La novena legislatura
La constituci¨®n de las Cortes Generales de la IX legislatura tuvo como atractivo principal la elecci¨®n de las Mesas de sus dos C¨¢maras. Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde 1977; nunca el presidente del Congreso, sin embargo, hab¨ªa tenido que ser designado -como sucedi¨® el pasado martes- en segunda vuelta y por mayor¨ªa simple. La imagen p¨²blica de Jos¨¦ Bono -cosa distinta son los recovecos y laberintos de sus motivaciones ¨²ltimas- no es un enigma para nadie: de ah¨ª que resulte casi incomprensible la decisi¨®n adoptada por Zapatero (y hecha p¨²blica a finales de 2007 a espaldas y con la ignorancia de un at¨®nito Manuel Mar¨ªn, que ocupaba a¨²n la presidencia de la C¨¢mara) para ofrecer el cargo durante esta legislatura al ex ministro de Defensa y diputado por Toledo, castigado a ser humillado sin la mayor¨ªa absoluta en primera vuelta por el voto en contra o la abstenci¨®n de los nacionalistas.
La elecci¨®n de Bono como presidente del Congreso por mayor¨ªa simple rompe los precedentes establecidos
El altruismo como causa explicativa de la simult¨¢nea cesi¨®n en apariencia sin contrapartidas al nacionalismo catal¨¢n y vasco de tres puestos en las Mesas (la vicepresidencia cuarta para CiU y la secretar¨ªa segunda para el PNV en el Congreso, la secretar¨ªa segunda para CiU en el Senado) pertenecientes al PSOE por peso parlamentario es una conjetura demasiado ingenua. En cuanto a la negativa del PP a renunciar a algunos de sus puestos por derecho propio en las Mesas (cuatro sobre nueve en el Congreso y tres sobre siete en el Senado) en favor de las minor¨ªas contradice precedentes de anteriores legislaturas; la utilidad pr¨¢ctica de esa mezquindad ser¨ªa el asalto al poder de los ¨®rganos de gobierno de las C¨¢maras gracias a una inversi¨®n de las alianzas de CiU y PNV.
La designaci¨®n de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa como sucesora de Zaplana al frente de la portavoc¨ªa del PP en el Congreso fue completada a rengl¨®n seguido con una renovaci¨®n de los ¨®rganos directivos del grupo parlamentario. El abandono de la primera l¨ªnea de combate en las batallas parlamentarias de un escualo de aguas profundas como Zaplana o de un h¨ªbrido de tenor, payaso y jabal¨ª -seg¨²n la tipolog¨ªa acu?ada por Ortega y Gasset para las Cortes republicanas- como Mart¨ªnez Pujalte tal vez ayude a enfriar el recalentado hemiciclo de la anterior legislatura. Pero la consecuencia m¨¢s importante de ese cambio de guardia es la expectativa del viraje del PP hacia posiciones templadas.
No ser¨¢ f¨¢cil, sin embargo, que los populares logren ese objetivo sin graves conflictos internos. La enrabietada respuesta al nombramiento de la nueva portavoz dada por los periodistas que alimentaron durante la pasada legislatura -desde Telemadrid, El Mundo y la radio de los obispos- la teor¨ªa de la conspiraci¨®n, la radicalizaci¨®n ultraderechista y la estrategia de la crispaci¨®n ha sido el primer s¨ªntoma de la crisis. La constelaci¨®n de intereses y ambiciones movida por la presidenta de Madrid, la lideresa Esperanza Aguirre, y por otros dirigentes nacionales y regionales del PP ha empezado a mover el rabo. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.