La mitad de los habitantes de Ucrania se opone al ingreso en la OTAN

M¨¢s de la mitad de los ciudadanos de Ucrania se opone al ingreso en la OTAN, pero este rechazo no desalienta a los dirigentes del pa¨ªs que, sinti¨¦ndose protagonistas de una misi¨®n hist¨®rica, realizan una en¨¦rgica ofensiva para que la Alianza Atl¨¢ntica invite a Kiev a iniciar los tr¨¢mites de ingreso esta semana en su cumbre de Bucarest.

La OTAN est¨¢ dividida sobre la conveniencia de ofrecer a Ucrania un plan de acci¨®n hacia el ingreso (MAP o Membership Action Plan). El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que esta noche llega a Kiev, y los nuevos socios de la Alianza apoyan la petici¨®n conjunta del l¨ªder V¨ªktor Y¨²shenko, la primera ministra Yulia Timoshenko y el jefe de la Rada (Parlamento). Alemania y Francia se oponen y otros Estados, como Espa?a, no se han pronunciado. Alegan los proatlantistas que la falta de una se?al positiva en Bucarest ser¨¢ vista como un "triunfo" de Mosc¨², donde el presidente saliente Vlad¨ªmir Putin y el entrante Dmitri Medv¨¦dev, ven los pasos del vecino eslavo hacia la OTAN como una amenaza para la seguridad rusa.

Las encuestas del Centro Razumkov de Kiev son inequ¨ªvocas. Desde 2002, cuando comenzaron a medir la opini¨®n p¨²blica ucrania sobre la OTAN, los adversarios del ingreso han aventajado siempre a los partidarios y adem¨¢s han ganado posiciones. En junio de 2002, los adversarios eran el 32,2% y los partidarios, el 32%. En febrero de 2008, fecha del ¨²ltimo sondeo, la relaci¨®n es de 53,1% en contra y 20,9% a favor.

Ante estas cifras, responsables e implicados en la pol¨ªtica exterior de Kiev aseguran al un¨ªsono que los ¨¢nimos cambiar¨¢n con una campa?a de informaci¨®n a fondo sobre la OTAN. Como ejemplo, citan a Eslovaquia, donde hubo gran resistencia al ingreso. Pero Ucrania, con sus regiones orientales profundamente vinculadas a Rusia, no es Eslovaquia. "No podemos ignorar que la mitad de la poblaci¨®n considera el ruso como lengua materna, y que otra parte de Ucrania quiere sofocar los derechos de los rusohablantes. Estos problemas se ir¨¢n resolviendo con los a?os, pero hay quien desea forzar el tiempo", afirma el diputado Leonid Kozhara, uno de los art¨ªfices de la pol¨ªtica exterior de Regiones, el partido de la oposici¨®n.

Kozhara distingue entre "colaborar" con la OTAN e "ingresar" en ella. "Queremos la m¨¢xima colaboraci¨®n con la Alianza", subraya. Seg¨²n ¨¦l, los dirigentes se concentran en el ingreso y omiten las implicaciones de la "relaci¨®n estrat¨¦gica con Rusia", fijadas en el tratado bilateral de 1997. La "seguridad europea" del siglo XXI -a diferencia del concepto de seguridad euroatl¨¢ntica del siglo XX, heredado de la guerra fr¨ªa- da especial importancia a la energ¨ªa, afirma. "Es absurdo hablar de seguridad en Europa sin incluir a Rusia, en calidad de suministrador energ¨¦tico clave, y sin incluir el sistema de transporte energ¨¦tico", se?ala.

Tras el revuelo provocado por la carta de los dirigentes ucranios al secretario general de la OTAN pidiendo la concesi¨®n del MAP en Bucarest, las fuerzas pol¨ªticas llegaron a un consenso para someter el ingreso en la Alianza a refer¨¦ndum. Pero la coalici¨®n liberal en el Gobierno y la oposici¨®n de Regiones discrepan sobre la fecha y el car¨¢cter del plebiscito.

Los proatlantistas prefieren una consulta no vinculante, aunque aseguran que la ganar¨¢n si ¨¦sta se celebra tras cumplir el MAP. "La ¨¦lite tiene la responsabilidad de guiar el pa¨ªs", afirma Bor¨ªs Tarasiuk, jefe del comit¨¦ de integraci¨®n europea del Parlamento. "Los intereses nacionales no los forman los funcionarios, sino la sociedad, y no se puede hacer pol¨ªtica en contra de la mayor¨ªa", discrepa Kozhara.

"El rechazo a la OTAN en Ucrania no se basa en la falta de informaci¨®n, porque ni la misma Alianza tiene claro su papel hoy", dice el diputado Kozhara, y recuerda que todos los l¨ªderes de su pa¨ªs, al margen de su color pol¨ªtico, han colaborado con la OTAN y que los pacificadores y especialistas ucranios est¨¢n hoy en Kosovo y en Afganist¨¢n.