Heinze apuntala al Madrid

El Madrid se present¨® en Son Moix con su postura m¨¢s distinguida, meti¨® un gol, y despu¨¦s se meti¨® en problemas. Pocas veces se vio el Madrid m¨¢s consolidado lejos del Bernab¨¦u en esta Liga. Parec¨ªa tener el partido razonablemente encaminado. Tal vez subestim¨® a su rival. Cuando se quiso acordar, el Mallorca cerraba el c¨ªrculo. El asedio incluy¨® dos palos, remates de toda clase, y una avalancha de buen juego. Si el Madrid regres¨® del viaje con un punto fue, en gran medida, gracias a Heinze.

Los equipos maduran o desaparecen. Despu¨¦s de un largo proceso de b¨²squeda, el Madrid da s¨ªntomas de haber dado con un funcionamiento en el que todos los jugadores concuerdan. Hay un pacto impl¨ªcito que incluye a Gago, Guti y Sneijder. En la medida en que estos tres futbolistas han desarrollado un lenguaje propio, el equipo ha comenzado a desplegarse con criterio. Su esplendor es todav¨ªa borroso, pero el Madrid ya no se desarma a las primeras de cambio. Lo demostr¨® ante el Sevilla y lo repiti¨® ayer, en condiciones de grandes dificultades. El Mallorca es un equipo bien montado. Gregorio Manzano ha sabido armonizar sus recursos. El Mallorca respondi¨® tan bien ante el Madrid que ni siquiera la lesi¨®n de Ramis, un puntal, rebaj¨® su solidez. El Madrid no encontr¨® facilidades de ninguna clase. Se tuvo que trabajar el gol. Lo consigui¨® al final del primer tiempo, despu¨¦s de que al Mallorca le anularan un tanto.

Son Moix hab¨ªa estallado en una demostraci¨®n de aversi¨®n arbitral cuando Robben se march¨® de Fernando Navarro, en la banda izquierda del Mallorca. El holand¨¦s amag¨® el disparo y meti¨® el centro. Nunes entr¨® al enga?o. El bal¨®n rod¨® por el ¨¢rea chica. Error del portero. En el segundo palo apareci¨® el hombre que coordina la recuperaci¨®n t¨¢ctica del Madrid. El hombre del gol: Sneijder. La conexi¨®n de estos dos holandeses fue reveladora de su impacto en la nueva versi¨®n del Madrid. Robben ha dejado en el banquillo a Robinho, el jugador m¨¢s dotado del equipo. A simple vista no parece un peligro. Pero con Sneijder ha redoblado sus intervenciones. A fuerza de buscar la espalda a los laterales, en la primera parte, consigui¨® abrir brecha.

El gol apalanc¨® al Madrid, que se mostr¨® en disposici¨®n de manejar la ventaja. Hubo un repliegue. Unos metros m¨¢s atr¨¢s, Gago hizo alarde de su nueva versi¨®n, m¨¢s discreta en los movimientos, menos temperamental. Dominando su ¨¢rea con algo parecido a la pasi¨®n, Heinze se multiplic¨® para cortar los centros, que comenzaron a sucederse desde la bota de Jon¨¢s. El central argentino hizo un monumento al despeje. Fue el mejor del Madrid. Bastaron sus intervenciones para frustrar los ataques locales. El Mallorca insisti¨® por los costados. Result¨® repetitivo. El equipo parec¨ªa en poder del Madrid. Pero Sergio Ramos, que ven¨ªa caliente, se gan¨® la segunda amarilla.

La expulsi¨®n de Ramos puso al Madrid en un aprieto inesperado. Los entrenadores movieron los banquillos. Manzano meti¨® a Borja Valero para mejorar la distribuci¨®n. Schuster apost¨® por cuidar su saldo y dio entrada a Diarra. El plan del alem¨¢n no dur¨® ni diez minutos. Ibagaza se creci¨®, Arango remat¨® de chilena una pelota que se escap¨® por un palmo, y Valero se enchuf¨® sin pre¨¢mbulos. Tan bien entr¨® al partido el ex canterano madridista que enganch¨® el disparo de la noche. Recibi¨® de Arango en la esquina izquierda de Casillas y empalm¨® un derechazo con efecto. El bal¨®n entr¨® por la escuadra contraria. El Madrid se puso de rodillas y Manzano ech¨® m¨¢s le?a al fuego. Cambi¨® a H¨¦ctor por Web¨®. Cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final, los jugadores del Mallorca lamentaron haber logrado s¨®lo un empate.