Un genio en tiempos de guerra
El Prado recorre una ¨¦poca convulsa de Espa?a a trav¨¦s de 200 obras de Goya
Renacidos de entre los oscuros barnices y el polvo del tiempo tras un largo, delicado y exhaustivo proceso de restauraci¨®n, los lienzos que evocan la carga de los mamelucos y los fusilamientos del mes de mayo de 1808 en Madrid deslumbran al visitante del Prado.
Sordo y tras superar una enfermedad, Goya aspira a ser independiente
"Todos sus retratos tienen en com¨²n algo inquietante", dice Manuela Mena
No son las ¨²nicas joyas de la gran exposici¨®n Goya en tiempos de guerra, con la que el Museo del Prado (www.museodelprado.es) quiere recordar el bicentenario de la Guerra de la Independencia a trav¨¦s del pintor: casi 200 obras, gran parte de ellas procedentes de colecciones particulares que sirven para recrear un cuarto de siglo (1795-1819) durante el que Espa?a vivi¨® algunas de las m¨¢s grandes convulsiones de su historia.
Manuela Mena, experta en Goya y conservadora jefa de pintura del XVIII del Museo del Prado, ha comisariado esta exposici¨®n que se abrir¨¢ al p¨²blico el pr¨®ximo martes. Mena defini¨® ayer a Goya (1746-1828) como "una mezcla fascinante de Albert Einstein y Miguel ?ngel".
La exposici¨®n est¨¢ situada en la primera planta del museo y repartida en una veintena de salas. Las 200 obras (90 son pinturas y el resto dibujos, aguafuertes y litograf¨ªas) han sido distribuidas por Manuela Mena en cuatro secciones o "escenas", como ella prefiere llamarlas: Goya, pintor de c¨¢mara (1795-1800); Goya ante el nuevo siglo (1.800-1808), Goya en los a?os de la Guerra de la Independencia (1808-1814) y las fatales consecuencias de la sangrienta guerra de Espa?a (1814-1819).
El Goya que pinta las obras recogidas en esta exposici¨®n es un hombre que quiere romper con su pasado. Se acaba de quedar sordo, pero lo importante es que ha logrado sobrevivir a una grave enfermedad. Cuando se recupera, su escala de valores es radicalmente diferente a la que hab¨ªa presidido su vida. Est¨¢ convaleciente y es un hombre d¨¦bil. No le interesa lo superficial y est¨¢ decidido a ser un artista independiente. Quiere acabar con sus cuadros de gabinete. Comienza entonces la maduraci¨®n del genio, aunque se recrudecen tambi¨¦n las envidias y las zancadillas por parte de toda esa sociedad noble a la que tan alegremente hab¨ªa retratado. La exposici¨®n arranca con la serie de aguafuertes de Los caprichos, una devastadora cr¨ªtica de los errores y vicios humanos y concluye con La comuni¨®n de San Jos¨¦ de Calasanz, su ¨²ltima obra p¨²blica.
El contexto hist¨®rico no puede ser m¨¢s intenso. Europa vive bajo la conmoci¨®n de la Revoluci¨®n Francesa y de la ejecuci¨®n de Luis XVI, en 1793. En ese mismo a?o, Goya llega a Madrid despu¨¦s de su convalecencia en C¨¢diz dispuesto a empezar de nuevo. Desde Espa?a se sufren los sangrientos acontecimientos en el pa¨ªs vecino (la Convenci¨®n, el Terror, la evoluci¨®n hacia el Consulado y el Imperio). El reinado de Carlos IV y Mar¨ªa Luisa y de su ministro Godoy se resiente por lo que ocurre fuera. De todas formas, es la Guerra de la Independencia de 1808 el acontecimiento m¨¢s importante del primer tercio del siglo XIX. La invasi¨®n de las tropas extranjeras llena Espa?a de muerte y hambre. En 1812 se proclama la Constituci¨®n de C¨¢diz. En 1814 regresa el absolutismo con Fernando VII y comienza una terrible etapa de represi¨®n pol¨ªtica.
Goya contempla con gran sufrimiento todos estos acontecimientos. Nombrado pintor de c¨¢mara en 1799, y confirmado as¨ª como m¨¢ximo servidor de la realeza y de la aristocracia, Goya no renuncia a sus sue?os y empieza a dar paso hacia un arte de mayor intimidad e independencia, a la vez que sus series de grabados se vuelven cada vez m¨¢s ¨¢cidas.
Sus retratos, destaca la comisaria, son ¨²nicos. Por un lado est¨¢ la obra compendio de todo su talento, La familia de Carlos IV, una impresionante alegor¨ªa del poder borb¨®nico que empieza a tambalearse. Pero tambi¨¦n pinta a sus amigos. "Todos tienen en com¨²n", explica Mena, "algo inquietante. Por un lado, est¨¢ el personaje tal cual, con todos sus defectos y virtudes, y por otro, Goya tiene la capacidad de mostrarnos c¨®mo esos personajes han sido en el pasado y c¨®mo ser¨¢n en el futuro".
En el tiempo que dura la guerra, como pintor de c¨¢mara de Jos¨¦ I, retrata a muchos de los ministros considerados afrancesados y a los altos mandos del ej¨¦rcito de Napole¨®n. Pero la deshumanizaci¨®n y la violencia de la guerra le sirven de pretexto para realizar una de sus series m¨¢s terribles, Los desastres de la guerra, as¨ª como el conjunto de bodegones en los que el mundo vegetal se convierte en pretexto para hablar de la muerte.
Quienes crean que han visto ya todo lo que hay que ver de Goya se van a llevar una gran sorpresa en esta exposici¨®n. A la gran colecci¨®n del Museo del Prado se han sumado casi todos los goyas de la Academia de San Fernando y de otras instituciones nacionales y extranjeras. Sorprende tambi¨¦n el alto n¨²mero de obras -casi el 30% del conjunto- que proceden de colecciones privadas y que nunca han sido expuestas al p¨²blico. ?Falta alguna pieza imprescindible de este periodo? La comisaria responde que no. "Lo esencial est¨¢ aqu¨ª".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.