La popularidad de la presidenta argentina se hunde en tres meses

Despu¨¦s de demostrar que controla la plaza de Mayo -primero con los piqueteros violentos y luego con sus simpatizantes- el Gobierno argentino busca controlar el kiosco con el relanzamiento de un Observatorio de Discriminaci¨®n en los Medios, una iniciativa que ha disparado las alarmas en el mundo period¨ªstico argentino que ayer, por medio de la Asociaci¨®n de Entidades Period¨ªsticas, denunci¨® que la presidenta Cristina Fern¨¢ndez quiere "controlar el periodismo para adocenarlo" en un intento "perverso".

No son nuevas las malas relaciones entre el kirchnerismo y la prensa. El Gobierno considera a los medios como un elemento distorsionador de su imagen ante el p¨²blico y desde que N¨¦stor Kirchner accediera al poder en 2003, ha optado por hablar "directamente al pueblo" desde los discursos oficiales, en los que en cambio se ha atacado a periodistas locales con nombre y apellidos. Los Kirchner jam¨¢s han convocado una rueda de prensa y las contadas entrevistas que Fern¨¢ndez ha concedido a medios extranjeros -nunca como presidenta- no se han producido en suelo argentino. Los altos ¨ªndices de popularidad, en torno al 70%, parec¨ªan respaldar esta estrategia.

Pero la huelga de productores agropecuarios ha generado un cambio sustancial en el statu quo de esas tirantes relaciones. El ¨ªndice de popularidad de Fern¨¢ndez se ha desplomado al 23%, especialmente despu¨¦s de que los argentinos vieran c¨®mo la presidenta se burlaba de los manifestantes -tach¨® de paquetas

(esnobs) a las mujeres que salieron a la calle en alguna zonas- y premiaba al l¨ªder de los grupos de choque oficialistas, Lu¨ªs d'El¨ªa, con un puesto de honor en el palco durante sus principales actos presidenciales durante la crisis. En uno de ellos, la multitudinaria manifestaci¨®n en la plaza de Mayo la semana pasada, Fern¨¢ndez acus¨® a los huelguistas del campo de golpistas respaldados "no por tanques, sino por generales medi¨¢ticos".

Tres d¨ªas despu¨¦s la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (entidad p¨²blica que recibe sus fondos del Gobierno) emit¨ªa un duro informe contra la cobertura de los medios argentinos durante la huelga, acus¨¢ndolos de parcialidad en contra del Gobierno.

El informe no criticaba el que la agencia oficial Telam no hubiera transmitido un solo cable sobre en la primera noche de cacerolazos o que los dos canales de informaci¨®n continua tardaran m¨¢s de una hora en emitir im¨¢genes de las calles de Buenos Aires cortadas por los manifestantes.