Iv¨¢n no miente

Es necesario empezar por el final del concierto, cuando Iv¨¢n Ferreiro interpret¨® Turnedo, esa canci¨®n de ruptura amorosa arrebatada y rencorosa que funcion¨® hace tres a?os de vaso comunicante entre los hermanos Ferreiro. La historia es la siguiente. Amaro, el peque?o (de 31 a?os), escribi¨® Turnedo como colof¨®n dram¨¢tico a su relaci¨®n de pareja de la ¨¦poca; Iv¨¢n, el mayor (de 37), acababa de poner punto final a su carrera en Piratas. Hasta ese momento apenas hab¨ªan trabajado juntos. As¨ª lo explican: "De repente, nuestros caminos se encontraron. Nos dimos cuenta de que nos llev¨¢bamos muy bien. Y comenzamos a conocernos como personas y como m¨²sicos". Desde ese momento, inseparables: componen y tocan juntos. Pues eso, que el jueves son¨® Turnedo, la sala se calde¨® y una pareja que hab¨ªa estado discutiendo durante la mitad del concierto, ante el asombro de sus vecinos, se reconcili¨® (literal). Hacia el final de la canci¨®n, cuando Iv¨¢n se dejaba la garganta (cantaba: "?Qui¨¦n no tiene el valor para marcharse? / ?qui¨¦n prefiere quedarse y aguantaaaaar?"), mir¨® de reojo a su hermano, que ah¨ª estaba, a su lado, d¨¢ndole calor, golpeando su guitarra con furia. Fue el momento del concierto.

Hasta ese instante, y aunque el disco que presentaba Iv¨¢n se llama Mentiroso mentiroso, varias verdades como pu?os. 1. Que el m¨²sico gallego est¨¢ superando en popularidad a su ex grupo, Piratas. La prueba son estas dos noches en La Riviera con todo vendido (2.500 cada jornada). 2. Que este tipo impulsivo e inteligente sabe adaptarse a los nuevos-malos tiempos de la m¨²sica: a lo Radiohead, dej¨® que todo el mundo accediese v¨ªa Internet y por la patilla a su nuevo disco, y cuando alcanz¨® las 65.000 descargas cerr¨® el grifo; ahora, si te apetece, te lo compras. Y 3. Que con su propuesta musical ha logrado el imposible de congregar a p¨²blicos antag¨®nicos: los de perfil alternativo comparten sala con gente que puedes ver en conciertos de El Canto del Loco. Y esto s¨ª que es un milagro.

Fidelidad

Con camiseta azul ce?ida, pantalones de tela verde militar, Iv¨¢n sali¨® al escenario como si tal cosa, secundado por su hermano Amaro a la guitarra y por un grupo de m¨²sicos sibaritas, como el siempre elegante Pablo Novoa. Sin hacer apolog¨ªa del estribillo f¨¢cil, con una propuesta musical a veces ¨¢spera, con un espect¨¢culo sobrio que huye de pirotecnias (las canciones y ya est¨¢), el m¨²sico gallego logra coger de la solapa a los espectadores para conducirles durante dos horas por m¨²sica pura. Todo un m¨¦rito. Hay fases del espect¨¢culo en las que parece cantar s¨®lo para ¨¦l (o sus incondicionales), olvid¨¢ndose de esa gente que va a los conciertos sin saberse todas las comas del disco. Es lo que hay: mejor ser fiel a s¨ª mismo. A pesar del Mentiroso mentiroso, lo suyo es tan de verdad que a veces parece mentira.