Mugabe: "Nunca la oposici¨®n va a ganar en este pa¨ªs"

Zimbabue est¨¢ en quiebra, pero es capaz de celebrar hoy elecciones presidenciales y legislativas. Adem¨¢s, su presidente, el octogenario Robert Mugabe, ya conoce el resultado. "?Nunca, nunca, la oposici¨®n ganar¨¢ en este pa¨ªs, y m¨¢s le vale que acepte su derrota!", proclama.

'The Herald', el diario oficial, titul¨® ayer: el presidente ganar¨¢ con el 57% Los diplom¨¢ticos temen un estallido de violencia similar al de Kenia

The Herald, el peri¨®dico oficial, se aprest¨® ayer a colmar anticipadamente, con grandes titulares, los deseos del presidente: ganar¨¢ con el 57%. El pa¨ªs surafricano vive hoy unas elecciones cruciales que podr¨ªan poner fin al r¨¦gimen de Mugabe, el h¨¦roe de la independencia que lleg¨® al poder en 1980 aclamado por multitudes y que en los ¨²ltimos a?os lo ha llevado a la ruina, con una inflaci¨®n del 100.000%, un paro del 80% y el atropello continuado de las libertades civiles.

Pero pocos esperan que los comicios sean limpios (Human Rights Watch dicen que no lo ser¨¢n). En las ¨²ltimas semanas el r¨¦gimen ha puesto toda su maquinaria a trabajar para asegurar una reelecci¨®n de Mugabe, por las buenas o por las malas.

"Nos tememos lo peor; la mayor¨ªa de indicios nos hacen ser pesimistas", asegura Noel Kututkwa, portavoz de ZESC, una red de 40 ONG locales que vela para que los comicios sean limpios. "Hemos detectado nombres repetidos en distintas mesas y presencia de muertos en el censo", a?ade en la sede que ha levantado -con ayuda de fondos escandinavos y canadienses- para seguir con lupa el escrutinio.

La cuesti¨®n de los emigrantes es clave: casi tres millones de zimbauenses han huido desde 2001 con motivo de la crisis (el 30% de la poblaci¨®n) y ahora se les ha negado el voto por correo. Adem¨¢s, el Gobierno ha impreso casi el doble de papeletas de las que deber¨ªa seg¨²n el censo, lo que ha aumentado el temor de que el r¨¦gimen se dispone a votar en su lugar. Los ¨²nicos que pueden votar por correo son los funcionarios obligados a trabajar en la jornada electoral, como polic¨ªas o diplom¨¢ticos. Hay 9.000, pero Mugabe ha hecho imprimir 600.000 papeletas para ellos. "Si ven que pierden van a intentar revertir la situaci¨®n sobre todo con el voto por correo", a?ade Kututkwa.

Sin embargo, los observadores internacionales que han llegado a Harare est¨¢n aplaudiendo por ahora el proceso electoral. Lo ha hecho la Uni¨®n Africana y tambi¨¦n los enviados de pa¨ªses amigos que han sido invitados, aunque tengan credenciales democr¨¢ticas tan dudosas como China, Rusia e Ir¨¢n. Los observadores occidentales han sido vetados (tambi¨¦n algunos medios de comunicaci¨®n, sobre todo anglosajones), y los diplom¨¢ticos acreditados en Harare se temen lo peor: sus pesadillas van desde el pucherazo al estallido de violencia al estilo de lo sucedido en Kenia.

Varios altos mandos militares han anunciado que no aceptar¨ªan al l¨ªder de la oposici¨®n, Morgan Tsvangirai, como presidente, y Mugabe ha destinado riadas de d¨®lares zimbauenses a pagar por anticipado a soldados y polic¨ªas, lo que ha contribuido a disparar a¨²n m¨¢s la astron¨®mica inflaci¨®n. Tambi¨¦n ha cambiado la ley en el ¨²ltimo segundo para permitirles entrar en los colegios electorales, lo que aterroriza a la oposici¨®n. Eso s¨ª, deja que en las calles de Harare se vean tantos carteles de Mugabe como de la oposici¨®n. "Usted mismo puede ver que esto es una democracia: los carteles de la oposici¨®n est¨¢n por todos lados", afirma un militante de ZANU-PF, el partido de Mugabe.Viene de la primera p¨¢gina