Bush suspende a partir de julio el repliegue de las tropas en Irak

El presidente de EE UU, George W. Bush, anunci¨® ayer una suspensi¨®n indefinida de la retirada de tropas de Irak despu¨¦s de julio, tal y como hab¨ªa recomendado el general David Petraeus. En julio se efectuar¨¢ la ¨²ltima salida de 20.000 de los actuales 158.000 hombres desplegados en la zona. A partir de entonces quedar¨¢ una presencia de algo menos de 140.000 tropas que, con bastante probabilidad, no saldr¨¢n de Irak hasta que el nuevo presidente de Estados Unidos asuma el cargo en enero de 2009 y tome una decisi¨®n.

"Las tendencias son positivas, y nuestras tropas van a ganar", dijo el presidente

Bush: "Un Irak libre no tolerar¨¢ las interferencias de militantes iran¨ªes"

Tras la retirada de julio habr¨¢ una pausa de 45 d¨ªas para analizar la situaci¨®n en el pa¨ªs, en vista del incremento de la violencia en las ¨²ltimas semanas, pausa en la que se considerar¨¢ si es posible hacer m¨¢s reducciones. "Le he dicho [a Petraeus] que tendr¨¢ todo el tiempo que necesite", inform¨® Bush durante la rueda de prensa.

Con el Ej¨¦rcito al l¨ªmite de sus fuerzas, algo que el propio jefe militar de EE UU en Irak reconoci¨® durante su comparecencia ante el Congreso un d¨ªa antes, Bush quiso ofrecer un signo de consideraci¨®n tanto a los militares como a sus familias y anunci¨® la reducci¨®n de los periodos de servicio de las tropas de combate en Irak y Afganist¨¢n de los 15 meses actuales a un a?o. "Para aliviar la carga sobre nuestras tropas y sus familias, he ordenado al secretario de Defensa que reduzca la duraci¨®n del despliegue", prosigui¨® Bush.

Adem¨¢s, el presidente garantiz¨® a los soldados que una vez que hayan pasado un a?o sirviendo al pa¨ªs fuera podr¨¢n disfrutar de otro a?o de estancia en EE UU. Estas nuevas medidas entrar¨¢n en vigor para los soldados que se desplieguen a partir del 1 de agosto y no afectar¨¢ a los hombres y mujeres que actualmente luchan en las l¨ªneas del frente.

Ante un grupo de veteranos de guerra recibidos en la Casa Blanca y acompa?ado por el vicepresidente, Dick Cheney; el secretario de Defensa, Robert Gates y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, Bush hizo una vez m¨¢s una defensa apasionada de la guerra, de la que dijo que estaba siendo "dif¨ªcil pero no sin final". "Las tendencias en Irak son positivas y nuestras tropas van a ganar". Y agreg¨® que tanto la polic¨ªa como el Ej¨¦rcito iraqu¨ª son cada vez m¨¢s capaces de encabezar la lucha antiterrorista y que las fuerzas estadounidenses tienen planeado dedicarse a combatir ataques extremistas y a continuar entrenando a las fuerzas locales. Aunque el presidente, ante la escalada de violencia en la zona, no pod¨ªa dejar de admitir que "contin¨²an los problemas serios y complejos en Irak", pero "se ha dado un cambio estrat¨¦gico importante; hoy tenemos la iniciativa".

En su l¨ªnea de justificaci¨®n de la guerra, Bush explic¨® que los soldados estadounidenses e iraqu¨ªes han logrado "progresos significativos", aunque reconoci¨® que persisten problemas como la influencia iran¨ª o la presencia de Al Qaeda.

El presidente asegur¨® que el establecimiento de un Gobierno aliado en Bagdad es un irreemplazable freno al expansionismo del r¨¦gimen de los ayatol¨¢s. "Un Irak libre no tolerar¨¢ las interferencias de militantes iran¨ªes", declar¨®, e inst¨® a Teher¨¢n a elegir entre vivir en paz con su vecino o continuar sus intentos de desestabilizaci¨®n y afrontar las consecuencias. Si Ir¨¢n "toma la decisi¨®n correcta, Estados Unidos le alentar¨¢ a seguir por ese camino de la paz", pero si no, repiti¨® el presidente, "protegeremos a nuestras tropas y nuestros intereses".