Cuesti¨®n de velocidad
El pasado jueves, H&M anunci¨® que Comme des Gar?ons crear¨¢ para ellos una colecci¨®n de ropa y accesorios y una fragancia. La firma creada en 1973 por la japonesa Rei Kawakubo es una de las m¨¢s arriesgadas de la moda contempor¨¢nea. Una radical propuesta que se adentra en lo conceptual sin concesi¨®n alguna a conceptos burgueses, como lo favorecedor o lo bello.
La colaboraci¨®n ver¨¢ la luz en noviembre, para inaugurar dos macrotiendas de la cadena sueca en Tokio, pero ya ha levantado dudas. ?C¨®mo se mezcla, sin banalizarlo, un discurso tan vanguardista con la moda de consumo inmediato? La esquiva Kawakubo ya ha colaborado antes con empresas de alcance masivo como Puig, Fred Perry o Speedo y en el comunicado afirma: "Siempre me ha interesado el equilibrio entre creaci¨®n y negocio. Para m¨ª la creaci¨®n siempre ha sido la prioridad. Trabajar con H&M es una oportunidad de llevar el dilema al extremo y tratar de resolverlo".
El fichaje de Kawakubo, famosa por su resistencia al sistema, es un trofeo m¨¢s para la moda r¨¢pida que, a pesar de la incertidumbre econ¨®mica, hincha pecho. En el primer cuarto de 2008 las ventas de H&M aumentaron un 18% respecto al pasado a?o. Las de Inditex subieron un 15% en 2007.
Pero la bonanza coincide con la llegada del movimiento slow al vestir. Los defensores del slow fashion abogan por ropa hecha con materias locales, por trabajadores bien pagados y pensada para durar. Un paso m¨¢s en la cacareada cuesti¨®n eco que la moda r¨¢pida ha abrazado sin atragantarse: de poco sirve que el algod¨®n sea org¨¢nico si la camiseta hay que tirarla a los tres meses.
Kawakubo no forma parte de esta corriente, pero ha sido la m¨¢s rebelde del patio. Queda por ver c¨®mo afectar¨¢ a su credibilidad la alianza con un gigante de la velocidad justo cuando coge vuelo una rebeli¨®n contra el patr¨®n de consumo voraz e irreflexivo.
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