Un menhir marroqu¨ª
Visita a un c¨ªrculo megal¨ªtico cercano a T¨¢nger
En T¨¢nger a¨²n se puede respirar el mismo aire que anim¨® a los escritores de la generaci¨®n beat: Burroughs, Bowles, Ginsberg, Kerouac... Tomando un t¨¦ verde aromatizado con hierbabuena en la mesa, fumaban unas pipas en la terraza del hotel Continental, frente al Estrecho y con Espa?a al otro lado del mar. Paul Bowles, ya instalado all¨ª, era el anfitri¨®n, y as¨ª todos pudieron disfrutar del permisivo ambiente tangerino (y el viajero puede unirse a ellos en el mismo lugar y con id¨¦ntica intenci¨®n, mas en un tiempo diferente).
Pero quien quiera descubrir el cr¨®mlech de M'Soura deber¨¢ dejar atr¨¢s T¨¢nger. Se encuentra a unos treinta kil¨®metros de Lixus (paraje arqueol¨®gico fenicio, cartagin¨¦s, romano y ¨¢rabe), lugar donde H¨¦rcules cumpli¨® con su und¨¦cimo trabajo. Para hallar el lugar exacto del cr¨®mlech, el excursionista debe tomar la carretera que une T¨¢nger con Casablanca (N-1 o A-1), y a unos diecis¨¦is kil¨®metros al sur de Asilah debe girar a la izquierda para seguir la ruta de Tetu¨¢n. Cinco kil¨®metros m¨¢s all¨¢ se encontrar¨¢ con una estaci¨®n de servicio junto a un cruce sin se?alizar y en condiciones precarias. All¨ª comienza una carretera en muy mal estado. Es la del pueblo de Souk Tnine de Sidi el Yamani. Tres o cuatro kil¨®metros de baches, curvas y firme semidestruido nos llevar¨¢n a un cruce en un polvoriento acebuchal. No existe cartel alguno. La ¨²nica distinci¨®n con respecto a los cruces y bifurcaciones precedentes es la presencia de un grupo de chavales que charlan mientras esperan un pu?ado de dirhams a cambio de su profesional trabajo de gu¨ªas.
Es uno de los monumentos funerarios m¨¢s llamativos del norte de ?frica: el cr¨®mlech de M'Soura. Sus 167 monolitos de variadas formas dan a¨²n m¨¢s exotismo al recorrido por Marruecos.
Y el peregrino de lo megal¨ªtico har¨¢ muy bien en aceptar el concurso de uno de los chicos, porque la dificultad que se va a encontrar para arribar al cr¨®mlech de M'Soura es casi insalvable: continuos atajos, desaparici¨®n de las marcas en el suelo, zonas de arena suelta, acu¨ªferos poblados por garcetas boyeras... Pero todos los apuros se olvidan cuando el que busca, finalmente, encuentra.
Circunferencia
Poco antes de llegar, unas enormes rocas talladas revelan la proximidad del monumento funerario. No es posible saber si estaban listas para unirlas al c¨ªrculo o si han sido trasladadas desde el propio cr¨®mlech para utilizarlas posteriormente en alguna construcci¨®n. Un cr¨®mlech es un c¨ªrculo o una elipse que forman piedras clavadas en el suelo. Este tipo de c¨ªrculos megal¨ªticos se encuentran principalmente por la Breta?a francesa, Gran Breta?a, la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, Dinamarca y Suecia. De ah¨ª lo notorio de la presencia en Marruecos de este cr¨®mlech, con 167 monolitos en una circunferencia de unos 55 metros de di¨¢metro.
El guarda (camisa azul con distintivos del departamento que en Marruecos se encarga de las ruinas arqueol¨®gicas), protegido del sol hasta entonces bajo uno de los ¨¢rboles que pueblan el cr¨®mlech, se acerca y nos ofrece la informaci¨®n sobre el lugar que guarda en una carpeta de cart¨®n. A estas alturas, las emociones que transmiten unas piedras depositadas por personas que vivieron hace miles de a?os, con un determinado orden y una intenci¨®n intuida, se habr¨¢n apoderado de nosotros. Antes que nada, contemplamos un menhir de cinco metros de altura, al que los habitantes de la zona le han dado una prueba de cari?o y confianza al otorgarle un nombre propio: Outed.
Aqu¨ª, el cr¨®mlech convive con todo tipo de vegetaci¨®n. En la zona m¨¢s seca, acebuches y espinos abren paso a las piedras que forman el c¨ªrculo, y en la parte opuesta, ¨¢lamos negros, avellanos y chumberas comparten espacio con las casas de tejado de uralita de una peque?a aldea y con dignas gallinas que picotean.
Existe un camino que visitantes, turistas y viajeros han trazado con su respetuoso caminar, y que se puede seguir entre las rocas de diversos tama?os (desde 50 cent¨ªmetros hasta casi dos metros, con la excepci¨®n del Outed) y formas (molares o f¨¢licas). Y el t¨²mulo se eleva por encima del suelo unos cuatro metros, invadido por un pobre conjunto de ralas plantas, entre las que sobresalen diferentes tipos de tomillo. Sobre la propia tumba se localiza un peque?o dolmen, muestra de que aquel testimonio del pasado tiene un fin: glorificar el recuerdo del personaje que yace bajo toneladas de tierra y rodeado de cientos de metros de roca cincelada.
Las leyendas sobre el ocupante del cr¨®mlech de M'Soura hablan de que aqu¨ª se halla enterrado Anteo, el hijo de Poseid¨®n y Gea, un gigante m¨ªtico que muri¨® en combate con H¨¦rcules.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- Easyjet (www.easyjet.com) vuela de Madrid a T¨¢nger, ida y vuelta, a partir de 36,98 euros.- Iberia (www.iberia.com; 902 400 500) vuela a T¨¢nger, ida y vuelta desde Madrid, a partir de 117,42 euros, y desde Barcelona, a partir de 211 euros.Informaci¨®n- Oficina de turismo de Marruecos en Espa?a (915 41 29 95; www.turismomarruecos.com).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.