"T¨ªbet no es libre"

El viaje de prensa extranjera organizado por el Gobierno chino para mostrar las escasas consecuencias de las revueltas que tuvieron lugar hace dos semanas en Lhasa, la capital de T¨ªbet, depar¨® ayer una mala sorpresa a las autoridades. Alrededor de 30 monjes irrumpieron ante los periodistas cuando estaban visitando el templo Jokhang, comenzaron a gritar consignas independentistas y acusaron a Pek¨ªn de mentir sobre lo ocurrido durante los disturbios. "T¨ªbet no es libre, T¨ªbet no es libre", lanz¨® un joven monje, que comenz¨® a llorar a continuaci¨®n, informa la agencia Associated Press.

Los religiosos aseguraron tambi¨¦n que el Dalai Lama no tuvo nada que ver con los violentos incidentes que estallaron el pasado 14 de marzo, durante los cuales fueron quemados numerosos comercios y fueron atacados chinos han, la etnia mayoritaria en China, que controla la vida econ¨®mica en T¨ªbet. Pek¨ªn culpa al l¨ªder espiritual tibetano de estar detr¨¢s de los incidentes, algo que ¨¦ste ha negado.

"No les cre¨¢is, est¨¢n contando mentiras", gritaron los monjes a los reporteros

"No les cre¨¢is, est¨¢n cont¨¢ndoos mentiras", gritaron los monjes a los reporteros, en referencia a las explicaciones que les estaba dando un administrador del templo. Los religiosos aseguraron que se les hab¨ªa impedido salir del monasterio desde el 10 de marzo, cuando comenzaron las primeras manifestaciones -en aquel momento pac¨ªficas- con ocasi¨®n del 49? aniversario del fracasado levantamiento contra el Gobierno chino, que forz¨® al Dalai Lama a exiliarse en la India. Tambi¨¦n dijeron que las tropas que vigilaban el templo hab¨ªan sido retiradas la noche anterior, y que algunos de los monjes repartidos para hablar con los periodistas no eran "verdaderos creyentes", sino miembros del Partido Comunista Chino.

Los organizadores del viaje intentaron que los periodistas se fueran. Tras unos 15 minutos, los monjes fueron desalojados por polic¨ªas que no portaban armas. Posteriormente, el ¨¢rea alrededor del templo fue sellada por soldados.

El viaje de tres d¨ªas de duraci¨®n, al que el Ministerio de Exteriores no invit¨® a EL PA?S ni a medios como la BBC, Reuters o France Presse, pretende mostrar a la prensa internacional la situaci¨®n en Lhasa, donde, seg¨²n las autoridades, la vida ha vuelto a la normalidad. Seg¨²n los enviados, as¨ª parece ser en las zonas chinas de la capital, pero no en la parte tibetana, donde contin¨²a desplegado un fuerte dispositivo militar.

Pek¨ªn expuls¨® a los pocos medios de comunicaci¨®n extranjeros que se encontraban en T¨ªbet poco despu¨¦s de que comenzaran los disturbios, lo que ha impedido contrastar las informaciones que han proporcionado las autoridades chinas, el Gobierno tibetano en el exilio, y turistas y residentes en la regi¨®n del Himalaya. Las autoridades afirman que durante las protestas en Lhasa y otras provincias chinas han muerto 22 personas, mientras los seguidores del Dalai Lama cifran las v¨ªctimas mortales en unas 140.

Antes de ir a Jokhang, los organizadores llevaron a los reporteros a ver una cl¨ªnica que hab¨ªa sido atacada durante la revuelta, y les mostraron una tienda en la que cinco chicas se vieron atrapadas y murieron quemadas. Los periodistas apenas pudieron alejarse de sus gu¨ªas.

Qin Gang, portavoz de Exteriores, inst¨® ayer a quienes participaron en los actos de violencia a que se entregaran y advirti¨® a Europa que no env¨ªe "mensajes err¨®neos al Dalai Lama" y no interfiera en la situaci¨®n en T¨ªbet, porque, seg¨²n dijo, se trata de un asunto interno chino.

Donald Tusk, primer ministro de Polonia, afirm¨® ayer en el diario Dziennik que no asistir¨¢ a la ceremonia de apertura de los Juegos Ol¨ªmpicos, porque "la presencia de pol¨ªticos" en dicho acto "parece inapropiada", debido a la situaci¨®n en T¨ªbet.