Ni?os de un colegio p¨²blico comen en 20 minutos por falta de espacio

Las patatas est¨¢n por el suelo. Se le acaban de caer a una ni?a de segundo curso que intenta, con mucho trabajo, alcanzar la barra de autoservicio del comedor del colegio p¨²blico y biling¨¹e en ingl¨¦s Meseta de Orcasitas, en Usera. Le toca verdura de primero, bistec con patatas de segundo y, de postre, pl¨¢tano. Un men¨² que tendr¨¢ que engullir en 20 minutos. El comedor no da para m¨¢s.

El restaurante del colegio tiene capacidad para 150 personas, pero cada d¨ªa recibe a 383 ni?os, en tres turnos. El servicio funciona de 12.30 a 14.10. Primero entran los 187 de infantil y primer curso, que tienen el privilegio de comer con m¨¢s calma e incluso de acabar las clases 10 minutos antes para ir al comedor con el tiempo suficiente. Suelen sentarse a la mesa unos 40 minutos.

Aun as¨ª, a las 13.10 quedan algunos de los peque?os (de tres a cinco a?os) rezagados en la mesa. Sus compa?eros de segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto aprietan en la puerta, entre risas y gritos. Tienen que comer en dos turnos de unos 20 minutos y acabar a las 14.10 porque necesitan un tiempo de reposo antes de volver a clase. "Antes ten¨ªan varias actividades al mediod¨ªa", cuenta Juan Mar¨ªa S¨¢nchez, un padre que deja a su hijo en el comedor. Ahora, debido a los horarios improvisados, s¨®lo hacen balonmano.

Al lado del comedor est¨¢ la cocina, donde una cocinera pela ajos y dos auxiliares trastean ollas y espumaderas. En poco m¨¢s de 10 metros cuadrados, preparan cada d¨ªa la comida para los casi 400 ni?os con s¨®lo un horno, nueve fogones, una freidora y una marmita. Hace a?os que no se reforma la cocina; tampoco la despensa, donde apenas cabe una decena de cajas de leche y un pu?ado de latas en conserva.

La Consejer¨ªa tendr¨ªa que haber reformado el comedor y la cocina el curso pasado, seg¨²n el acuerdo que firm¨® con el colegio y que establece la ampliaci¨®n, la renovaci¨®n del mobiliario y de las instalaciones de agua, luz y gas de ambos espacios. Las obras no se realizar¨¢n hasta junio, seg¨²n confirm¨® un portavoz de la Consejer¨ªa.

A la dos menos cuarto unos cuantos ni?os juegan en el patio. Se dan balonazos. Otros pocos est¨¢n al fondo del lugar de recreo. Guardan fila. "?Esos?", se?ala Juan, "est¨¢n en la cola para lavarse las manos". En media hora empezar¨¢n las clases. Y a¨²n no han comido.