Eficacia
En efecto, va a ser una cuesti¨®n de estilo. Mientras los socialistas catalanes atosigaban a Zapatero, reclam¨¢ndole su correspondiente trozo de Gobierno, en Andaluc¨ªa sus correligionarios, encabezados por Manuel Chaves, trabajaban en silencio, con discreci¨®n pero, tal y como se ha comprobado, con mucha m¨¢s eficacia. Nadie puede poner en duda el grado de influencia del presidente andaluz en el seno de su partido y ante Zapatero. La continuidad de Magdalena ?lvarez, adem¨¢s de ser un refrendo al trabajo realizado por la propia ministra, es, tambi¨¦n, una buena prueba de que el pol¨ªtico leon¨¦s no se arruga f¨¢cilmente as¨ª como un signo claro de la propia fortaleza de un Chaves que, desde luego, se hubiera metido en un aprieto en caso de que ?lvarez se quedara fuera.
Igualmente, esa labor callada ha tenido el premio a?adido de la incorporaci¨®n de Bibiana Aido a un ministerio como es el de Igualdad, de alto perfil pol¨ªtico y fuerte contenido social. Una delicada responsabilidad, en fin, que ha reca¨ªdo en una persona en la que su partido y el mismo Chaves hab¨ªan depositado much¨ªsimas esperanzas. Parece destinada a luchar contra el escepticismo. Le pas¨® cuando se hizo cargo de la Agencia Andaluza de Flamenco, encontr¨¢ndose con un mundo cerrado, viciado por los personalismos y las continuas disputas entre los distintos protagonistas de este sector. Algunos la consideraron entonces poco menos que una extra?a y dudaron de su capacidad, pero ah¨ª est¨¢n sus frutos. Algo de eso puede que le suceda ahora toda vez que en su partido las hay que se consideran, no se sabe en base a qu¨¦, con m¨¢s pedigr¨ª y m¨¢s derecho que ella para hacerse con ese ministerio. Sin embargo, no tendr¨¢n m¨¢s remedio que resignarse y esperar a una mejor ocasi¨®n, si es que llega.
Y luego est¨¢ el resto de la llamada cuota andaluza con Moratinos, Bernat Soria y P¨¦rez Rubalcaba. Especialmente, este ¨²ltimo se ha descubierto como el principal valedor de Andaluc¨ªa en Madrid por lo que su incorporaci¨®n a la candidatura al Congreso por C¨¢diz, en sustituci¨®n del fallecido Alfonso Perales, se ha demostrado plenamente acertada. Queda claro. Es cuesti¨®n de estilo, s¨ª: unos chillan y otros trabajan sin aspavientos para conseguir sus objetivos. No hay m¨¢s.
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