"ETA abandon¨® el proceso porque crey¨® que era una rendici¨®n a bajo coste"
El pasado 8 de marzo, d¨ªa del entierro del ex edil socialista de Mondrag¨®n (Guip¨²zcoa) Isa¨ªas Carrasco, todo el mundo pudo ver al presidente del PSE-EE, Jes¨²s Eguiguren, llevar a hombros el f¨¦retro de su compa?ero asesinado por ETA. Muchos sab¨ªan que quien llevaba el f¨¦retro hab¨ªa sido el principal negociador con Batasuna y con ETA en el fracasado proceso de fin dialogado del terrorismo. Al d¨ªa siguiente hablaron las urnas y el PSE-EE obtuvo el mejor resultado de su historia. Eguiguren (Aizarna, Guip¨²zcoa, 1954) cree que los vascos han entendido la apuesta de Zapatero y el PSE. Tras dos a?os de silencio -"cualquier declaraci¨®n m¨ªa se pod¨ªa malinterpretar", dice- habla sobre el proceso que vivi¨® en primera persona.
"ETA dio marcha atr¨¢s en dejar las armas antes de la primera reuni¨®n"
"El proceso se hab¨ªa hecho para no tener que llevar m¨¢s f¨¦retros"
"Algunos dicen que fuimos ingenuos. Yo creo que intentamos un logro hist¨®rico"
"Tony Blair y Gerry Adams, despu¨¦s del atentado de la T-4, pidieron al Gobierno que escuchara a ETA. Y el Gobierno lo hizo"
"Las reuniones con Batasuna sirvieron para que los 'abertzales' comprobaran la voluntad de un fin dialogado de la violencia y que quien no daba el paso era ETA"
Pregunta. ETA asesin¨® a Isa¨ªas hace un mes y ha amenazado con volver a matar militantes socialistas. Usted llev¨® su f¨¦retro s¨®lo meses despu¨¦s de haberse sentado a hablar con ETA. ?Qu¨¦ sensaci¨®n tuvo?
Respuesta. Lo que sent¨ª fue que el proceso se hab¨ªa hecho para no tener que llevar m¨¢s f¨¦retros. Desgraciadamente, ya hemos llevado muchos y hemos asistido a cientos de funerales de compa?eros del partido, del PP, de polic¨ªas...
P. Pero tuvo que ser duro.
R. Lo fue. Isa¨ªas era un compa?ero muy cercano. Pero ya esper¨¢bamos un atentado al no haber accedido ni el Gobierno ni los socialistas a las pretensiones de ETA.
P. Hubo dos treguas largas de ETA y dos fracasos. ?Por qu¨¦ pens¨® que esta vez iba a salir?
R. A pesar de todas las cr¨ªticas de improvisaci¨®n e ingenuidad, tengo que decir que por primera vez se siguieron los procedimientos internacionales de resoluci¨®n de conflictos con participaci¨®n de organizaciones especializadas. El proceso utiliz¨® como referencia los pactos que hab¨ªa en Euskadi sobre terrorismo, los de Ajuria Enea, y se hizo con escrupuloso respeto a los procedimientos democr¨¢ticos.
P. ?Hubo di¨¢logo previo con ETA para propiciar la tregua?
R. Di¨¢logo con ETA, como tal, no hubo hasta despu¨¦s de la tregua. Lo que hubo antes fueron contactos sobre el m¨¦todo para propiciarla. Es tambi¨¦n verdad que antes de hablar con ETA tuvimos otras conversaciones [alude a las que mantuvo con Arnaldo Otegi], en las que tratamos de apartar las piedras que pod¨ªan obstaculizar el camino. Convinimos en que aquella no era una tregua m¨¢s, sino permanente, con el objetivo de cerrar la p¨¢gina triste del terrorismo. Ten¨ªamos la convicci¨®n de que iba en serio. Pero tambi¨¦n la ten¨ªan las instancias internacionales que ayudaron, y lo dec¨ªan los representantes de Batasuna y ETA en las conversaciones previas. Si a?adimos que hab¨ªa una voluntad social de que saliera bien, era para ser optimista.
P. ?Dice que hubo m¨¢s procedimiento que contenido?
R. S¨®lo hubo procedimiento y se acord¨® antes de la tregua. Los contenidos se dejaron para la mesa de partidos y para el di¨¢logo entre Gobierno y ETA. No lleg¨® a haber, como tal, una reuni¨®n de contenido entre Gobierno y ETA tras la tregua.
P. ?C¨®mo?
R. ETA cambi¨® la decisi¨®n que hab¨ªa tomado de dejar las armas antes de que se produjera la primera reuni¨®n del proceso. Con todas las cr¨ªticas que ha generado el proceso, Gobierno y ETA no desarrollaron la hoja de ruta. En las conversaciones previas se habl¨® de un temario, pero Gobierno y ETA, tras la tregua, no dedicaron ninguna reuni¨®n a abordarlo. Puede decirse que el proceso no empez¨®.
P. ?Qu¨¦ temario era?
R. Lo que ETA llamaba consecuencias del conflicto y nosotros la parte t¨¦cnica del proceso. Se trataba de hablar de presos, del desarme, siguiendo el modelo irland¨¦s. Y establecer las bases de la reconciliaci¨®n para el futuro. Nada de eso se lleg¨® abordar.
P. ?Y entonces qu¨¦ se abord¨® en las reuniones del Gobierno y ETA tras la tregua?
R. Fueron para aclarar por qu¨¦ no empezaba el proceso y pedir explicaciones por los incumplimientos. ETA se quejaba de que hab¨ªa detenciones. Y el Gobierno se quejaba a ETA porque segu¨ªa extorsionando a empresarios. Fueron reuniones de reproche. Pero no se sigui¨® la hoja de ruta. Es falso que hubiera negociaci¨®n pol¨ªtica.
P. Pese al robo de armas de ETA, en octubre de 2006, ustedes eran optimistas. ?Qu¨¦ pas¨®?
R. Vimos que algo fallaba y que el proceso no sal¨ªa en los t¨¦rminos previstos. Pero tambi¨¦n pensamos que suced¨ªa en procesos similares. Era imposible saber si ETA utilizaba t¨¦cnicas de presi¨®n para la negociaci¨®n o si ya hab¨ªa decidido cambiar de rumbo. Hoy, mi conclusi¨®n es que al poco de decretar la tregua, a ETA le entr¨® el v¨¦rtigo de decir adi¨®s a las armas y pens¨® que el proceso ya no le val¨ªa, que era una rendici¨®n con un coste muy bajo para el Gobierno.
P. ?Hubo en ETA un golpe de mano o presiones de las bases?
R. No creo en la teor¨ªa de duros y blandos. Simplemente, unas determinadas posiciones se impusieron a otras y, al final, fueron asumidas por todos porque a ETA le entr¨® el v¨¦rtigo del final de la violencia.
P. Sin embargo, ustedes tuvieron esperanzas hasta el atentado de la T-4, a finales de 2006.
R. Que la cosa no iba bien, lo vimos a la vuelta del verano. Pero como tampoco hubo un ultim¨¢tum de ETA, mantuvimos la esperanza de reconducir el proceso, hasta el atentado de la T-4.
P. ?En la reuni¨®n de diciembre con ETA no percibieron el riesgo de un atentado?
R. Se ha hablado mucho de esa reuni¨®n, pero no aport¨® nada a lo sucedido. Constat¨® que el proceso no funcionaba, pero tampoco sacamos la conclusi¨®n de que ETA lo iba a romper.
P. ?Qu¨¦ fall¨® en ustedes?
R. No soy consciente de haber cometido errores de calado. El Gobierno lleg¨® al borde del precipicio para intentar salvar el proceso a riesgo de su propio desgaste. El Gobierno quiso convencerse de haber hecho todo lo que se pod¨ªa para acabar con el terrorismo. Por eso sigui¨® hasta despejar todas las incertidumbres. E incluso despu¨¦s del final.
P. ?Puede explicarse?
R. S¨ª. Tony Blair y Gerry Adams, despu¨¦s del atentado de la T-4, pidieron al Gobierno que escuchara a ETA. Y el Gobierno lo hizo.
P. ?Rubalcaba acert¨®?
R. Creo que Rubalcaba hizo lo que ten¨ªa que hacer: intentar terminar con ETA por esa v¨ªa si era posible, aguantar lo que se pudiera, llegar hasta el final y echarle valor. En el PSE estamos totalmente de acuerdo con ¨¦l.
P. ?Por qu¨¦ abrieron conversaciones pol¨ªticas con Batasuna y el PNV tras el verano de 2006?
R. Porque el proceso estaba empantanado. Ten¨ªamos dos alternativas: esperar, con la casi seguridad de que se romp¨ªa, o hacer algo para que arrancara. Entonces decidimos iniciar conversaciones pol¨ªticas con Batasuna e incorporar al PNV. Fue una decisi¨®n pol¨¦mica. Pero mostr¨¢bamos al mundo abertzale que el proceso iba en serio, que si ETA dejaba las armas, los partidos decidir¨ªan el futuro vasco. Por eso, nos sentamos en Loyola y elaboramos un documento que es p¨²blico y que al final Batasuna no acept¨®.
P. Eso ha dado pie al PP a decir que negociaron con ETA.
R. Aquellas reuniones se hicieron porque pod¨ªan abrir el proceso. Y sirvieron para que la izquierda abertzale comprobara que hab¨ªa voluntad en el Gobierno para acabar con la violencia por la v¨ªa del di¨¢logo, y que quien no daba el paso era ETA. Hay que aclarar, adem¨¢s, que esos acuerdos s¨®lo entrar¨ªan en vigor si eran avalados por el Parlamento vasco.
P. ?Por qu¨¦ se rompieron los acuerdos de Loyola?
R. Batasuna no lleg¨® a firmar porque ETA dijo que no le val¨ªa.
P. ?Cu¨¢l fue el comportamiento de Otegi en el proceso?
R. Tengo la sensaci¨®n de que Otegi, en su apuesta por un acuerdo desde la legalidad, sab¨ªa que lo ten¨ªa dif¨ªcil con ETA. Algunos piensan que fuimos ingenuos. Yo creo que intentamos un logro hist¨®rico.
P. ?Les afectaba lo que dec¨ªan los medios de comunicaci¨®n?
R. S¨ª, pero no tanto como para que dej¨¢ramos de hacer lo que ten¨ªamos que hacer.
P. ?Y los ataques del PP?
R. Padecimos sus cr¨ªticas injustas, pero ten¨ªan poca informaci¨®n. Si unimos a eso la pasi¨®n que provoca este tema, se explica lo sucedido. Los hechos han demostrado que los temores del PP no eran ciertos. ?bamos a vender Navarra, y hoy gobierna UPN con el consentimiento de los socialistas. Tampoco habr¨ªamos hecho nada contra la Constituci¨®n porque ni quer¨ªamos ni pod¨ªamos. Hay que pasar la p¨¢gina de los reproches.
P. El PP dice que ETA est¨¢ reforzada tras la tregua.
R. Es como decir que un jugador que ha pasado una temporada sin jugar est¨¢ m¨¢s fuerte. Est¨¢ m¨¢s desentrenado. ETA sabe que ha perdido una oportunidad hist¨®rica, y lo est¨¢ discutiendo. Tambi¨¦n sabe que la Guardia Civil no ha estado de brazos cruzados durante la tregua.
P. ?Puede repetirse otro proceso as¨ª?
R. El Gobierno, los partidos y la sociedad han escarmentado. Hay una premisa y es que el adi¨®s a las armas de ETA debe ser definitivo y demostrado con los hechos. Pero, adem¨¢s, se han quemado una serie de instrumentos, las dos mesas, etc¨¦tera. Un proceso as¨ª est¨¢ superado.
P. ?Qu¨¦ van a hacer ahora?
R. Resistir, a sabiendas de que ETA ha perdido la batalla. Sabe que la Constituci¨®n no va a cambiar por la presi¨®n armada y que tampoco pueden aniquilar a un pueblo. Tenemos que lograr que desistan por la presi¨®n social y el Estado de derecho.
P. ?Cree que han perdido apoyos tras el proceso?
R. Han salido malparados. Tienen dudas sobre lo que est¨¢n haciendo y en Navarra est¨¢ claro que han perdido terreno. Pero el mundo de la izquierda abertzale es el de una comunidad cerrada e impermeable.
P. ?ETA acabar¨¢ esta legislatura?
R. Estoy convencido de que esta legislatura veremos el final. Las cosas no son eternas. ETA naci¨® en un momento, se desarroll¨® en determinadas circunstancias, que ya no se dan. Cuentan con un fuerte rechazo en Euskadi. Est¨¢ el terrorismo internacional y su propio agotamiento. Estamos en la fase final, aunque no s¨¦ c¨®mo va a acabar.
P. ?Hay que derogar la resoluci¨®n parlamentaria de mayo de 2005, como dice el PP, porque de lo contrario se renuncia a la derrota de ETA?
R. Me parece absurda la historia de que el terrorismo se arregla con resoluciones. PSOE y PP tienen que restablecer la confianza. No tiene sentido derogar la resoluci¨®n. ?Para hacer otra? Es una discusi¨®n bizantina. En el Reino Unido, conservadores y laboristas mantuvieron el consenso sin documentos. Es un problema de voluntad.
P. ?Lleg¨® a temer que el proceso empujara al fracaso electoral a Zapatero?
R. Zapatero se jug¨® las elecciones y su futuro pol¨ªtico porque hizo m¨¢s de lo que pens¨¢bamos. Los vascos nunca lo vamos a olvidar. Merece la pena ser presidente para lograr la paz. Es la tarea m¨¢s importante para un presidente democr¨¢tico en Espa?a y se lo jug¨® todo por lograrlo.
"El PSE ofrece un pacto al PNV"
Pregunta. ?Ve relaci¨®n entre el ¨¦xito electoral del PSE y su apuesta por el proceso de paz?Respuesta. Creo que ha habido un premio a ese esfuerzo. Los vascos han agradecido a Zapatero su riesgo. Tampoco le ha servido al PP el uso electoral que ha hecho del terrorismo. El PP, sobre todo en Euskadi, debe reflexionar. Nunca he entendido sus ataques al PSOE por el terrorismo, porque compartimos lo m¨¢s importante, la defensa de la vida frente a las amenazas de ETA.P. ?El PNV va a contribuir a desalojar a la alcaldesa de ANV en Mondrag¨®n?R. Conf¨ªo en que haya una moci¨®n de censura. Es un gesto de solidaridad y humanidad. Sobran las declaraciones.P. ?El PNV va a contribuir al aislamiento de ANV?R. Conf¨ªo en que lo haga, aunque tengo alg¨²n temor. Va a depender mucho de lo que ocurra en los pr¨®ximos meses, de su situaci¨®n interna, de las conversaciones de Zapatero con el PNV e Ibarretxe.P. ?Qu¨¦ plantea el PSE?R. Un pacto para los pr¨®ximos meses, hasta las elecciones vascas. El PSE est¨¢ dispuesto a no aprovechar la coyuntura de estos meses a cambio de que Ibarretxe no siga con su plan y su consulta. Debe haber un di¨¢logo y no tomar decisiones irreversibles hasta las elecciones vascas, y que los vascos decidan.P. ?Cree que el PNV e Ibarretxe van a priorizar la lucha contra el terrorismo y dejar los planes soberanistas?R. Depende de ellos. Ibarretxe tiene fama de ser de pi?¨®n fijo, pero es sensible. Espero que haya tomado nota de las elecciones. Nosotros vamos a defender un acuerdo para transitar hasta las elecciones.P. ?Qu¨¦ alternativa puede haber al plan Ibarretxe?R. El PNV habla de los pactos de Loyola. Pueden tratarse en el Parlamento, porque est¨¢n dentro de la Constituci¨®n, algo muy distinto al plan Ibarretxe. Pero hasta que cese la violencia y haya igualdad de oportunidades no debe haber reforma estatutaria.
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