A intermediarios especializados?
En el futuro inmediato no s¨®lo triunfar¨¢n los libros que tengan un apoyo en la web, pero para muchas obras la difusi¨®n en la red supondr¨¢ la diferencia entre la vida y la muerte. He aqu¨ª un nuevo terreno para el encuentro, o desencuentro, entre editores y autores. -
Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n escribe el blog El futuro del libro. http://jamillan.com/
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