Fern¨¢n G¨®mez y Azcona se citan en el callej¨®n del Gato

Valle-Incl¨¢n se llev¨® ayer de copas a Fernando Fern¨¢n G¨®mez y Rafael Azcona por el callej¨®n del Gato. All¨ª mismo, entre los espejos deformantes m¨¢s c¨¦lebres de la literatura espa?ola, el actor Rafael ?lvarez, El brujo, se convirti¨® en Max Estrella y don Latino. Los dos personajes de Luces de bohemia revivieron, una vez m¨¢s, la escena XII, es decir, el nacimiento del esperpento, esa lente deformante para ver mejor las deformidades de la realidad.

Un mecanismo cr¨ªtico af¨ªn al de otros dos creadores singulares, Fern¨¢n G¨®mez, dramaturgo insobornable, y Azcona, probablemente el mejor guionista del cine espa?ol. Ambos, desaparecidos recientemente, fueron evocados en la XI Noche de Max Estrella, que un a?o m¨¢s revivi¨® durante cinco horas el recorrido nocturno del excesivo personaje de Valle-Incl¨¢n por el centro de Madrid.

Era un anochecer de primavera, pero el fr¨ªo calaba los huesos como en pleno invierno. "Justo el ambiente ideal para recordar aquella velada g¨¦lida", se?alaba sonriente el historiador irland¨¦s Ian Gibson, reci¨¦n llegado de Sevilla como un peregrino m¨¢s.

Un ambiente desapacible que no intimid¨® a los cientos de admiradores de las sentencias descabelladas de Max Estrella. Ocuparon aceras y calzadas del casco antiguo en una romer¨ªa esperp¨¦ntica, claro. El itinerario nac¨ªa a las 19.00 en la Casa Ciriaco, en la calle Mayor, 84, y continuaba por las callejuelas en las que Valle-Incl¨¢n situ¨® su obra teatral hasta morir cerca de la medianoche en el C¨ªrculo de Bellas Artes. El camino llevaba a las 20.15 a la chocolater¨ªa San Gin¨¦s, escenario de las pendencias de Estrella y su cohorte de poetas. Frente a la chocolater¨ªa, el director de escena Santiago S¨¢nchez record¨® a Azcona, "que sigui¨® de cerca el tr¨¢gico vagabundeo esperp¨¦ntico". Fue un momento emotivo, como el que protagoniz¨® Emma Cohen, viuda de Fern¨¢n G¨®mez, en la Puerta del Sol, cerca de la literaria Taberna de Picalagartos. Al dedicar las flores a Max Estrella record¨® a su marido, Azcona y Agust¨ªn Gonz¨¢lez.

La velada, sin embargo, intent¨® huir de la solemnidad. La actriz Alicia S¨¢nchez se emple¨® a fondo frente al Teatro Espa?ol: encarn¨® el pr¨®logo de Los cuernos de don Friolera. Sin duda, fue una velada en la que "hubo duende", como reconoci¨® Gibson. "?Nos mudaremos al callej¨®n del Gato!", exclamaba El brujo, en esa misma callejuela. Seguro que muchos no dudar¨ªan en tomarle la palabra.