"Ir¨¢n arma y entrena a los terroristas"
En su tiempo libre, lee biograf¨ªas de hombres que, como ¨¦l, han tenido que afrontar dur¨ªsimos retos militares. Un d¨ªa s¨ª y otro no sale a correr con sus soldados, y cada semana dedica 10 minutos al barbero. Se ha propuesto asistir, siempre que puede, a las ceremonias en recuerdo de los militares estadounidenses ca¨ªdos en Irak. Ingenioso, sonriente, cordial, el general David Petraeus parece un militar fuera de lo acostumbrado: durante una hora de entrevista, en su despacho del que era el palacio presidencial de Sadam Husein en Bagdad, no deja entrever ni una sola vez la dureza que tiene que poseer para haber llegado a convertirse en el jefe de las fuerzas de EE UU en Irak.
Pregunta. El domingo por la noche, el recuento de los muertos estadounidenses desde el inicio de la guerra lleg¨® a la cota de los 4.000. Y, ese mismo d¨ªa de Pascua, Irak vivi¨® una jornada sangrienta, con lanzamientos de cohetes sobre la Zona Verde de Bagdad. ?Est¨¢ retrocediendo Irak?
"Mantenemos conversaciones con el grupo de M¨²qtada al S¨¢der"
"El recorte de tropas est¨¢ condicionado a la situaci¨®n en el terreno"
"Los cohetes lanzados contra la Zona Verde eran iran¨ªes"
"El n¨²mero de muertos civiles ha bajado un 60% desde diciembre de 2006"
Respuesta. Cuatro mil muertos significan que Irak es una realidad muy dura y dif¨ªcil. En cuanto a los ataques contra la Zona Verde, los llevaron a cabo los llamados grupos especiales, adiestrados y armados por Ir¨¢n. Los cohetes que lanzaron eran iran¨ªes. Y eso es decepcionante: el presidente Ahmadineyad y otros dirigentes iran¨ªes prometieron a sus hom¨®logos iraqu¨ªes que iban a dejar de echar le?a al fuego de una realidad que ya de por s¨ª es bastante explosiva. No es ¨¦sa la ayuda que los iraqu¨ªes quieren que les preste su vecino; lo que quieren es una relaci¨®n constructiva. Desde luego, nada de armas.
P. Sin embargo, tambi¨¦n han vuelto a hacerse o¨ªr los terroristas sun¨ªes con el atentado en Mosul. ?No le preocupa eso?
R. Los atentados de Al Qaeda son resultado de la presi¨®n a la que est¨¢n sometidos, especialmente en Mosul, que es una de las ¨¢reas en las que Al Qaeda ha disfrutado durante mucho tiempo de m¨¢s margen de maniobra y en las que, en el ¨²ltimo a?o, se ha concentrado principalmente la actividad de las fuerzas de la coalici¨®n y las iraqu¨ªes. Es una zona importante desde el punto de vista estrat¨¦gico, son las rutas hacia Siria e Ir¨¢n, y es una regi¨®n de poblaci¨®n mixta. Lo que hicieron el domingo los terroristas es lo que hacen cada vez que les asestamos un duro golpe: tratar de pararnos. Creo, adem¨¢s, que este atentado puede estar relacionado con el hecho de que el embajador Crocker y yo nos disponemos a dar testimonio ante el Congreso; no quieren que demos s¨®lo buenas noticias.
P. ?Se puede decir que el pa¨ªs camina hacia la reconciliaci¨®n?
R. La situaci¨®n de la seguridad ha mejorado mucho. No voy a negar que el domingo fue un d¨ªa espantoso, pero quiz¨¢ lo notamos m¨¢s porque hay menos d¨ªas espantosos que hace ocho meses. El n¨²mero de atentados ha descendido un 60% respecto a junio de 2006, el n¨²mero de muertos civiles ha bajado un 60% desde diciembre de 2006, y eso es se?al de progreso. No queremos cantar victoria ni hacer celebraciones, porque nos queda a¨²n mucho por hacer. Todav¨ªa tenemos innumerables retos y obst¨¢culos que superar, pero s¨ª se han dado pasos hacia la reconciliaci¨®n. La sociedad iraqu¨ª ha sufrido da?os terribles y tardar¨¢ a?os en recuperarse.
P. Uno de los m¨¦ritos que se le reconocen es el de haber involucrado a los sun¨ªes en la gesti¨®n de la seguridad. ?C¨®mo puede estar seguro de que un d¨ªa esas personas no volver¨¢n a combatir?
R. Les estamos dando la posibilidad de ayudar a mejorar la seguridad en sus comunidades. La clave de nuestro proyecto es darles un papel en el proceso para que el nuevo Irak triunfe, en vez de fracasar. Puedo decir que, en ciertas zonas, es inconcebible pensar que los sun¨ªes vayan a permitir el regreso de Al Qaeda. Al Qaeda ha tra¨ªdo la muerte, la destrucci¨®n y una ideolog¨ªa wahab¨ª que la gente no comparte.
P. Quiz¨¢ no llamen a Al Qaeda, pero podr¨ªan volver a luchar contra los chi¨ªes...
R. Repito, la idea es que todos intervengan en el ¨¦xito del nuevo Irak. Los sun¨ªes saben que se equivocaron al no participar en las elecciones de 2005 y no van a volver a cometer el mismo error, saben que no pueden tener acceso a los beneficios de los recursos iraqu¨ªes si no participan en el gobierno al lado de los chi¨ªes.
P. ?Y los chi¨ªes? ?Est¨¢n en contacto con ellos?
R. Por supuesto. La idea es aplicar el mismo proceso a todos: abordar los problemas, dialogar, tal vez gritar, pero no disparar. Se trata de hacer un esfuerzo para extender el di¨¢logo a todos, incluidos los chi¨ªes, as¨ª que tambi¨¦n hablamos con ellos.
P. ?Incluido M¨²qtada al S¨¢der?
R. Mantenemos conversaciones con su grupo.
P. Todos estos esfuerzos podr¨ªan resultar in¨²tiles si el Gobierno iraqu¨ª no sigue por la v¨ªa de la reconciliaci¨®n nacional. ?Est¨¢ satisfecho con el trabajo que llevan a cabo?
R. No creo que est¨¦n satisfechos ni ellos mismos. Pero est¨¢n esforz¨¢ndose por hacer alguna cosa. Hemos empezado a ver algunos avances desde el punto de vista pol¨ªtico e incluso, ahora, econ¨®mico: acabo de recibir a una delegaci¨®n de empresarios extranjeros que han venido a firmar un acuerdo con el gobierno, y ¨¦sa me parece una buena se?al.
P. ?Qu¨¦ situaci¨®n va a describir cuando hable de Irak ante el Congreso, dentro de unos d¨ªas?
R. Describir¨¦ el nivel de seguridad sobre el terreno, y el embajador hablar¨¢ del aspecto pol¨ªtico y econ¨®mico. Despu¨¦s hablaremos de los retos que todav¨ªa nos aguardan e ilustraremos las recomendaciones que vamos a hacer al presidente y que, por motivos obvios, no puedo revelar todav¨ªa.
P. S¨ª podr¨¢ decir qu¨¦ piensa del debate sobre la reducci¨®n del n¨²mero de tropas que est¨¢ desarroll¨¢ndose en EE UU.
R. El prop¨®sito es reducir las tropas de aqu¨ª a julio, pero la decisi¨®n estar¨¢ muy condicionada por las condiciones que haya sobre el terreno. No queremos poner en peligro los objetivos que tanto nos ha costado alcanzar con una reducci¨®n de tropas demasiado r¨¢pida.
P. En los esfuerzos que ha llevado a cabo, ?le habr¨ªa gustado contar con m¨¢s apoyo de sus aliados europeos y la OTAN?
R. S¨®lo dir¨¦ que no ha existido un jefe militar en la historia que no estuviera dispuesto a dar la bienvenida a m¨¢s tropas.
P. Usted ha reescrito el manual de operaciones; en muchas zonas, junto a los soldados, hay antrop¨®logos. ?C¨®mo y en qu¨¦ medida ha cambiado el ej¨¦rcito estadounidense debido a Irak?
R. Nos encontramos con un terreno de actuaci¨®n que ya no era el desierto, sino poblaciones, un terreno humano. Comprender el entorno es fundamental para lo que hacemos y por eso pedimos ayuda a los antrop¨®logos, especialmente a expertos en la cultura ¨¢rabe e iraqu¨ª. Nuestros soldados han sabido comprender la complejidad de la situaci¨®n. A los jefes nos corresponde dar con buenas ideas, pero la clave del ¨¦xito est¨¢ en saber hacerlas llegar a quienes la ponen en pr¨¢ctica.
? La Repubblica Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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