La UE exige medidas urgentes a Italia o bloquear¨¢ la 'mozzarella'

La Comisi¨®n Europea (CE) exigi¨® ayer al Gobierno italiano que aplique medidas urgentes para atajar la contaminaci¨®n por dioxinas de la mozzarella y que impida la entrada del queso de b¨²fala en el mercado interno europeo. Aunque un portavoz del comisario de Sanidad confirm¨® que, seg¨²n los datos enviados por Italia, la mozzarella contaminada no ha salido del pa¨ªs y presenta un nivel de dioxinas "superior al autorizado, pero no excesivo", la CE considera "insatisfactorias" las medidas tomadas por Roma.

El Gobierno italiano trat¨® durante todo el d¨ªa de minimizar la crisis, desatada a principios de semana por el boicoteo lanzado por Corea del Sur y Jap¨®n, al que se han sumado Rusia, Estados Unidos y Reino Unido.

"No hay ning¨²n riesgo para la salud humana, no existe un caso mozzarella, los rastros de dioxina son min¨²sculos, Italia tiene controles sanitarios y agr¨ªcolas, que son los mejores de Europa. Y adem¨¢s no exportamos mozzarella a Corea del Sur". Todo eso dijo ayer el ministro de Agricultura, Paolo de Castro, segundos despu¨¦s de degustar, ante algunos cient¨ªficos, un grupo de productores y muchas c¨¢maras de televisi¨®n, unas bolas del exquisito, queso de b¨²fala, hoy bajo sospecha.

El gesto del ministro, que quiz¨¢ recuerde a algunos al c¨¦lebre ba?o de Manuel Fraga en la playa de Palomares, era la respuesta a la psicosis internacional suscitada por el anuncio de la presencia de dioxinas, una sustancia potencialmente cancer¨ªgena, encontrada en una parte de la leche y la mozzarella de b¨²fala que se produce en Campania.

En esa amplia y conflictiva regi¨®n meridional se elabora el 90% de la mozzarella con sello de denominaci¨®n de origen. La Campania es conocida, adem¨¢s, por ser el gran feudo de la Camorra, que seg¨²n han admitido organismos oficiales est¨¢ implicada a fondo tanto en el negocio de la recogida de basura como en el de la fabricaci¨®n de mozzarella.

En la regi¨®n se han enterrado e incinerado ilegal y descontroladamente miles de toneladas de desperdicios t¨®xicos en los ¨²ltimos a?os, y las dioxinas que producen esos incendios no son un asunto nuevo.

En 2002, un pastor de Acerra, Vincenzo Cannavacciuolo, denunci¨® que muchas de sus ovejas ten¨ªan malformaciones en la cabeza, no daban lana, abortaban a menudo y mor¨ªan masivamente. ?l mismo falleci¨® a causa de un c¨¢ncer en la columna vertebral. Seg¨²n los an¨¢lisis postmortem, las ovejas ten¨ªan en la sangre niveles de dioxina 13 veces superiores al m¨¢ximo tolerado; la sangre del pastor ten¨ªa 20 veces m¨¢s.

Aunque el Gobierno insisti¨® en que los informes que ha enviado a Bruselas no revelan "nada extraordinario", los datos conocidos hasta ahora no parecen muy tranquilizadores: se han controlado 130 factor¨ªas de mozzarella, han aparecido dioxinas en 26 muestras de queso y se han cerrado de forma cautelar 83 granjas de b¨²falas.

En los restaurantes y supermercados de N¨¢poles, el consumo del queso, que seg¨²n datos recientes toma uno de cada dos italianos, ha descendido muy apreciablemente. Las p¨¦rdidas, seg¨²n el Consorcio de la Mozzarella, ascienden a 30 millones de euros. "Todo el mundo nos pregunta si la mozzarella que traemos es fiable", cuenta el se?or Marino, veterano gerente de una pizzer¨ªa del centro de N¨¢poles. "Hemos colgado el certificado de Sanidad, pero da igual; la gente tiene miedo".