Triacastela marca en Mestalla
Desde su aldea de Pasantes, un vecino fabrica porter¨ªas y pistas de p¨¢del
El aspirante, vecino de una aldea cercana, peina canas. Sube la escalera met¨¢lica, entra en la cabina acristalada que hace de despacho y, apretando la gorra entre las manos, vence la timidez y va al grano: "Dicen por ah¨ª que necesitas gente". Jos¨¦ Manuel ?lvarez, fundador de Metal Power, que no es un grupo de rock duro sino una f¨¢brica (la ¨²nica gallega) de instalaciones deportivas, lleva unos d¨ªas que no para de recibir visitas de demandantes de empleo. Desde que se corri¨® la voz de que quiere ampliar la planta, desde que se sabe que la capacidad productiva se ha visto desbordada por la cartera de pedidos, por "la Citro?n de Triacastela" no ha dejado de pasar gente. "Hasta me ha venido un negro", cuenta sorprendido el due?o de la f¨¢brica, "?lo nunca visto por aqu¨ª!".
En la parada de bus esperaron el cami¨®n las porter¨ªas del Celta, el Rayo o el Betis
La "Citro?n de Triacastela", un pueblo de 821 vecinos, quiere emplear a 100 personas
Hace 17 a?os, Jos¨¦ Manuel, que ya ha cumplido 38, cre¨® de la nada, "con las 300.000 pesetas que ten¨ªa ahorradas" y unas nociones autodidactas de soldadura, un negocio en el bajo de su casa de la aldea de Pasantes, a dos kil¨®metros de la capital municipal.
De la pared de la oficina cuelgan los viejos diplomas de este monitor de "culturismo y musculaci¨®n" que, a los 21, pens¨® que si quer¨ªa seguir en su tierra, si quer¨ªa burlar ese destino que obligaba a emigrar a todos los j¨®venes, ten¨ªa que dejarse de abdominales y meterse a dise?ar y fabricar aparatos de gimnasia. As¨ª, "sin conocimientos de ingenier¨ªa y sin saber de biomec¨¢nica ni movimientos musculares", consigui¨® vender las primeras m¨¢quinas a distintos distribuidores de fuera de Galicia. Eso s¨ª, estos clientes exig¨ªan etiquetarlas con sus nombres, no con la marca Metal Power, que hab¨ªa elegido ?lvarez para expresar "el poder, la fuerza" que uno conseguir¨ªa si usaba sus aparatos fabricados en hierro.
El segundo a?o, a punto estuvo el propietario de tirar la toalla. "Ten¨ªa m¨¢s deudas que beneficios y tuve que pedir un cr¨¦dito para pagar el cr¨¦dito que ya hab¨ªa pedido", recuerda. Pero, el tercer a?o, a Jos¨¦ Manuel le cambi¨® la suerte y empezaron las sucesivas ampliaciones del negocio, ganando cada vez m¨¢s terreno al ¨²nico espacio libre que quedaba en el centro de aquella aldea encajonada. Ese centro que en cualquier otro lugar ocupar¨ªan una fuente, unos bancos y un columpio. El l¨ªmite de su expansi¨®n, para la planta de Metal Power, lleg¨® el d¨ªa que dio con su muro de bloques de cemento contra el moj¨®n del Camino: "132 kil¨®metros a Santiago".
El hito qued¨® incrustado, y alguien decor¨® la entrada de la factor¨ªa con una concha de peregrino. Pero en Pasantes nadie habla de fe¨ªsmo. El fe¨ªsmo es para los urbanitas, no para los vecinos de un municipio de 821 almas que no deja de perder poblaci¨®n porque "la ganader¨ªa de carne no da para vivir a familias enteras".
Ahora, la empresa, participada a medias entre ?lvarez y Jim Sports (¨²nico distribuidor gallego, desde Melide, de instalaciones deportivas), da empleo a 20 vecinos y factura un mill¨®n de euros, pero por la evoluci¨®n de la demanda prev¨¦ facturar "10 en 2018" y ampliar su plantilla "a m¨¢s de 100 personas". El problema es que, en la aldea de Pasantes, Metal Power ya no cabe.
De Triacastela han salido las porter¨ªas de Mestalla, y las de Bala¨ªdos, y las del Ram¨®n de Carranza, y las del Teresa Rivero. Y tambi¨¦n las del Ciudad de Valencia, y las del Ruiz de Lopera, as¨ª como las canastas del Mart¨ªn Carpena, en las que encesta el Unicaja M¨¢laga. En la parada del bus, a la entrada del pueblo, se van apilando piezas de pistas de p¨¢del como la de Santiago, aparatos de musculaci¨®n, carros portabalones y postes de volley que un cami¨®n recoger¨¢ y exportar¨¢ a Francia, a Letonia, a Suiza o a Suecia.
Para satisfacer los pedidos, Jos¨¦ Manuel pide "gente, hombres o mujeres dispuestos a trabajar" y ruega al alcalde y presidente de la Mancomunidade de Concellos do Cami?o Franc¨¦s, el socialista Miguel ?ngel Fern¨¢ndez, que le permita levantar un par de naves m¨¢s. El alcalde es consciente de que "Metal Power, la empresa m¨¢s importante del municipio, es vital para Triacastela". Sin embargo, en este concejo, que elabora su plan general, no hay previsto suelo industrial y existen muchas limitaciones porque est¨¢ atravesado por el Camino y dentro de la Red Natura. Al alcalde, ante el temor de que Metal Power se traslade a Melide, s¨®lo se le ocurre recurrir al suelo r¨²stico. "Antes del verano, encontrar¨¦ una soluci¨®n", se promete.
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