En Barajas se habla portugu¨¦s
Brasil y Espa?a intentan evitar que la 'guerra' de repatriaciones en los aeropuertos abra una brecha en sus "excelentes relaciones"
Como todos los lunes, el ch¨¢rter de Air Comet que enlaza los aeropuertos de Madrid y Natal aterrizar¨¢ hoy en la capital de R¨ªo Grande del Norte cargado de turistas espa?oles. Un viaje de placer que entra?a, desde hace semanas, una desagradable posibilidad: el rechazo en el control de llegadas del aeropuerto de destino.
El pasaporte espa?ol se ha convertido en un documento inc¨®modo en Brasil. Entre el 6 y el 12 de marzo, 24 turistas espa?oles fueron rechazados en los controles de inmigraci¨®n de Salvador de Bah¨ªa, R¨ªo de Janeiro y Fortaleza. Las autoridades brasile?as les exigieron billete de vuelta y una serie de requisitos hasta ahora no necesarios para los pasajeros espa?oles.
Interior dice que se limita a aplicar las normas impuestas por Schengen
Un millar de brasile?os han sido rechazados en Barajas desde enero
El martes pasado, en el aeropuerto de Recife, los 400 pasajeros de un avi¨®n de Aerol¨ªneas Argentinas que efectu¨® un aterrizaje de emergencia por una aver¨ªa, permanecieron confinados siete horas en la aeronave hasta que se les dej¨® dormir en un hotel local.
Unos d¨ªas antes, Luc¨ªa Silva, con la doble nacionalidad brasile?a y espa?ola, no pudo tomar su avi¨®n a Barcelona porque en Salvador de Bah¨ªa le exigieron la autorizaci¨®n del padre para volar con su hijo de 22 meses. La legislaci¨®n brasile?a contempla la obligaci¨®n de contar con el permiso paterno a todos los menores que abandonan el pa¨ªs, pero normalmente, con pasaporte espa?ol no han sido antes tan estrictos.
El Ministerio de Exteriores de Brasil no oculta que estas medidas suponen una "reciprocidad" hacia Espa?a, que ha impedido la entrada en el primer trimestre de este a?o a un millar de brasile?os. Un absurdo rifirrafe que amenaza con abrir una grieta en las relaciones entre Brasil y Espa?a, que un diplom¨¢tico espa?ol sigue definiendo como "excelentes". Un problema calificado de "grave" por el propio presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que intentar¨¢n resolver los ministros de Exteriores de los dos pa¨ªses en una reuni¨®n prevista para finales de mes. Despu¨¦s de todo, Espa?a es el segundo pa¨ªs por volumen de inversiones en Brasil, que recibe anualmente a 200.000 turistas espa?oles.
La ¨²nica culpabilidad de Espa?a, seg¨²n el Ministerio del Interior, consiste en aplicar con rigor la normativa europea de Schengen, que exige una serie de requisitos a todos los extranjeros que no procedan de la UE: adem¨¢s del pasaporte en regla, billete de ida y vuelta, una reserva de hotel o una carta de invitaci¨®n y 60 euros por d¨ªa de estancia prevista en el pa¨ªs (un m¨ªnimo de 540 euros), suma revisada por una orden del 10 de mayo de 2007. Una "barbaridad" de dinero para Sherley y Priscila, dos treinta?eras brasile?as llegadas el s¨¢bado 9 de febrero al aeropuerto de Madrid. "Ven¨ªan a pasar tres meses conmigo", cuenta Goizalde de Eguskiza, una bilba¨ªna que trabaj¨® para una ONG en un orfanato de R¨ªo de Janeiro.
Sherley y Priscila fueron rechazadas en el control de inmigraci¨®n y conducidas a la sala de retornados por no llevar los 5.400 euros exigidos. "Fue una experiencia terrible. No pudimos comunicarnos con ellas hasta que no llegaron de regreso a Brasil, el lunes siguiente. Me contaron que la sala en cuesti¨®n estaba atestada de gente y que no pudieron ducharse porque no ten¨ªan ni siquiera sus maletas". Fueron tratadas como sospechosas y llevadas en un furg¨®n policial al avi¨®n que las llev¨® de regreso a R¨ªo. Una pesadilla para cualquier persona normal.
"Ven¨ªan ya con miedo. Hab¨ªan o¨ªdo que en Espa?a expulsaban a los brasile?os, pero les dije que eso eran tonter¨ªas", cuenta Goizalde. La necesidad de reprimir la inmigraci¨®n irregular con m¨¢s rigor, cuando la crisis econ¨®mica asoma las orejas, ha podido jugar un papel en esta desastrosa guerra hispano-brasile?a.
Del lado brasile?o han influido tambi¨¦n otras razones, como el retorno forzado de dos estudiantes de posgrado del prestigioso IUPERJ (Instituto Universitario de Investigaci¨®n de R¨ªo de Janeiro). "Esto caus¨® esc¨¢ndalo, es cierto", reconocen en la Embajada brasile?a en Madrid. El caso de Patricia Rangel y Pedro Luiz Lima, ocurrido el 5 de marzo, mereci¨® un gran despliegue informativo en su pa¨ªs y sirvi¨® para destapar un episodio similar anterior: el de la estudiante de F¨ªsica de 23 a?os Patricia Camargo Magalhaes, rechazada en el control de pasaportes de Barajas en febrero porque no pudo acreditar cu¨¢l ser¨ªa su alojamiento en Madrid. El diario Folha De S?o Paulo se hizo amplio eco del tema. Haciendo caso omiso de las razones aducidas por las autoridades espa?olas, Patricia no dud¨® en interpretar su expulsi¨®n como "una demostraci¨®n de prejuicio social y sexual".
Fuentes de Interior rechazan de plano estas interpretaciones y se?alan que, para empezar, no se puede hablar de detenidos, sino de personas a las que se les impide la entrada en Espa?a y esperan su repatriaci¨®n en una sala especial. "Se les facilita int¨¦rprete, asistente social, se les permite hacer una llamada telef¨®nica a su consulado y un catering de AENA les sirve tres comidas al d¨ªa mientras est¨¢n en esa sala 3. Pasadas las 72 horas, un juez se ocupa del caso y determina qu¨¦ hacer. La norma es que la compa?¨ªa que les ha tra¨ªdo se los lleve de vuelta". Las amigas de Goizalde Eguskiza salieron, en cambio, horrorizadas del trato recibido. Tambi¨¦n Janaina Agostinho, que pas¨® una semana en la sala de retornados, esperando el ch¨¢rter de Air Comet que la llevar¨ªa de regreso a Natal, el 16 de marzo.
Jos¨¦ Ram¨®n Algora, marido de Luc¨ªa Silva, tambi¨¦n pasa d¨ªas de zozobra, en su casa de Barcelona, a la espera de que la autorizaci¨®n firmada ante notario y presentada en el Consulado brasile?o surta el efecto requerido, de forma que su mujer y su hijo de 22 meses puedan regresar a casa. Ella ha perdido ya varios d¨ªas de trabajo, adem¨¢s de sufrir la humillaci¨®n de ser retenida.
Una verdadera pena esta guerra, piensa Jes¨²s Mart¨ªnez Mill¨¢n, presidente de la federaci¨®n que agrupa a las agencias de viaje espa?olas. Barajas "ha sido siempre un coladero de inmigrantes. Entre otras cosas, porque las mafias que los traen se preocupan de que cumplan todos los requisitos", se?ala.
Mayor o menor sensibilidad
En 2007, 24.300 extranjeros no cumplieron con alguno de los requisitos que se exigen para entrar en Espa?a y fueron retornados a sus pa¨ªses de origen. 3.000 eran brasile?os. Una proporci¨®n considerable en t¨¦rminos absolutos, pero no tan abultada si se tiene en cuenta que la llegada de brasile?os a Espa?a ha aumentado exponencialmente en los ¨²ltimos seis a?os.
El colectivo de brasile?os que viajan a Espa?a es todav¨ªa peque?o, apenas 90.000 personas, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica de 2007, pero la cifra supone un aumento del 324% desde 2001. Y el incremento sigue. Diariamente, 800 brasile?os aterrizan en Espa?a en los 12 vuelos que enlazan el pa¨ªs con Brasil.
Este aumento de las llegadas es, seg¨²n fuentes policiales, la ¨²nica raz¨®n de que se haya multiplicado el n¨²mero de expulsiones. Un millar en lo que va de a?o, frente a los 3.000 que fueron obligados a regresar el a?o pasado. Un incremento que ha causado malestar en el Gobierno brasile?o, que est¨¢ aplicando medidas similares para calmar a una opini¨®n p¨²blica espoleada por los medios de comunicaci¨®n.
"En el segundo semestre de 2006, la media de brasile?os retornados era de unos 20 al mes. Sin embargo, en febrero pasado fueron ya 536. Los n¨²meros son suficientemente elocuentes como para ver que se ha producido un cambio en la aplicaci¨®n de las reglas", explica una fuente de la Embajada brasile?a en Madrid. "No queremos que se deje pasar a inmigrantes ilegales brasile?os, pero toda regla tiene un margen de aplicaci¨®n, m¨¢s o menos rigurosa. Se puede aplicar con mayor o menor sensibilidad. Y lo que vamos a exigir es esa mayor sensibilidad, para que nada as¨ª vuelva a repetirse".
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