La marca 'Espa?a' en arquitectura
Espa?a es una potencia arquitect¨®nica mundial. Combina la noci¨®n de trabajo individualizado y la atenci¨®n personal con el prestigio empresarial de la competitividad exterior en mercados dif¨ªciles
Cuando se comenta el fen¨®meno comercial de la imagen de marca de nuestro pa¨ªs se suelen citar, como debilidades, la propia imagen de las empresas espa?olas y la compartimentaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas. As¨ª lo sostiene William Chislett en un art¨ªculo publicado el pasado 28 de diciembre en La Cuarta P¨¢gina de EL PA?S.
Sin embargo, el fen¨®meno del prestigio internacional de la arquitectura espa?ola y su creciente posicionamiento en ¨¢reas de influencia de otros pa¨ªses con tradici¨®n y estructura m¨¢s potentes merece una atenci¨®n particular. Nuestras empresas de arquitectura est¨¢n alcanzando cotas de implantaci¨®n y competitividad inimaginables hace s¨®lo una d¨¦cada. Despachos de Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla trabajan en el Sudeste asi¨¢tico, China, Jap¨®n, Estados Unidos, Latinoam¨¦rica y Europa del Este. Proyectos de equipos espa?oles ganan concursos de arquitectura en Corea del Sur o Dubai. En ciudades emergentes se promueven planeamientos integrales y estrat¨¦gicos dirigidos por urbanistas espa?oles. Y aqu¨ª y all¨¢ lo que se busca en nuestros arquitectos es una se?a de prestigio basada en la innovaci¨®n tecnol¨®gica, la investigaci¨®n formal y el desarrollo constructivo.
Las procedencias de nacionalidades y autonom¨ªas en este campo influyen a favor
Falta que nos convirtamos en una potencia en innovaci¨®n urbana
Los expertos en comercio exterior afirman que los proyectos de arquitectura hechos aqu¨ª no hacen sino a?adir valor a una imagen quiz¨¢ imprecisa pero fuerte: la de que la arquitectura espa?ola est¨¢ asociada a las grandes corrientes de Catalu?a y Madrid, que han crecido en el pluralismo, tanto de los autores intelectuales como en la procedencia y tendencias de las ofertas, un caudal influyente y abierto a influencias.
La arquitectura, como el cine, la moda y el dise?o, constituye un producto cultural que se fabrica aqu¨ª entre los l¨ªmites de la industria, el arte y el conocimiento, con una pasi¨®n imaginativa y unos poderosos recursos que -en el caso de nuestra arquitectura- est¨¢n teniendo una expansi¨®n y un reconocimiento sin precedentes, apoyados por grandes muestras y exposiciones, como en Nueva York (la crucial On Site del MOMA), Tokio o China. Este a?o la IX Bienal Espa?ola de Arquitectura y Urbanismo ser¨¢ objeto de exposiciones en Tur¨ªn, en el Congreso de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos, en Cartagena de Indias en el seno de la Bienal Colombiana de Arquitectura, en Melbourne en la Conferencia Internacional de Construcci¨®n Sostenible. En Tur¨ªn, y luego en Shanghai, en 2010, tambi¨¦n la EMVS del Ayuntamiento de Madrid expondr¨¢ sus innovadores proyectos de vivienda social.
Es significativo que, en arquitectura, m¨¢s que jugar a la contra, las procedencias de las nacionalidades y autonom¨ªas habitualmente influyen a favor, pues el prestigio de las arquitecturas de Catalu?a, Galicia o Canarias y su competitividad dial¨¦ctica con Andaluc¨ªa, Madrid, Navarra o el Pa¨ªs Vasco operan como se?as distintivas del origen curricular y de la calidad del producto final, adem¨¢s de fomentar un reconocimiento a¨²n mayor en proyecci¨®n, en un proceso apoyado por la Generalitat y otros gobiernos. As¨ª lo ha sabido ver el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que est¨¢ fomentando sin ambages la log¨ªstica de difusi¨®n y la presencia de los arquitectos espa?oles como empresas de servicios avanzados de alto valor a?adido.
La presencia institucional coordinada con embajadas y gobiernos auton¨®micos en las misiones de apoyo, refuerza los logros personalizados de las arquitecturas de autor que se van constituyendo como marcas diferenciadas de un producto de procedencia com¨²n: el buen hacer de nuestros arquitectos dentro y fuera de Espa?a.
No parece pues aplicable a la arquitectura el estereotipo de que las varias etiquetas made in Spain no venden bien, pues las existentes se asocian -como el vino- a lo mejor. Los medianos y grandes despachos han cambiado de escala, en un proceso de crecimiento multidisciplinar que lleg¨® en 2006 hasta 251 millones de euros, un 18% m¨¢s respecto al a?o anterior, aportando ¨ªndices significativos al PIB.
En un proceso de doble sentido, los arquitectos de prestigio de todo el mundo hacen arquitectura en Espa?a con gran fluidez, lo que lleva a interesantes procesos de comunicaci¨®n, transferencia de conocimiento e intercambio tecnol¨®gico; de saludable creaci¨®n e integraci¨®n de empresas. Tampoco parece que resulte negativo exportar arquitectura plural, en tendencias, or¨ªgenes e identidades, pues su diversidad catapulta el conjunto de la oferta, e induce un factor de riqueza que resulta atractivo a la demanda de nuevos mercados.
No deja de haber riesgos en una hibridaci¨®n tan fuerte de procedimientos globales y de competitividad, en la que juegan tambi¨¦n factores de empresa comunes a cualquier actividad, como la franquicia, la exportaci¨®n de firmas, las marcas de apoyo, las corporaciones virtuales, los concursos internacionales, las barreras y dificultades de acceso de los j¨®venes, las penetraciones en mercados regulados o protegidos u otros elementos de un mercado que se mueve en las fronteras de la cultura y la fabricaci¨®n. El h¨¢bitat global es un recipiente que aloja espacios, flujos y mensajes a velocidad vertiginosa, asentando en la red sus focos de fortaleza o fragilidad.
Luego, en el hecho construido de las arquitecturas, los edificios singulares operan como una red de comunicaci¨®n. Esta mezcla de experiencias y percepciones pone a los ciudadanos globales en contacto con una manera de hacer que se identifica por un t¨ªtulo com¨²n de arquitecto, una formaci¨®n de excelencia y una pr¨¢ctica profesional consolidada por innovadores procesos de investigaci¨®n.
En estos momentos, m¨¢s que un made in ¨²nico, parece que la arquitectura espa?ola, hecha en Espa?a o proyectada al exterior por nuestros arquitectos, funciona como un conjunto de operadores p¨²blicos y privados que pujan por mejorar los sistemas de percepci¨®n del conjunto de la imagen de marca arquitect¨®nica -si se puede llamar as¨ª-, abarcando modelos de ciudad -como el significativo caso de Barcelona-, asociando as¨ª la fuerte imagen de Catalu?a y su reconocimiento en el mundo. Eso multiplica la imagen de solvente formaci¨®n de los autores de arquitectura, junto con la imagen de rigor de proyectos urbanos singulares, unida a la preocupaci¨®n por el medio ambiente. Un resultado de la fecunda imaginaci¨®n de los arquitectos exportadores de formas, estructuras y envolventes de contenedores cargados de vigor en el lirismo y las nuevas geometr¨ªas.
La diversidad es un valor que vende bien la arquitectura hecha en Espa?a, junto con la cultura arquitect¨®nica de otros pa¨ªses hecha aqu¨ª. Tal conjunto de factores -intangibles unos, y bien expl¨ªcitos y reales los otros-, nos dan una fortaleza a acrecentar mediante f¨®rmulas de adecuaci¨®n de las empresas al nuevo mercado exterior. Ello significa tal vez acelerar los procedimientos de transformaci¨®n de las principales empresas de arquitectura de Espa?a, promover la creaci¨®n de Pymes y sociedades de arquitectos a mayor escala y fomentar los ejercicios de intercambio, como el Concurso Europan, que tantos frutos han venido dando hasta hoy.
Espa?a es una potencia arquitect¨®nica que combina la noci¨®n de trabajo individualizado y la atenci¨®n personal con el prestigio empresarial de la competitividad exterior en mercados dif¨ªciles, en los que ya estamos participando como un sub-sector econ¨®mico m¨¢s. Falta que nos convirtamos en una potencia en innovaci¨®n urbana, pues el urbanismo sigue siendo una de las cuestiones menos transformadas en los ¨²ltimos a?os. Salvo casos paradigm¨¢ticos, o acciones puntuales, no hemos hecho un avance paralelo al de la arquitectura, ni tan cualificado, en las escalas de ciudad, en la calidad de entornos y medio ambiente urbano, en eco-barrios, en conjuntos comunitarios de tele-trabajo, en soluciones colectivas para j¨®venes y nuevas familias, en lugares de residencia e innovaci¨®n tecnol¨®gica, en mejoras del paisaje y las periferias urbanas, en seguridad, calidad y belleza de nuestras ciudades.
Tal vez ese reto asegure el prestigio global de la arquitectura espa?ola de diferentes marcas, identificadas a trav¨¦s de la obra construida en nuestro pa¨ªs, pero ampliadas a la escala de las ciudades y los barrios. Ese es el objetivo si queremos sostener en el tiempo el reconocimiento de premios y distinciones; esto es, si queremos compartir la calidad de los proyectos arquitect¨®nicos exportados bajo una denominaci¨®n de origen com¨²n. Una denominaci¨®n plural, como los territorios colectivos donde mejor resuena la arquitectura contempor¨¢nea espa?ola, incluyendo la calidad de nuestras ciudades.
Carlos Hern¨¢ndez Pezzi es arquitecto y presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de Espa?a. (CSCAE).
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