"Si faltas a otra reuni¨®n, te mato"
Un menor deserta de la banda latina de los Trinitarios y pide protecci¨®n policial
Es menor de edad y teme seriamente por su vida. Hasta hace dos meses era un soldado. Pertenec¨ªa a la banda de los Trinitarios. Recibe amenazas a trav¨¦s de su correo electr¨®nico. Amenazas que hablan de traici¨®n y de muerte: "De los trinitarios, cuando se entra, no se sale, al menos vivo", le advierten por Internet.
Su vida se ha hecho angustiosa desde que decidi¨® abandonar la banda y colaborar con la polic¨ªa en su desarticulaci¨®n. Detesta la extrema violencia que emplean sus miembros en las reyertas que peri¨®dicamente mantiene en las calles con otras bandas. El menor est¨¢ escondido y evita ir a los lugares donde sabe que se re¨²nen su ex colegas de los Trinitarios para planificar venganzas o agresiones.
Los miembros del grupo, rivales de los ?etas, llevan armas blancas y de fuego
La ¨²ltima vez que pis¨® la discoteca Casa Blanca, en los bajos del complejo Azca, donde se congregan los cabecillas y soldados de la banda, uno de los m¨¢ximos jefes, conocido como Juanchito, le recrimin¨®: "Si faltas a una reuni¨®n m¨¢s, all¨ª donde te pille te mato; no lo olvides".
Juanchito ignoraba entonces que el menor no s¨®lo hab¨ªa dejado de asistir a las ¨²ltimas reuniones, sino que hab¨ªa desertado y hab¨ªa pedido protecci¨®n a la polic¨ªa para ¨¦l y su familia. Juanchito, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, es Santiago Marrero, de 21 a?os. Intent¨® golpearle, pero otros soldados, amigos de ambos, se interpusieron. "Venga, d¨¦jale. No ha podido venir el chaval, pero vendr¨¢, tranquil¨ªzate", trat¨® de disuadir al agresor un amigo del menor.
Juanchito fue detenido por aquellas amenazas. Por eso, ahora s¨ª saben en los Trinitarios que tienen a un desertor informando a la polic¨ªa. Seg¨²n sostiene el menor, los Trinitarios disponen de unos 100 soldados que operan en dos zonas (o cap¨ªtulos, en su jerga) de Madrid: la del barrio de Cuatro Caminos, en la capital, y la que aglutina a las localidades de Getafe y Legan¨¦s, al sur de Madrid.
El menor se incorpor¨® a la banda en abril del a?o pasado, bajo un solemne juramento de sangre, en presencia de Juanchito y de El Patriarca, fundador en Espa?a de la banda de los Trinitarios, tambi¨¦n conocido como Tonitoca. El juramento se efectu¨® en una calle adyacente a la discoteca Casa Blanca. Junto a ¨¦l, ese d¨ªa tambi¨¦n jur¨® fidelidad plena a los Trinitarios otro joven llamado Jeysem, de origen colombiano. En el acto estaban presentes, adem¨¢s de los jefes de la banda, una veintena de personas.
Seg¨²n fuentes policiales, los Trinitarios son una escisi¨®n de otra banda latina llamada Dominicans Don't Play. Est¨¢n a¨²n lejos de los Latin King (que han llegado a tener cerca de 600 efectivos en toda Espa?a) y sus odiados rivales, los ?etas. Ambas bandas han protagonizado trifulcas que se han saldado, s¨®lo en Madrid, con varias muertes por arma blanca. Pero los 100 efectivos operativos actuales de los Trinitarios (que la polic¨ªa reduce a medio centenar) denotan un fuerte crecimiento de ¨¦stos en detrimento de los Dominicans Don't Play. Seg¨²n ha contado el menor a la polic¨ªa, van provistos de armas blancas y otras de fuego, que ocultan en zulos cuando no van de bronca.
Juanchito naci¨® en la Rep¨²blica Dominicana. Desde hace seis a?os vive en Madrid. Y ya tiene antecedentes penales: intervino en una agresi¨®n multitudinaria entre bandas en la localidad madrile?a de Alcorc¨®n y la polic¨ªa le fich¨®. Cuando fue detenido, dijo que no pertenece a los Trinitarios desde hace a?os. Tambi¨¦n neg¨® ser el lugarteniente de Tonitoca. "Soy guerrero universal", dijo, un escal¨®n m¨¢s bajo. "Y no s¨¦ de lo que me habl¨¢is", respondi¨® a los investigadores, cuando le preguntaron por sus amenazas al menor.
El menor ha descrito que las desobediencias a las ¨®rdenes de los jefes se castigan con suma dureza: 300 palazos por el cuerpo si el soldado comete una falta leve (faltar al respeto a un superior de la banda) y 844 si la falta es grave (no acatar una orden) e incluso la muerte (del infractor o de alg¨²n familiar) si se deserta o se delata a los mandos o a cualquiera de los miembros de la organizaci¨®n ante la polic¨ªa.
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