"Perd¨ª a mi hijo por la amniocentesis y acab¨¦ ante la Guardia Civil"

Tiene ahora 31 a?os y un nuevo embarazo que lleg¨® a feliz t¨¦rmino hace un mes le ha devuelto la sonrisa. Pero las carencias de la sanidad p¨²blica, la objeci¨®n de conciencia de algunos m¨¦dicos y las operaciones de la Guardia Civil contra las cl¨ªnicas abortistas han hecho pasar a esta mujer por momentos "muy, muy malos". "Esto no me puede estar pasando a m¨ª, llegu¨¦ a pensar muchas veces".

"Me dijeron que ten¨ªa que abortar, pero que all¨ª no", explica la afectada

Marta (nombre falso, a petici¨®n propia) acudi¨® a finales de 2006 al hospital La Paz para someterse a una amniocentesis. La prueba consiste en pinchar el abdomen de la mujer para extraer una muestra de l¨ªquido amni¨®tico, analizarlo y descartar alteraciones gen¨¦ticas en el beb¨¦. Una de cada 200 a 500 amniocentesis afecta al feto. Y seg¨²n La Paz, Marta fue la involuntaria y desgraciada protagonista de esta estad¨ªstica. Ella, en cambio, sostiene que el hospital cometi¨® una negligencia y ha puesto el tema en manos de un abogado.

El caso es que empez¨® a perder tal cantidad de l¨ªquido amni¨®tico que tuvo que ser ingresada en este centro hospitalario durante 25 d¨ªas. Los esfuerzos para salvar al feto fueron infructuosos. Los m¨¦dicos le comunicaron que hab¨ªa perdido tanto l¨ªquido que el embarazo ya no era viable. "Me dijeron que ten¨ªa que abortar, pero que all¨ª no porque son objetores de conciencia", recuerda. "Me qued¨¦ de piedra. Ellos hab¨ªan causado el problema y ahora quer¨ªan que fuera a abortar a cualquier otra parte. Era absurdo". Desde el propio hospital confirmaron ayer que "no se practican abortos por las objeciones de los m¨¦dicos".

La soluci¨®n que se le ofreci¨® entonces fue recurrir a una de las cl¨ªnicas privadas con las que est¨¢ concertada la interrupci¨®n del embarazo. Estos centros, entre ellos la cl¨ªnica Isadora, asumen lo que la sanidad p¨²blica paga pero no quieren hacer m¨¢s de 10.000 abortos al a?o.

Marta ingres¨® en Isadora el 14 de febrero de 2007, durmi¨® en casa y nueve d¨ªas m¨¢s tarde volvi¨® para la revisi¨®n. Y se sumergi¨® en su vida, con su pareja, tratando de superar el trance lo m¨¢s r¨¢pido posible. "Tuve suerte, porque volv¨ª a quedarme embarazada pronto y ha nacido un ni?o, lo mismo que perd¨ª".

Pero el pasado, a veces, vuelve, en esta ocasi¨®n en forma de citaci¨®n. La Guardia Civil la llam¨® a comparecer el pasado 17 de enero como testigo. Los agentes le preguntaron por las fechas en las que acudi¨® a la cl¨ªnica y sobre lo que hizo all¨ª. Ella cont¨® su esperp¨¦ntica historia, pero los agentes siguieron con sus preguntas. ?Pas¨® consulta con la psiquiatra? ?Recibi¨® alg¨²n tipo de recomendaci¨®n por parte de la cl¨ªnica? ?Le hicieron pruebas para anestesiarle? La guinda final fue cuando le ense?aron un gran folio con 16 fotograf¨ªas y le pidieron que reconociera a los sanitarios que le hab¨ªan atendido en Isadora. Ella firm¨® sobre las im¨¢genes n¨²mero 5 y 9, las de la psiquiatra y el ginec¨®logo de la cl¨ªnica.

"Me sent¨ª muy mal. Estaba embarazada de seis meses y tuve que volver a pasar por todo. Es que si lo piensas es muy fuerte. Fui a hacerme una amniocentesis, perd¨ª a mi hijo y acab¨¦ declarando ante la Guardia Civil", denuncia Marta.

Los agentes, recuerda, no tuvieron adem¨¢s ning¨²n problema en detallarle los motivos de su investigaci¨®n: "Me dijeron que la cl¨ªnica incumpl¨ªa la ley, que ten¨ªa poco personal...".