La polic¨ªa requisa ordenadores en el rancho de la poligamia en Tejas

En el rancho Anhelo de Sion segu¨ªan ayer los interrogatorios a los miembros de la secta pol¨ªgama investigados por supuestos abusos a ni?as menores de edad. Los agentes de la polic¨ªa de Tejas cerraban el acceso a cualquiera que no formara parte del equipo de investigaci¨®n. Desde lejos, s¨®lo se observaba la torre blanca que se alza en el templo central del complejo religioso. Los rangers requisaban documentos, ordenadores y todo aquello que pudiera servir de prueba para imputar a los l¨ªderes de la secta en el caso desatado por una llamada an¨®nima el pasado d¨ªa 30: una joven de 15 a?os dijo haber sido forzada a casarse con un hombre de 50 con el que hab¨ªa tenido un hijo.

En Eldorado, a nueve kil¨®metros del rancho, no se habla de otra cosa. Muchos vecinos sab¨ªan que la secta pol¨ªgama hab¨ªa comprado el terreno en 2004, mintiendo a los vecinos y diciendo que s¨®lo iban a crear un coto de caza. Luego descubrieron que a las afueras se alzaba una sede de la secta Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los ?ltimos D¨ªas. Se rumoreaba que obligaban a ni?as a casarse con hombres muy mayores, algunos de ellos parientes sangu¨ªneos. "Pero no se pod¨ªa hacer nada. El sheriff necesitaba una prueba, una denuncia, un indicio para actuar contra los pol¨ªgamos", explica el jubilado de 65 a?os Charles Conn. "Y esa llamada fue providencial".

A estas alturas, todav¨ªa no se ha encontrado a la menor que llam¨® al servicio de emergencias para denunciar los abusos. Muchos vecinos dudan de que la vayan a encontrar. "Se dice que pudo haber sido alguien que llamara desde fuera, s¨®lo para desatar la alarma. O que llamara alguna de las mujeres que ha huido de ranchos que la secta tiene en otros Estados como Utah", explica otro jubilado, Ford Obleby, de 83 a?os.

Nadie se queja en este pueblo de 2.000 habitantes de la convivencia con los miembros de la secta. Del rancho s¨®lo sal¨ªan los hombres, para comprar bienes de primera necesidad, pagar facturas y tramitar papeles. Eran educados y no entraban en ning¨²n tipo de conversaci¨®n. Y se marchaban pagando siempre en efectivo. Nadie en el pueblo ha visto jam¨¢s a ninguna de las mujeres o ni?as ahora trasladadas a San ?ngelo, a 60 kil¨®metros.

En la ma?ana de ayer, dos agentes del FBI llegaron al rancho desde Washington. La polic¨ªa del Estado de Tejas confirm¨® ayer que todav¨ªa quedan mujeres y ni?os escondidos en habitaciones secretas del rancho. En el recinto est¨¢n retenidos todos los hombres. 400 menores son atendidos por el Departamento de Protecci¨®n de Menores en San ?ngelo, y est¨¢n bajo la tutela oficial del Estado. Con ellos, abandonaron el rancho 133 mujeres por propia voluntad. Muchas de ellas son las madres de los ni?os rescatados por las autoridades.