Un 'tirillas' de hierro
G¨®mez Noya, apartado de los Juegos de Atenas y con una cardiopat¨ªa, opta al oro en triatl¨®n
Cuesta creer que el joven que entra en la cafeter¨ªa del Centro de Alto Rendimiento de Pontevedra sea el bicampe¨®n de la Copa del Mundo de triatl¨®n, ese deporte que naci¨® en 1978 por la discusi¨®n entre marines sobre el grado de dureza de las tres competiciones que se hac¨ªan en Hawaii: una prueba de 3,8 kil¨®metros a nado, una carrera de 180 kil¨®metros en bicicleta y un marat¨®n. Un comandante resolvi¨® el problema encadenando las tres competiciones bajo el nombre de Ironman (hombre de hierro).
Bajo su apariencia de tirillas, Javier G¨®mez Noya (Basilea, Suiza; 1983) oculta el hombre de hierro del triatl¨®n ol¨ªmpico -1,5 kil¨®metros nadando, 40 en bici y los 10 ¨²ltimos a pie-. Sus resultados respaldan la candidatura al oro en Pek¨ªn, que hoy puede consolidar con una nueva victoria en Nueva Zelanda: ser¨ªa su quinto triunfo consecutivo en la Copa del Mundo. Ya se impuso en la inauguraci¨®n de la temporada en Australia y lleva 14 pruebas sin bajarse del podio.
Nada 25 kil¨®metros, pedalea 300 y corre 80 a la semana. "Nadie lo hace", dice su m¨¦dico
El triatl¨®n en Pek¨ªn 2008 |
El gallego, hijo de emigrantes en Suiza, mide 178 cent¨ªmetros y no sabe cu¨¢nto pesa. "No se ha subido a una b¨¢scula en los ¨²ltimos tres a?os, pero debe de andar por los 70 kilos", comenta Nicol¨¢s Bay¨®n, su m¨¦dico y compa?ero de entrenamiento.
En la cafeter¨ªa le espera su padre, que fue nadador aficionado. Acostumbran a verse al finalizar los entrenamientos. Hasta el a?o pasado, Javier G¨®mez Noya viv¨ªa en la residencia para deportistas, pero se mud¨® cuando sus padres se fueron a Pontevedra para estar a su lado. "?l y su familia han dise?ado un entorno perfecto. El padre aconseja; Manuela, la madre, es la mejor nutricionista; Jos¨¦ ?ngel Rioseco lo entrena desde los 11 a?os y yo me ocupo de su salud", explica Nicol¨¢s Bay¨®n.
Parece todo tan id¨ªlico, que puede hacer olvidar los reveses sufridos por el triatleta. En diciembre de 1999 le detectaron una valvulopat¨ªa a¨®rtica cong¨¦nita en unos controles y la federaci¨®n le retir¨® la licencia. "Al principio te asustas, pero me qued¨¦ tranquilo al conocer la opini¨®n de Nicol¨¢s Bay¨®n y de otros expertos. Si temiese por mi vida, no har¨ªa este deporte. Paso controles cada seis meses; a veces cada tres", reflexiona G¨®mez Noya.
"Su coraz¨®n no tiene ning¨²n problema", subraya el cardi¨®logo que ha recorrido el mundo consultado expertos para que le permitiesen volver a la competici¨®n. "Late a 47 pulsaciones en reposo y a 185 en pleno esfuerzo", bromea. Con el castigo levantado, en diciembre de 2003, G¨®mez Noya se proclam¨® campe¨®n del mundo sub 23 con tres semanas de entrenamiento. En abril de 2005 le volvieron a prohibir competir: "Fue algo curioso. Pod¨ªa competir en Espa?a por la Federaci¨®n Gallega pero no en la Copa del Mundo". En sus palabras no hay rastros de resentimiento.
Antes, Andreu Alfonso, director t¨¦cnico de la federaci¨®n, hab¨ªa preferido que Eneko Llanos y Xavier Llobet escoltasen a Iv¨¢n Ra?a en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas. "Sent¨ª una decepci¨®n enorme. Siempre estuve en contra de esa decisi¨®n t¨¦cnica, pero me dije que ten¨ªa 21 a?os y a¨²n pod¨ªa llegar a los siguientes Juegos con opciones, no de participar, sino de estar en los puestos de cabeza".
Como si estuviese en carrera, se niega a mirar atr¨¢s: todo eso forma parte del pasado. "Nunca lo he visto vencido. Se rebel¨® contra la adversidad entren¨¢ndose m¨¢s y m¨¢s", confiesa Bay¨®n. "Sabe que para competir hay que acumular derrotas. Su fortaleza mental es enorme". Se castiga con una media de 25 kil¨®metros de agua a la semana, 300 en bicicleta y 80 corriendo. Para su m¨¦dico, "no hay nadie entrenando a ritmos tan altos".
Desde hace dos semanas, a G¨®mez Noya lo acompa?a en cada sesi¨®n Jos¨¦ ?ngel Rioseco. No se separar¨¢ de ¨¦l hasta el 19 de agosto, el d¨ªa que tendr¨¢ la oportunidad de ajustar cuentas con los Juegos, pero el resto de la temporada lo dirige desde Ferrol. "Hay atletas que me ayudan en las series. Siempre encuentras a alguien para salir a rodar". Rioseco opina que "el margen de mejora en carrera es de 30 segundos". El pupilo es algo m¨¢s comedido con el pron¨®stico: "Yo trabajo de cara a los Juegos con la intenci¨®n de mejorar uno o dos segundos por kil¨®metro en la carrera a pie".
Es el favorito en Pek¨ªn. Ya se impuso en esa ciudad el a?o pasado. "Un refuerzo positivo, pero no quiere decir nada", matiza. Tampoco not¨® entonces la poluci¨®n, que ha hecho retirarse del marat¨®n ol¨ªmpico al genial Haile Gebrselassie, porque la prueba "se celebra a unos 30 kil¨®metros de la nube".
Los Juegos no le obsesionan. "Es una carrera m¨¢s. La preparo igual que un Mundial o una prueba de la Copa del Mundo, aunque se le da mucha trascendencia. Ese d¨ªa todo el mundo est¨¢ pendiente de los deportes minoritarios. As¨ª es este negocio".
A G¨®mez Noya le apasionan los coches y tocar canciones de Metallica con su guitarra. En unos d¨ªas se encontrar¨¢ con su novia, la triatleta alemana Ricarda Lisk. "En temporadas como ¨¦sta nos vemos menos". Tambi¨¦n procura encontrar tiempo para acabar segundo curso de INEF. En el interior de su Ford Focus ST, que conduce con alegr¨ªa, parece a¨²n m¨¢s menudo. "Es un atleta que aprovecha al m¨¢ximo cada movimiento. Con el mismo motor es m¨¢s eficaz y adem¨¢s su voluntad es de hierro". La sufre Nicol¨¢s Bay¨®n. que cuida su coraz¨®n mientras intenta no perder su rueda.
Javier G¨®mez Noya
- Naci¨® el 25 de marzo de 1983 en Basilea (Suiza), hijo de emigrantes ferrolanos.- Mide 1,78 metros y no sabe cu¨¢nto pesa porque lleva tres a?os sin subirse a una b¨¢scula.- En 1999 le detectaron una valvulopat¨ªa a¨®rtica cong¨¦nita por la que le prohibieron competir y que le obliga a pasar controles peri¨®dicos.- Ha ganado las dos ¨²ltimas Copas del Mundo y fue campe¨®n del mundo sub 23.- No estuvo en los Juegos de 2004 por una pol¨¦mica decisi¨®n t¨¦cnica.
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