Zimbabue

El reportaje de Pere Rusi?ol sobre Zimbabue y su referencia a la violencia en Kenia es impresionante. Al lujo de detalles sobre la situaci¨®n de aquel pa¨ªs ha sabido unir una descripci¨®n exacta de la situaci¨®n creada ante las elecciones del pasado s¨¢bado.

He vivido 45 a?os en Zimbabue y conozco lo que pasa all¨ª desde que Rodesia era parte de la Federaci¨®n de ?frica Central. Despu¨¦s de la independencia en 1980 fui profesor en varias escuelas secundarias para terminar en el Ministerio de Informaci¨®n como secretario en el Departamento de Relaciones P¨²blicas. En los a?os noventa me sent¨ª obligado a abandonar mi participaci¨®n activa en el partido y en el Gobierno para refugiarme en las fuerzas de la oposici¨®n. Despu¨¦s de las elecciones fraudulentas de 2002 tuve que enviar a Londres a mis dos hijos mayores y volver con mi mujer y mi hija menor a Espa?a. En Harare los ¨²ltimos a?os tuvimos oportunidad de encontrarnos con varios reporteros de EL PA?S a quienes admir¨¢bamos por los riesgos que corr¨ªan en su trabajo. Nos admira que Rusi?ol haya salido ileso de todo aquello esta vez.

Les agradecemos sinceramente el esfuerzo que han hecho ustedes por informar en Espa?a sobre un pa¨ªs que no es noticia. La situaci¨®n all¨ª es m¨¢s dram¨¢tica que la de Irak, Israel, Pakist¨¢n o Cuba. Usted sabe que en Zimbabue ya no hay cementerios donde enterrar tanta gente que muere a diario (sida, hambre, carencia de medicinas en los hospitales), y sin embargo hace falta que vengan unas elecciones cada seis a?os o que haya una matanza como en Kenia para que estos pa¨ªses aparezcan en las p¨¢ginas de nuestros peri¨®dicos.