Una mentirosa de car¨¢cter explosivo y voluble
El juez destroza a Heather Mills en la sentencia de divorcio
Heather Mills se declaraba el lunes muy satisfecha por la sentencia de su divorcio de Paul McCartney, que le procurar¨¢ 31,6 millones, a raz¨®n de m¨¢s de 21.000 euros por cada d¨ªa de sus cuatro a?os de matrimonio. Por eso sorprendi¨® su apelaci¨®n para que el texto al completo no viera nunca la luz. La difusi¨®n, horas despu¨¦s, de las 58 p¨¢ginas que integran el dictamen explican el porqu¨¦ de ese empe?o: la pluma del juez Hugh Bennett traza un retrato inmisericorde de la antigua modelo, descrita como un personaje fantasioso, "la peor enemiga de s¨ª misma" y cuyas declaraciones "inconsistentes" frustraron el intento de obtener una compensaci¨®n de 162 millones de euros.
El magistrado ingl¨¦s reconoce en su escrito la fuerte presi¨®n a la que se ha visto sometida Mills, y la desventaja que le supuso haber decidido defenderse a s¨ª misma en el estrado, pero subraya tambi¨¦n que su testimonio oral y escrito, am¨¦n de impreciso, desmiente su pretendida imagen de inocencia. La ex se?ora McCartney, seg¨²n Bennett, exager¨® deliberadamente la cuant¨ªa de sus bienes e ingresos antes de conocer a sir Paul para exigir compensaciones por haber abandonado su carrera a ra¨ªz de su boda en 2002.
El dictamen le atribuye el s¨ªndrome de "si ¨¦l lo tiene, yo tambi¨¦n"
La ex se?ora McCartney exager¨® la cuant¨ªa de sus bienes e ingresos
Valga como ejemplo que Mills valor¨® un piso londinense de su propiedad en 640.000 euros, cuando su precio en el mercado de la ¨¦poca era netamente inferior, y que minti¨® al asegurar que pose¨ªa una casa de soltera en Brighton. Tampoco ha resultado cierta su aseveraci¨®n de que dedic¨® entre el 80% y el 90% de sus ganancias entre 1997 y 2000 a diversas organizaciones ben¨¦ficas: sus declaraciones de la renta no reflejan ni una sola donaci¨®n.
Mills, de 40 a?os, apoy¨® su causa legal en su papel como "asesora" y "psic¨®loga" de McCartney. As¨ª, relat¨® que le anim¨® a reanudar sus giras cuando ¨¦l todav¨ªa se sent¨ªa deprimido por la muerte de su primera esposa, Linda; le ayud¨® a escribir nuevas canciones y prepar¨® y asisti¨® a cada uno de sus conciertos. Sir Paul justific¨® esa presencia en la obsesi¨®n de su entonces pareja por ser el centro de atenci¨®n medi¨¢tica. El juez le da la raz¨®n, al sostener que si bien "la esposa pudo brindar un apoyo emocional, me parece dif¨ªcil creer que ejerciera de socia profesional del marido".
La sentencia desvela el tren de vida que Mills pretend¨ªa mantener con la dotaci¨®n econ¨®mica de su divorcio, incluyendo entre otras "necesidades b¨¢sicas" m¨¢s de 150.000 euros anuales para el guardarropa, tres cuartos de mill¨®n por los servicios de seguridad, otro tanto para sufragar sus vacaciones o 50.000 euros para su bodega. Bennet, que llega a definir el car¨¢cter de Mills como "explosivo y voluble", le atribuye el s¨ªndrome de "si ¨¦l lo tiene, yo tambi¨¦n lo quiero".
La tremenda comprensi¨®n del juez hacia la figura de McCartney ha sorprendido incluso a aquellos que adoran al ex Beatle como uno de los grandes iconos del Reino Unido.
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