El Parlamento en el exilio inicia una huelga de hambre
40 diputados tibetanos viajan a Delhi para la protesta
Tras 16 horas de autob¨²s, en las que superaron miles de baches en las accidentadas carreteras indias, algunas vacas y monos echados en el camino y tres paradas para el almuerzo y los t¨¦s, ayer llegaron a su destino. Estaban visiblemente agotados. Y hoy puede ser un d¨ªa a¨²n m¨¢s dif¨ªcil. Son 40 de los 43 parlamentarios que T¨ªbet tiene en India, donde est¨¢ la sede del Gobierno en el exilio.
"La comunidad internacional debe levantarse para defendernos", dicen
Tras 16 horas en autob¨²s, llegaron ayer a la capital del pa¨ªs que les acoge
Recorrieron los 520 kil¨®metros que separan su sede, en la ciudad de Dharamsala -al norte del pa¨ªs- para llegar a Delhi. Hoy tienen previsto plantarse frente al Parlamento indio y comenzar una huelga de hambre, de un m¨ªnimo de 24 horas, para protestar por la dura represi¨®n llevada a cabo por China para detener las protestas de la semana pasada en la regi¨®n aut¨®noma. Todos ellos se sienten obligados moralmente a denunciar las muertes de sus compatriotas en T¨ªbet.
"?sta es una situaci¨®n sumamente urgente. La comunidad internacional debe levantarse para defender los derechos humanos y la ONU debe mandar una comisi¨®n imparcial para investigar las muertes". As¨ª explicaba entre l¨¢grimas a este diario, el ¨²nico que sigui¨® su recorrido, la portavoz del Parlamento en el exilio, Dolma La.
Es la primera vez en la historia que el Parlamento de T¨ªbet en el exilio pone en marcha una movilizaci¨®n como ¨¦sta. "Pero no venimos a hacer pol¨ªtica. Lo que nos interesa es que se deje de asesinar a personas por el simple hecho de estar en contra de Pek¨ªn", aseguraba Dolma. Con ella coincidieron todos los entrevistados de que su viaje a Nueva Delhi es un intento de llamar la atenci¨®n de toda la comunidad internacional.
"Es triste e inmoral que todos los pa¨ªses no est¨¦n haciendo lo que debieran para proteger los derechos fundamentales porque no quieren comprometer sus intereses con China; no quieren perjudicar las relaciones comerciales", explicaba Sonam Tsering Frasi, uno de los representantes de la comunidad tibetana en Europa.
En el territorio que India les ha prestado, los tibetanos han establecido un complejo Gobierno en el exilio, aunque no es reconocido por ning¨²n otro pa¨ªs. El jefe de Estado es tambi¨¦n su l¨ªder espiritual, el carism¨¢tico Dalai Lama, pero la administraci¨®n del d¨ªa a d¨ªa est¨¢ en manos de su primer ministro, Kalon Tripa, y otros siete ministros. Tambi¨¦n tienen un sistema judicial y un Parlamento. "Al principio este sistema era s¨®lo simb¨®lico, pero poco a poco ha ido ganando poder y funcionalidad", asegura el representante legal del Parlamento, Tenzin Norbu. Los miembros del Parlamento y el primer ministro son elegidos directamente cada cinco a?os por los votantes registrados en el exilio.
De los 43 miembros del Parlamento, 30 representan las tres regiones de T¨ªbet, 10 a las cuatro diferentes sectas del budismo y a una religi¨®n anterior, y tres a las comunidades en Europa y Estados Unidos. De ellos siete son monjes y 10 mujeres. Excepto los monjes y algunas mujeres, durante el viaje todos los dem¨¢s vest¨ªan a la occidental, algunos con vaqueros, zapatillas deportivas y gafas de sol. Un rosario anudado a la mu?eca les daba el toque tibetano. Eso, y el intento de sonre¨ªr hasta en los momentos m¨¢s dif¨ªciles.
Los parlamentarios est¨¢n de acuerdo con su l¨ªder espiritual en que China est¨¢ terminando con su cultura. "La ley de s¨®lo un hijo nos perjudica mucho. En T¨ªbet hay m¨¢s chinos que tibetanos y siguen llegando", cuenta la parlamentaria Dolkar Chamo Kirti. Y tambi¨¦n aseguran que no est¨¢n a favor de boicotear los Juegos Ol¨ªmpicos: "No s¨®lo los quiere el Gobierno, tambi¨¦n la gente".
"Es importante que los religiosos est¨¦n representados en el Parlamento, as¨ª se asegura la conservaci¨®n de las tradiciones y que se ayude a la comunidad", asegur¨® el monje Geshey Monlam Tharchin antes de sumirse en las oraciones cantadas que inundaron al autob¨²s en varias ocasiones. "Estas oraciones las compuso el Dalai Lama y hablan de los sufrimientos de la gente que no tiene pa¨ªs, pero tambi¨¦n de la necesidad de hacerse fuertes y permanecer unidos", explican los parlamentarios.
Sus silencios y oraciones se vieron interrumpidos varias veces por las malas noticias que les llegaban a los m¨®viles: hab¨ªa m¨¢s muertos en T¨ªbet. "Nos sentimos obligados moralmente de dar a conocer nuestra causa, pero sabemos que no podemos detener las muertes y pedir que se respeten los derechos humanos en China si otros pa¨ªses no intervienen", resum¨ªa as¨ª la resignaci¨®n de los parlamentarios el representante de los exiliados en Europa.
Para ¨¦l, que siga habiendo manifestaciones en T¨ªbet es una muestra de la desesperaci¨®n de la gente: "Saben que los van a matar, pero lo prefieren".
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