"Tenemos que educar al espectador y activar su dimensi¨®n est¨¦tica"
Alberto Ruiz de Samaniego (Fene, 1966) llega a la direcci¨®n de la Fundaci¨®n Luis Seoane tras una larga carrera en el mundo del arte, en la que ha destacado por sus aportaciones te¨®ricas. Ahora le llega la hora de llevar sus ideas a la pr¨¢ctica a trav¨¦s de la direcci¨®n de una instituci¨®n con potencial para convertirse en una importante referencia dentro del diverso panorama de centros de arte surgidos en Galicia en los ¨²ltimos a?os. Acercar las claves del arte contempor¨¢neo a un p¨²blico distante es uno de los retos que se plantea.
Pregunta. Tras una trayectoria en la que ha trabajado como profesor, cr¨ªtico de arte y comisario de exposiciones ahora va a dirigir un centro de arte. ?Con que ¨¢nimo se toma este desaf¨ªo?
"Cuando eres profesor mucho tiempo corres el peligro de aislarte"
"Haremos exposiciones cortas pero intensas e interdisciplinares"
"La Cidade da Cultura no se puede convertir en un parque tem¨¢tico"
Respuesta. Lo afronto como un reto y como una forma de conocer un nuevo territorio del arte. Es una tarea que faltaba en mi perfil porque he sido profesor, comisario, cr¨ªtico, escritor y viene muy bien conocer esta nueva faceta. Cuando eres profesor de universidad durante mucho tiempo corres el peligro de aislarte de la sociedad, y este tipo de trabajo me va a permitir articular los conocimientos y los criterios.
P. ?C¨®mo ve¨ªa a la Fundaci¨®n desde fuera y c¨®mo empieza a verla ahora desde dentro?
R. El edificio en el que est¨¢ ubicada es muy hermoso y adem¨¢s est¨¢ muy bien preparado para las exposiciones de arte. Me daba la impresi¨®n de que era un espacio no muy conocido y creo que est¨¢ en condiciones de dar mucho m¨¢s al contexto y a los interlocutores metropolitanos. Me interesa especialmente que se trate de un centro con una vocaci¨®n pedag¨®gica y con la tarea de mantener el legado del artista del que recibe su nombre. Adem¨¢s, todo esto implica que no hay esa obligaci¨®n de apostar por la novedad que tienen la mayor¨ªa de centros de arte contempor¨¢neo. Luis Seoane era un artista pero tambi¨¦n escritor, te¨®rico y un dinamizador de la cultura y no s¨®lo en el terreno de las artes pl¨¢sticas sino tambi¨¦n, por ejemplo, en la edici¨®n de libros. Ese car¨¢cter polivalente y esa b¨²squeda de sinergias entre las distintas artes se corresponden con mi perfil y la fundaci¨®n es ideal para desarrollar un trabajo de ese tipo.
P. ?Va a apostar por hacer que ese perfil se refleje en la programaci¨®n del centro?
R. Vamos a heredar una serie de exposiciones que estaban programadas hasta enero de 2009 y en buena medida se mantienen aunque, al mismo tiempo, se van a introducir algunas nuevas. El a?o que viene ya podr¨¢ verse realmente mi mano en la programaci¨®n pero, en l¨ªneas generales, habr¨¢ siempre una exposici¨®n con obras de Seoane. Tendremos una sala dedicada a dibujo, fotograf¨ªa de peque?o formato, documentos, objetos, etc¨¦tera. En la planta baja programaremos proyectos audiovisuales o ac¨²sticos y tendremos un apartado dedicado a la teor¨ªa sobre la interpretaci¨®n de las im¨¢genes y el montaje. Tambi¨¦n pretendo que los miradores de la Fundaci¨®n alberguen instalaciones sonoras que sirvan de complemento al paisaje. En resumen, queremos tener exposiciones cortas pero intensas y con voluntad muy interdisciplinar.
P. ?Qu¨¦ presencia tendr¨¢n los artistas gallegos?
R. Estar¨¢n presentes si encajan en estas l¨ªneas de programaci¨®n, lo que no vamos a hacer es antol¨®gicas de artistas gallegos porque no es el objetivo de la Fundaci¨®n.
P. En A Coru?a tienen mucho ¨¦xito los museos cient¨ªficos, pero no ocurre lo mismo con los centros de arte. ?A qu¨¦ se debe?
R. Es un problema que viene de lejos. El p¨²blico, en general, tiene problemas para entender el arte contempor¨¢neo y mucha gente lo ve con cierta desconfianza. En A Coru?a casi no ha existido actividad en el terreno del arte contempor¨¢neo y llevar¨¢ tiempo cambiar esta realidad. Los museos cient¨ªficos tienen una vertiente pedag¨®gica que el arte contempor¨¢neo no ha sabido hacer y hay que implementarlo, por eso vamos a hacer m¨¢s actividades como conferencias, talleres, etc¨¦tera.
P. ?No hay riesgo de que las actividades sean m¨¢s importantes que las exposiciones, como ocurre en otras instituciones?
R. Es cierto que hay un exceso de ansiedad por el presente y por volcarse en actividades de los ¨²ltimos cinco minutos. Creo que a un centro que tiene las caracter¨ªsticas de la Fundaci¨®n debe exig¨ªrsele una mayor distancia temporal.
P. En los ¨²ltimos tiempos los centros de arte contempor¨¢neo han proliferado en las ciudades espa?olas. ?C¨®mo va a diferenciar la Fundaci¨®n de otros espacios art¨ªsticos?
R. Me gustar¨ªa que el p¨²blico pueda encontrar un espacio donde se reflexione sobre acontecimientos centrales de la modernidad que han sido referenciales para nuestra historia. La referencia ser¨¢ el hecho est¨¦tico, no s¨®lo el art¨ªstico y ah¨ª incluyo las artes pl¨¢sticas, el cine, las nuevas tecnolog¨ªas, la danza.... Por otra parte, trataremos de articular la figura de Seoane dentro de este territorio y as¨ª los coru?eses podr¨¢n apreciar que ha habido artistas gallegos que han sabido imbricarse en esa l¨ªnea de modernidad.
P. En Galicia hay ahora muchos museos, galer¨ªas y artistas. Tenemos mucha cantidad pero ?hay calidad?
R. Tal vez sea un poco pronto para exigir calidad. La situaci¨®n id¨ªlica es reciente porque en poco tiempo se ha pasado de un erial a un sistema cultural del primer mundo. La cantidad al final destila calidad, pero es un proceso que lleva m¨¢s tiempo del que exige la gente. Muchos de nuestros artistas van a trabajar de forma extraterritorial y hay que pensar m¨¢s en crear redes de archivos que en construir mausoleos que no hacen m¨¢s que petrificar un proceso que ya no circula.
P. Precisamente, est¨¢ previsto que haya un nuevo centro de arte contempor¨¢neo en la Cidade da Cultura. ?Ser¨¢ una ayuda o un peligro para los otros museos gallegos?
R. No est¨¢ muy claro cu¨¢l va a ser el producto final de la Cidade da Cultura, pero no ser¨ªa deseable que desemboque en una suerte de parque tem¨¢tico de la industria cultural y ese es uno de los peligros que existen hoy en d¨ªa. Hay que aprender de la experiencia de otros centros como el Pompidou, que se ha convertido en una inmensa maquinaria de gesti¨®n cultural. Han conseguido no petrificar la cultura y, al mismo tiempo, acoger las actividades est¨¦ticas m¨¢s influyentes de los ¨²ltimos a?os. La soluci¨®n no es pensar en grandes exposiciones ya que eso, dado el estado de la geopol¨ªtica mundial, va a ser cada vez m¨¢s dif¨ªcil en los pr¨®ximos a?os. Se trata m¨¢s bien de establecer relaciones con el p¨²blico a trav¨¦s de la obra de arte. Tenemos que educar al espectador y activar su dimensi¨®n est¨¦tica, ayudarle a leer las im¨¢genes. Vivimos en un mundo que se construye a trav¨¦s de un discurso de im¨¢genes y hay que saber separar el polvo de la paja dentro de la pantalla total en la que se ha convertido el mundo.
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