Como una ola

Como una ola. As¨ª debe moverse el cuerpo del nadador bracista seg¨²n la teor¨ªa que populariz¨® el entrenador Joseph Nagy a finales de los ochenta. As¨ª se movi¨® Mike Barrowman, arque¨¢ndose sobre el plano para alinearse con el flujo del agua, cuando conquist¨® el oro en los 200 braza de Barcelona 92. Desde entonces, la t¨¦cnica de Nagy, el wave-stroke, ha sido el instrumento de muchos r¨¦cords. El viernes, en Eindhoven, durante la final de 200 estilos, la espa?ola Mireia Belmonte hizo una adaptaci¨®n brillante de la t¨¦cnica ondulatoria para sacar dos segundos en 50 metros a Evelyn Verraszto. Su ejecuci¨®n fue brillante y furiosa. Le vali¨® el oro y el r¨¦cord del campeonato cuando toc¨® la pared en 2m 11,16s. Fue una marca hist¨®rica. Un caso in¨¦dito en la nataci¨®n espa?ola y un auspicio de medalla en los pr¨®ximos Juegos de Pek¨ªn.

"Soy incansable", dice a sus 17 a?os. "Si no luchas, ?para qu¨¦ hacer deporte?"

En Espa?a, la nataci¨®n es, b¨¢sicamente, un asunto de mujeres. La matriarca, Erika Villaecija, es de Llobregat y la aspirante, Mireia, de Badalona. Las dos crecieron en ambientes similares. Padres trabajadores, dispendios los justos y mucho barrio. De peque?as aprendieron a descifrar los mismos c¨®digos y se abrieron paso a trav¨¦s de las mismas dificultades. As¨ª es que, cuando Erika se dirigi¨® a Mireia durante el Campeonato de Espa?a, en diciembre pasado, en Gij¨®n, en el intercambio ten¨ªa que fundirse plomo.

Mireia acababa de batir el r¨¦cord nacional de 200 estilos con una marca de 2m 14,48s. Cuando sali¨® de la piscina esper¨® felicitaciones. Pero se encontr¨® con Erika. Su vecina en el CAR de San Cugat le apunt¨® al h¨ªgado: "Esto que has hecho hoy deber¨ªas haberlo hecho en el Mundial Melbourne y habr¨ªas estado en la final".

Mireia hab¨ªa acudido al Mundial de Melbourne de 2007 como el gran talento emergente del equipo espa?ol. Pero no se clasific¨® para ninguna final. Fue un golpe duro para una chica de 17 a?os, sin experiencia en el m¨¢ximo nivel, pero acostumbrada a dominar con ¨¦xito las pruebas de 200 y 400 estilos en los campeonatos j¨²niors. "Soy incansable", dec¨ªa. "Cuando entro al agua lo doy todo. He sido competidora desde peque?a. Si no luchas, ?para qu¨¦ hacer deportes?".

Mireia se sinti¨® frustrada en Melbourne y en Eindhoven tampoco empez¨® bien. Fall¨® en la final de 400 estilos. "Cuando fui a nadar los 200 estaba triste", dijo ayer. "Nunca imagin¨¦ que har¨ªa la marca que hice. Me cogi¨® por sorpresa". El viernes, despu¨¦s de nadar la semifinal en 2m 11,67s, nad¨® la final m¨¢s r¨¢pida de la historia del campeonato. Hizo 2m 11,16s y se colg¨® el oro. La sorpresa sacudi¨® a la nataci¨®n espa?ola. "?Ha nadado como una loca!", exclam¨® Carlos Carnero, uno de esos t¨¦cnicos veteranos que llevaban a?os esperando ver una proeza. Por fin la vieron.

Antonio Oca, coordinador del Plan Nacional de Nataci¨®n, no recordaba un caso igual: "Mireia tiene una capacidad de competici¨®n tremenda. Fluctuante por su juventud, pero ¨²nica. S¨®lo Mar¨ªa Pel¨¢ez se le parece. Pero Mireia ha sido m¨¢s precoz. Nunca una nadadora espa?ola ha sido campeona de Europa con 17 a?os. Esto implica que puede recortar muchas d¨¦cimas. Todav¨ªa debe mejorar los virajes y la t¨¦cnica".

El tiempo que registr¨® en Eindhoven la sit¨²a entre las cuatro mejores nadadoras de la especialidad. S¨®lo Katie Hoff, Whitney Myers, Yana Klochkova y Kristy Coventry, han nadado m¨¢s r¨¢pido. Las cuatro han bajado de 2m 11s. Pero Mireia es m¨¢s joven y su margen de mejora es amplio. Les sigue el rastro de cerca. "Ella puede bajar de 2,11 este mismo a?o", dice Coconi. "Pero a Pek¨ªn no tiene que ir pensando en el oro. Eso puede distraerla. Ella s¨®lo tiene que pensar en nadar bien y hacer su mejor marca".

Mireia dice que la clave de su marca fue la braza. "He mejorado la patada y la frecuencia de la brazada", dice. Sus maestros han sido expertos entrenadores de braza. Jordi Murio, el primero, dirigi¨® a Sergio L¨®pez, que fue bronce en Se¨²l 88; y Carles Subirana, su actual t¨¦cnico, a Marc Capdevilla, que ostent¨® un r¨¦cord nacional.

"Hasta el a?o pasado, por su juventud, no pudo fortalecer las piernas", explica Murio; "ahora ha hecho ejercicios espec¨ªficos de potencia. Ganar fuerza en las piernas le ha permitido mejorar el movimiento ondulatorio y acortar la brazada. As¨ª ha aumentado la frecuencia. Esto le ha permitido ir m¨¢s r¨¢pido en los 50 metros, una distancia que se adapta perfectamente a sus condiciones de nadadora potente".